Esa bestia había terminado con todo lo que la niña quería, había destrozado y acabado con su inocencia y se había escapado sin pagar aquellos delitos. Ella pudo ser rescatada ¿pero de qué le sirvió? toda su familia había muerto y la muchacha estaba...
El lobo solo quería vivir en paz con su familia, pero fue aquella cazadora que entró al bosque y acabó con su paz, fue aquella mujer de rojo que se metió a la boca del lobo y él la devoró.
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Gorkan pasó su nariz por el pequeño cuello de la cachorra y recogió su aroma, gimió bajito y luego de su garganta brotó un gruñido animal que fue respondido por un ronroneo. Se sorprendió y levantó avergonzado la mirada y Eireny tenía los ojos brillosos, así que volvió a inclinarse hacia la cachorra y ronroneó recociéndola como suya. Miró las pequeñas hebras de cabello, todas rojas, aun podía recordar las risitas de sus hermanos diciendo que la princesa había elegido la belleza de su madre y tenía razón. Él era horrible, Eireny era hermosa.
El pequeño bultito recogió sus piernecitas y entre abrió sus labios mostrando los colmillos, aprovechó ese momento para ponerle las hojas de menta en los labios así no se lastimaba. Gorkan pasó sus dedos por las pequeñas orejas puntiagudas, la nariz chata y eso solo hizo que ella abriera los ojos. Los azules tormenta de Gorkan observaron los azules pacíficos de ella, se quedaron mirando por largo rato hasta que volvió a cerrarlos molesta porque su padre la había despertado. Gorius y Geiat rieron ante ello.
Un grito y luego el llanto del segundo cachorro hizo que todos dirigieran sus ojos al segundo heredero, nadie lo esperaba y ahí estaba, con una garganta fuerte y unos pulmones que había alterado a todo el castillo. Eireny con cuidado tomó a la cachorra deslizándola en sus brazos con cuidado, su hembra estaba agotada y es por eso que la había traído de inmediato a su habitación, después de parir sus huesos habían tardado de curarse, y el dolor que había sentido era inimaginable. Eran dos cachorros saliendo en su forma de lobo, y todo para que ninguno de los tres saliera lastimados.
Él se removió en la cama abriendo los ojos azules y frunciendo las pequeñas cejas blancas, color que compartía con su cabello. Cuando había nacido todos se habían sorprendido pero cuando vieron su rostro y más Gariot, dijo que era ver a Gorkan volver a nacer. ¿Cómo iba a parecerse a él? Se preguntaba el lairs, si aquel cachorro era bellísimo. Sus cachorros eran hermosos.
Pasó sus dedos por el cabello blanco, por su nariz chata y los colmillos, el cachorro al ver los dedos cerca lo mordió pero solo terminó llorando. Gorkan vio que Eireny trataba de calmar el llanto de la pequeña al igual que Geiat y Mireia, así que él tomó al cachorro que era tan pequeño como una fruta, el cachorro cabía en su mano, así que lo tomó y lo llevó a su pecho cubriendo su espalda desnuda con su mano, se movió por la habitación y los latidos de su corazón calmaron el llanto de su cachorro.
—Es un sanador —Goliat admiró a su familia y en especial a esos nuevos cachorros, bajó la mirada a Basil que tenía las mejillas infladas, celoso por la llegada de los nuevos príncipes—. Es la explicación de su cabello.
