Destiny Blue (Terminada)

Perfecta

—Es mejor de lo que me esperaba... –resopló y le tomó las manos, las dos estaban sentadas dentro de la oficina improvisada dentro de una de las camionetas que las trasladaron al hangar– Estoy feliz por ti, pero muy feliz, te mercerías alguien así en tu vida. –respondió Andrea, luego de escuchar de su amiga toda la versión completa en cuanto a su novia.

La noche anterior no pudo obtener detalles, puesto que de la rubia no se separaba su madre y no le pareció justo entrometerse en su despedida. No obstante, estaba segura, que, al día siguiente, no dejaría ningún pormenor furtivo, en la junta que ella tendría con Valentina, para finiquitar todo lo referente a su partida, porque aun y a pesar de todo Valentina no podía desprenderse de su cargo de CEO tan fácilmente, al fin y al cabo, sus responsabilidades eran demasiadas, e igualmente importantes.

Valentina la escuchó, faltaba media hora para abordar, aunque iba a enfrentarse con la esperanza, o lo contrario a ella, el viaje significaba todo, pero tener a Juliana a su lado le hizo pensar en la última frase de su amiga, "...te merecías alguien así... ¿Por qué justo ahora?", se perdió en búsqueda de esa respuesta.

—¡Valen! –gritó su amiga.

—Andy... ¿por qué gritas? –inquirió, parpadeando varias veces.

—Te he estado hablando, si no fuese porque tienes esa cara, juraría que estabas pensando en Juliana –le expresó su opinión–, pero no, ¿qué sucede? –debía saber que le acongojaba de tal manera para colocarla a pensar profundamente, conocía muy bien a la ojiazul y pudo notar como profundizaba en sus pensamientos.

—No es nada... tranquila. –intentó calmarla, e iba de nuevo a retomar su agenda.

—¡No! Claro que sí pasa algo. Dime. –insistió.

—Sabes que me gusta analizar todo, pero desde un tiempo para acá no encuentro respuestas lógicas a muchas cosas que me han sucedido –dijo sinceramente–. Sólo divagué en buscar una respuesta a lo que dijiste –la miró–, eso de que merecía alguien así en mi vida. –suspiró.

—Vaya, entiendo... pero no Valen, no creo que puedas entenderlo, por lo menos no ahora. Llegará un momento en el que la vida te dará las respuestas a todo ello, por ahora sólo agradece –Valentina la miró, "¿agradecer? ¿En serio?", refutó para sus adentros.

—No me mires así –le respondió a la ojiazul–, si colocas en una balanza, tienes más cosas buenas de un lado... por ahora va a tu favor –la rubia levantó una ceja, trataba de entender–, entiende, aunque es catastrófico que tengas eso en tu cerebro, todavía no es definitivo y hay esperanza, sé que no habrá nada que te detenga hasta que consigas tu respuesta, eso tiene mucho peso, la verdad. –le apretó la mano. Valentina asintió, era correcto ella iba por todo.

—Por otro lado –continuó–, has encontrado en medio de este proceso al amor de tu vida –le sonrió–. Sé que lo es porque tus ojos brillas apoteósicamente al solo escucharla nombrar, ni hablar cuando estás a su lado –rio divertida–. Pase lo que pase sé que ella estará a tu lado y hará que todo se encamine. Y con el amor tendrás encendido un motor adicional, para animarte en este camino. No sería nada fácil si no la tuvieras a ella.

—Eso es lo que me hace pensar... ¿por qué justo ahora? –Valentina sonrió con nostalgia– Soy tan feliz, no sé cómo funciona esto del destino, interpretar la llegada de Juls a mi vida no sé si apreciarlo como un regalo de despedida que me da la vida, o como ese motor del que hablas, para que me de vida. –cerró sus ojos.

—Esas respuestas no las tendrás ahora, así que no te desgastes en ello. Sólo, piensa que, dentro de todas las opciones, tenerla siempre es positivo. No te adelantes a nada, sólo déjate llevar y vive intensamente... –la miró– Deja atrás la ogra controladora que eras antes de que apareciera la morena, la vida te está dando una lección, y por medio del amor, menos mal llegó Juliana, será una buena maestra... –dijo moviendo las dos cejas pícaramente.