Te amo

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Habían pasado cinco días, desde que Juliana llegó a Nueva York, los había aprovechado trabajando en su firma online con ayuda de especialistas en la ciudad, y, a su vez, para conocer mejor a su nueva "jefa", se trató de convencer a sí misma de verla a través de la relación laboral que había aceptado y firmado con Andy, según instrucciones de Valentina.

Tomó unos minutos para ella y con una cerveza en la mano y su playlist sonando se sentó en uno de los mueles del balcón del pent-house a pensar, a meditar.

La morena estaba clara que no debía apresurar nada, de lo poco que había averiguado de la vida de la rubia podía intuir que Valentina, no era esa empresaria temida y aborrecida, por algunos, en el mundo de los negocios, porque sí, había googleado a Valentina, luego de que muchas cosas no encajaran en lo que ella le había presentado de sí.

Sin embargo, no la juzgó, sólo quiso analizar las evidencias que ella tenía en cuanto a lo que era Valentina con ella y lo que decían los medios.

Su conclusión fue precisa, Valentina quería escapar de ese mundo, se estaba dando una oportunidad para demostrar quién es, y escribir el libro era eso; todos los estudios de su curriculum le dieron la impresión de que: "Valentina no había disfrutado de su vida como adolescente y joven por ir siempre adelante en todo lo que estudiaba, por cumplir sus metas de ser la mejor... Y cómo ibas a disfrutar si prácticamente eras un ratón de biblioteca morrita...", pensó.

Dudaba que haya conocido lo que eran las aventuras que la mayoría de seres humanos vivimos por la rebeldía innata que desatan las hormonas. Y sin lugar a dudas, tampoco conocía el amor, el amor de pareja, porque tenía claro cuánto amaba a su familia. Era un ser excepcional.

Recordaba las palabras de Valentina un par de noches atrás, luego de que la morena le hubiera dado un beso cadencioso después de cenar en su apartamento, cena que le preparó a su ojiazul, después del beso, recordó:

Gracias... –dijo la rubia, luego de refugiarse en su cuello.

—¿Por qué? –inquirió.

—Por estar aquí conmigo, por hacerme sentir un mundo nuevo a través de un simple beso. –confesó en un hilo de voz reconfortante.

—Te debo agradecer por dejarme estar a tu lado, así que estamos a la par princesa.

—Quisiera corresponderte cómo quieres, como quiero, pero...

—Pero nada –la interrumpió–, no te pido nada, sólo estaré a tu lado, seré lo que necesitas.

—Eres más que eso eres todo lo que no había tenido en mi vida. Pero llegas justo cuando no te puedo tener. –expresó la rubia para luego salir de su escondite y darle otro beso suave y casto. Se separó y con su mirada fija en los ojos café de la rubia le volvió a agradecer y se retiró a su habitación, dándole las buenas noches.

Juliana repasaba cada instante en su mente, pero esas palabras le dejaron clara y confundida a la vez. "Soy más de lo que ha tenido, quiere estar conmigo, pero no puede, y, ¿qué rayos significa 'justo ahora que no puedo'?, repasaba una y otra vez, mientras vaciaba otra botella de cerveza.

Su conclusión fue que el miedo de Valentina a lo desconocido no la dejaba cambiar de plataforma; como mujer de negocios, no se caracterizaba por ser arriesgada, todo lo contrario, invertía mucho tiempo en investigación de mercados, y optaba por diversidad, más que por riesgo. Pero en el campo del amor, esto no era diversidad, era un cambio rotundo... "A eso se refería a que he sido lo que jamás ha tenido".

—Morrita, te voy a demostrar que me mereces tanto como yo a ti. –expresó en voz alta, convencida en que haría lo posible por demostrarle a Valentina que el destino las cruzó, y que sí, si la podía tener justo ahora.

Destiny Blue (Terminada)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon