CAPITULO 9

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Golpeó su frente contra la pared intentando sofocar los latidos de su corazón, tomó su pecho, casi rasgando su camisa entre sus dedos, sentía sus latidos fuertes y certeros, casi como un rítmico tamborileo frenético. Cerró los ojos con fuerza esperando que al abrirlos todo fuese un horrible sueño, realmente deseaba que fuera así.
Llevó la diestra a sus carnosos labios para así tocarlos, todavía ardían, todavía podía sentir la textura de los sonrosados labios de Jongin en ellos. Golpeó a puño cerrado con la mano que antes estaba sobre sus labios.- Que estúpido… -Se lamentó en voz baja ¿Cómo es que había permitido que todo aquello pasara? ¿Qué debía hacer ahora? ¿Mentir de nuevo? ¿Con que cara miraría a su mejor amigo? Golpeó el muro de nueva cuenta.

Suspiró con pesadez y avanzó hasta la mesa de su sala para así comenzar a retirar la evidencia clara de que aquello no había sido una alucinación. Tenía ganas de llorar, en realidad sentía que sus ojos estaban por desbordar aquel líquido cristalino y salado, aunque no sabía el porqué, si bien se había llenado de problemas no sabía que era lo que estaba provocando que sus ojos se cristalizaran, bien podía ser la impotencia, el enojo, la molestia consigo mismo con Kai, con su mejor amigo, por todo y todos. 
Una vez después de haber recogido todo, las ganas de drenar aquel sentimiento en su pecho “desaparecía” conforme pasaba un paño húmedo por la mesa, como si el mismo limpiador con olor a pino estuviera limpiando en sí mismo todo lo que odiaba, los malos recuerdos, los horribles sentimientos y pensamientos que cargaban peso extra a su espalda.

Pasaron las horas y no lo notó, metido entre las sábanas de su cama parecía el tiempo se había detenido. La luz del día o la oscuridad de la noche eran simplemente lo mismo cuando se mantenían los ojos cerrados. 

Le hubiese encantado quedarse así para siempre, pero no… su silencio y su paz fueron quebrantadas cuando tocaron a su puerta, ni siquiera giró su rostro, ni siquiera levantó los parpados. Se negó a contestar, quizás así daría a entender que no deseaba ver a nadie o con suerte pensarían que estaba dormido. Hubo unos segundos de silencio y de nuevo el golpeteo, esta vez más débil que antes.-Pase… -Terminó por decir pues nada más le quedaba, con un poco de fortuna aquel asunto para el que le necesitaban terminaría pronto.
Su rostro se giró en dirección de aquella superficie de madera algo corroída por el paso del tiempo, apenas si un par de mechones castaños se asomaron por la puerta su respiración se detuvo al ser contraído su abdomen. No pasó mucho antes de sentarse sobre la cama. 
Su expresión denotaba sorpresa, angustia, quizás hasta pena y culpa.- ¿Baek…? –Preguntó en un tono de voz muy bajo al ver a su amigo arrastrar sus pies con la mirada baja. Tragó duro y se inclinó para ver la cara de su amigo. Sus propias facciones se contrajeron, el chico no demostraba más que un cumulo de dolor en su semblante.- ¿Qué pa-só…? –Tartamudeó sin darse cuenta.- ¿Por qué lloras? -Se acercó con rapidez para así tomarlo en brazos, parecía que se vendría abajo sino. Debido al peso del otro terminó por ceder y ambos quedaron sentados en el suelo. Sin más el castaño se acunó en sus brazos y así lo recibió el pelinegro.- ¿Qué…? –Una y mil ideas cruzaron su mente. Su corazón se estrujó con fuerza, punzadas de culpa lo atravesaban de pies a cabeza como el frío filo de un cuchillo. No se atrevía a decir nada, no sabía el motivo de sus lágrimas, estaba sumamente temeroso de que fuese debido a algo que él mismo provocó. Sus falanges se corrieron por su espalda de manera delicada para así tranquilizarle.-Todo estará bien…-Habló suave, no sabía que más decir y no quería presionarle. 
Su mayor seguía llorando, no podía ver su rostro debido a que estaba acomodado en su pecho, pero podía sentir su camisa empaparse, podía sentir como su cuerpo temblaba entre sus extremidades superiores. Alzó la vista para así evitar sus propias lágrimas, aquellas que horas antes dejó atrás para así no verse tan miserable como pensaba que era.-Baek… ¿Qué sucedió? –Volvió a cuestionar una vez que estuvo seguro de que su voz no se quebraría, con todo lo que tenía trató de mantenerse sereno y tranquilo.- ¿Qué… qué te ha hecho llorar así? –Apretó sus labios el uno contra el otro para así no verse contrariado por algún sollozo. 

-Mi abuela…-Musitó entre sollozos el castaño.-Murió…-Apenas si logró articular pues su quijada temblaba y su corazón dolía.

KyungSoo no pudo evitar sentir cierto alivio al saber que no era relacionado con lo que pasó esa misma tarde. Negó segundos después ¿Cuándo se había convertido en esa terrible persona? Sintió asco de sí mismo al ser tan egoísta. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, más por culpa e impotencia que otra cosa. 
Semanas atrás hubiese sido un buen amigo y lloraría por verle llorar, lloraría al saber que algo lastimaba a su amigo de siempre, pero ahora sólo lloraba por haberse convertido en aquella terrible persona que le escondía y lo traicionaba. –Yah… todo estará bien, Baekhyun… ella estuvo enferma mucho tiempo… -Pasó el dorso de la diestra por su mejilla para limpiar sus propias lágrimas. Aclaró su garganta.-Sabes que ahora ella está en un mejor lugar… -Siendo que lo conocía desde la infancia estaba al tanto de cada miembro de su familia, incluso llegó a conocer a esa persona por la que ahora lloraba su amigo. Sus manos siguieron dando confort a la espalda ajena.

-Lo sé… lo sé… pero no pude… -Resopló escondiendo su rostro en el pecho del otro.- No pude despedirme…-Sus manos tomaron con fuerza la camisa del pelinegro como si tuviese miedo de también perderle, después de todo KyungSoo era tan importante como cualquier miembro de su familia, era casi su hermano.

-Ella sabía que la amabas mucho, estoy seguro de que sabía lo que significabas para ella… -Las lágrimas seguían cayendo y esperaba que aquel sonido quebrado de su voz fuese disimulado por los sollozos que propiciaba el otro. 
El castaño logró percibir esa tristeza en la voz de su menor y se sintió sumamente bendecido pues pensó lloraba debido a que estaba viéndolo sufrir, sabía bien que un amigo como el que lo sostenía en los brazos era un tesoro, nunca encontraría a nadie como él.

Tras cuarenta minutos de llanto que iba y venía ambos lograron calmarse y adoptar una posición más cómoda sobre la cama. KyungSoo abrazó a Baekhyun al pasar su brazo izquierdo por debajo del cuello ajeno y el derecho por su torso, justo por arriba de su sexta costilla, ahora que estaban acostados sobre la cama le fue sencillo. Apoyó su cabeza sobre la del chico.

El castaño acarició despacio los vellos del brazo ajeno que estaba sobre su cintura. KyungSoo lo sostenía con firmeza y al mismo tiempo con bondad, podría jurar que era uno de los lugares más cómodos para relajarse y sentir tranquilidad.-KyungSoo…-Se relamió los labios para hablar pues sentía su garganta seca y corrompida por el llanto.-Eres muy cómodo… -Tragó palabras que quiso decir.- Hace unos segundos vinieron recuerdos a mí donde me abrazabas… creo que hacía demasiado tiempo que no estábamos de esta manera… que no me sentía tan pequeño y frágil entre tus brazos… -Su voz casi parecía un susurro del viento, tomó aire y logró pronunciar las palabras que minutos atrás se atoraron en su tráquea.- Lo que quiero decir es… Gracias por estar siempre para mí… -Musitó con la latente amenaza de sus ojos por llorar, si no fuesen porque éstos ya eran casi una línea entre el parpado superior e inferior hubiese sido demasiado evidente que su pupila temblaba.

-Shhh… -Musitó el pelinegro por lo bajo, apenas si lograba mantener juntos los pedazos de su estabilidad mental, escuchar al otro decir aquello le hacía sentir que terminaría por partirse en mil pedazos. Cerró los ojos con pesadez, estaba sumamente cansado en todos los aspectos, por demás estaba decir que sus ojos ardían y estaban rojos.-Es tarde… deberías intentar descansar… -Le pidió al otro cuando el mismo ya no podía con aquel cansancio.- Buenas noches… -Poco después ambos yacían dormidos acompañados de la oscuridad de la noche.
La mañana llegó presurosa para KyungSoo quien fue hostigado por el molesto sonido de la alarma de su celular, quiso levantarse pero notó el adormecimiento de su brazo izquierdo, ladeó el rostro y miró a su amigo todavía dormido en su regazo. Agachó la mirada un segundo y se estiró por su dispositivo móvil para así apagarlo. Suspiró con suavidad y regresó la vista al mayor, sonrió con levedad, todo rastro de tristeza se había ido, parecía que estaba durmiendo de lo más placido. Retiró con la diestra el cabello de quien se encontraba a su lado y musitó en voz muy baja.- Perdóname… -No sabía si quería o no que el otro lo escuchara, lo único que deseaba pedir un perdón sin tener confesar su pecado.-Lo siento mucho… nunca quise que esto pasara… -Su voz se hizo incluso más débil pues no quería que el otro despertara y pidiera explicación de sus palabras pues tendría que mentirle más. 
Poco a poco se zafó del abrazo, su brazo izquierdo pesaba una tonelada, el peso de cargar a su amigo toda la noche quizás. Se dirigió a la ducha y tan rápido como pudo se lavó el cabello y el cuerpo, ese día como los anteriores no tenía ánimos para nada. Salió del baño ya casi vestido por completo y su mayor seguía dormido o al menos esa era la impresión que daba.
Se sentó al pie de la cama y le llamó con dulzura.- Baekhyunnie… hyung… -Movió apenas el pie del otro con su mano.- Es hora de ir a la escuela… -No estaba seguro si el otro asistiría, pero cumplía con la responsabilidad de informarle.-Baek… -Apenas sintió que el otro comenzaba a moverse dejó sus movimientos.

-Buenos días… -El mayor talló sus ojos.

-Buenos días ¿Cómo te sientes? –Preguntó conforme se acomodaba el uniforme.

-Cansado…

-Me imagino. ¿Quieres que llame a tu casa?

-No… -Negó despacio.- Desde que salí de casa mi mamá se dio cuenta de que no regresaría anoche y que hoy estaría un poco perdido.

-¿No es increíble como las madres saben eso?

Baekhyun sonrió apenas.- Sí, es asombroso. –Musitó adormilado. -¿Puedes no ir a clases hoy?

-¿eh?

-No quiero regresar a casa, seguro mamá estará llorando y no creo tener la fuerza para mantenerme sereno y ayudar…. Además… ayer le llamé a Kai, parecía que había pasado algo, me dijo que estaba ocupado y que él me llamaría después, no quise presionarlo y llorar sobre su hombro… después de todo no somos novios oficiales. –Argumentó con una leve risa para ocultar su pena por aquel hecho.

Un nudo en la garganta del pelinegro se formó al pensar que el día anterior mientras se besaba con el novio de su amigo, éste estaba llorando la pérdida de un ser querido.

-¿Entonces? –Cuestionó Baekhyun mirándolo desde la cama.

-Me quedaré contigo, avisaré a Chen que no irás a tu clase, después de todo él está en el comité, podrá ayudarnos con el tema de las faltas.

-Ahora que hablas de eso… -Sonrió un poco el castaño.-Chanyeol me dijo que Chen te había invitado al show de talentos para que cantaras con él… sólo quiero decirte que eres un idiota por no decírmelo antes, no tenías que estar distante ni actuar extraño como en los días pasados, tan sólo me tenías que decir. –Acomodó un poco su cabello.- Está bien que no me agrade ese tipo, pero… no te prohibiré que lo veas únicamente porque a mí no me agrada. –Negó suave.- Eres un poco tonto, Kyungsoo…

El pelinegro sonrió apenas.- ¿Soy un tonto, cierto? 

-Uno muy grande. 

KyungSoo torció su sonrisa al girarse, de nuevo esos achaques de culpa lo atacaron.-Eh… iré… -Señaló su móvil.- Hablaré con Chen. –Abrió la puerta de la habitación con la esperanza de que al otro lado de ésta estuviera un hoyo negro que lo devorara, lastimosamente no fue así. 

Pasó cerca de una hora en la cocina preparando el desayuno, trató de hacer lo más elaborado que sabía hacer para así tardar tanto tiempo como fuese posible. No pudo postergarlo más cuando su mayor lo alcanzó.

-¿Por qué el desayuno tan basto?

-Es porque me han dado la tarea de cocinar, mi madre salió temprano, así que… 

Tomó una rebanada de pan tostado para untarle mermelada de fresa.- Todo se ve delicioso.

-Claro y por eso tomas lo único que no hice yo, el pan tostado y la mermelada. –Intentó bromear.

-Yah, sólo quería un poco de pan, pero los huevos se ven deliciosos… tú quieres que engorde, me pones hotcakes… -Negó.

Kyungsoo se recargó sobre la barra del desayunador. -Te ves más tranquilo.

-Lo estoy. –Dio otra mordida a su pan y al terminar el bocado habló de nuevo.-Creo que debería alistarme para el funeral ¿no?

-¿Será hoy?

-No lo sé… las tradiciones son extrañas en mi casa, creo que será hasta mañana…. Oh… encendí tu celular para ver la hora… pero… ahora no deja de vibrar, desde que bajaste… creo que es tu amigo de la maquina… -Arrugó la nariz.- El de internet. –Le extendió el celular.-Pensé en contestar, pero creo que mi voz suena horrible y seguro lo asustaré. –Sonrió un poco.

KyungSoo tomó el celular sintiendo que su mano temblaba, estaba por entrar a una crisis nerviosa.- No debe ser nada… -Apagó el celular de nuevo.

-¿Estás peleado con tu amigo? Normalmente siempre que me conectaba te veía en línea y ahora ya no.

-No, lo que pasa es que me quedé sin internet. –Mintió antes de comenzar a desayunar.

-Debes estar volviéndote loco sin saber de él ¿no? –Comentó para molestarlo.

-¿Eh? La verdad es que apenas si pienso en ello, tengo muchos deberes.

-También yo. Siento quitarte horas de clases, no quiero estar solo… bueno ¿Debería llamar a Kai de nuevo?

-No… no, no es molestia, soy tu mejor amigo, te cuidaré yo. –Negó con las manos al ver la duda en el rostro del mayor.- Deja que él te llame, quizás también está pasando por un mal momento.

-¿Lo crees?

-No sé, puede ser. –Suspiró con suavidad, no podía contarle lo que sabía, mejor dicho no quería.

-¿Entonces qué haremos?

-Termina el desayuno. Saldremos a pasear después, necesitas relajarte. 

-¿Lo crees?

-Sí. –Asintió con firmeza, tomó otro bocado de comida y se lo llevó a los labios.

El desayuno transcurrió con normalidad entre leves bromas y momentos donde Baekhyun guardaba silencios prolongados para no llorar debido a los acontecimientos pasados.

Debido a que Baekhyun era un inquino más de la casa tenía algunas prendas en un cajón del buró de su menor.
Salieron para así pasar el día juntos, dado que era un día de entre semana las tiendas estaban vacías, así como el cine y demás lugares de entretenimiento. 

-¿Deberíamos llamar a Yeol? –Preguntó el mayor mientras intentaba que la salchicha de su perro caliente no saliera del pan.

-Ya debe de estar en clases. –Comentó el más joven.

-Se molestará por no haberlo traído.

-Ya lo imagino todo resentido y con sus episodios de dramaturgo.

-Debería buscar como ser actor. –Sonrió el castaño.

-No sé si pueda, siempre está tan feliz y es tan alegre… creo que nunca lo he visto llorar. –Admitió el pelinegro.

-¿En verdad? Yo creo que sólo una vez.

-¿Cuándo?

-Hace como seis meses más o menos.

-¿Y por qué estaba llorando?

-Nunca me lo quiso decir.

-¿No recuerdas que pasó?

-Fueron los días donde Kris estaba mal por la muerte de su madre.

-Quizás también le afectó a Channie, ellos son muy buenos amigos.

-Yo solía pensar que nosotros cuatro éramos como inseparables, que teníamos la misma confiazan entre los cuatro, pero parece que tú y yo somos lo que ellos dos son.

Lo miró sorprendido. -¿Kris y Channie?

-Sí.

-No lo sabía.

-Tú nunca te das cuenta de nada, eres demasiado distraído. –Se quejó Baekhyun.

-Es que… no sirve de nada excusarme, creo que me desconecto de todo y me pierdo.

-últimamente andas más perdido que de costumbre.

-Lo sé, la escuela y un par de cosas raras que rondan por mí mente. –Musitó sin afán de mentir.

-No recuerdo cuando fue la última vez que salimos sólo tú y yo. 

-Creo un par de semanas. –Tomó una patata con cátsup y se la llevó a la boca.

Miró al pelinegro a los ojos de pronto. -Siento haberte relegado un poco por estar saliendo con Kai.

KyungSoo rascó su cabeza. -Ni lo menciones, son cosas tuyas, suyas, no lo sé.

Baekhyun sacó su móvil. -El maldito no me ha llamado. ¿Quién se cree?... –Hizo un pequeño puchero.- Lo llamaré.

KyungSoo se puso nervioso, no tenía excusa para impedirle hacer aquello, pidió un deseo al cielo esperando que el otro no atendiera el teléfono para que así pudiese tener unos segundo más de paz, pero eso no pasó.

-Hola… ¿Estás ocupado? –Preguntó su amigo, tan sólo se hizo el loco aunque seguía escuchando queriendo o no.

-Quiero verte.

-¿Eh?

-¿Cómo que te peleaste ayer? ¿Con quién?

-Eish… ¿Estás bien?

-Hum…

-Es que mi abuela murió…
-No, no te preocupes, también tenías tus propios problemas.

-¿Eh? No, no estoy solo.

KyungSoo se levantó de la silla para así negar con las manos tratando de obtener la atención del mayor. “No le digas que estoy aquí” gesticuló con los labios.

-Con KyungSoo… -Se encogió en hombros y miró extrañado al pelinegro.

-Estamos en el restaurante del centro comercial, sí… ese, el que está cerca de los videojuegos.

-¿Vendrás? –Baekhyun comenzó a sumergir su patata en el tomate con ansias.

-Ok, acá te esperamos. –Sonrió.

-Adiós, Jongin-ah.. te qu… -Miró al menor.- Corto antes de que pudiera decirle nada más.

-¿Viene para acá? –Preguntó el pelinegro con preocupación.

-Sí.

-Será mejor que me vaya, seguro ustedes tienen cosas de que hablar.

Intercedió el mayor para que no se levantara. -No, vamos, no te sientas relegado… podemos estar los tres tranquilamente conversando.

-Lo lamento, Baek, me siento incómodo cuando estoy con ustedes. –Musitó bajito.

-Prometo no besarlo… mucho. –Se mordió el labio inferior antes de soltar una risita.

-En verdad, no me gusta estar sobrando.

Negó con los brazos cruzados. -No sobras, no seas tonto.

-Por favor, déjame ir. –Juntó sus manos como si estuviera rezando.

-Bien… ¿Seguro que no quieres quedarte?

-Sólo quiero saber si estarás bien. –Sonrió sacando un par de billetes para pagar la cuenta. El mayor le regresó el dinero. -Estaré bien. Yo pago.

-¿Seguro? 

-Sí.

-Espero que me llames cualquier cosa que pase ¿Bien?

-Lo haré.

-Vale, hasta después, Baekhyun. Me mandas un mensaje o me llamas para avisarme donde será el funeral ¿vale?

-Sí, mamá donust. Que te vaya bien. –Rió mientras agitaba la mano para despedirse. KyungSoo se colocó el suéter y morral para así dirigirse a la salida del establecimiento. 
Estaba por doblar en una esquina para salir de la planta baja cuando sintió un fuerte tirón en el brazo que lo hizo entrar a uno de los estrechos pasillos usados por el personal. Una mano prontamente cubrió sus labios.

-Kyungso… -Kai le miró a los ojos para que se tranquilizara.-Soy yo…

Apenas D.O miró aquellos ojos canela y su piel lastimada salió de su susto.-Jongin… -Quitó la mano del otro de su boca.- ¿Qué demonios te pasa? –Miró a todos lados en espera de que nadie hubiese visto aquello. -¿Estás loco? –Se tomó el pecho pues aquello le había causado mucha impresión.- Baekhyun te espera en el restaurante.

-Vine porque necesito hablar contigo.

-No sé de qué podríamos hablar. -El mayor quiso zafarse el agarre del brazo pero el contrario ejerció más presión.- ¿Qué quieres, Kai? Suéltame, no es divertido.

-¿Estabas por huir, no? –Cuestionó decepcionado. –Después de lo que pasó ayer…

-No lo menciones. Es más debemos hablar, pensé que ayer había quedado bastante claro que no quiero saber más de ti.

El moreno bufó con molestia. -¿Cómo puedes decir eso? Estos pasados años siempre quise conocerte y ahora que pude hacerlo quieres privarme.

-Lo que sucedió fue que te conocí y no me gustaste. –Su vista seguía rondado fuera del pasillo. Estaba temeroso de que pudieran verlo.- Es… es más, tu sola presencia hace que se me revuelva el estómago.

Tomó el mentón ajeno.- No te creo. –El mayor seguía zafándose de su agarre.-Ayer… correspondiste mi beso, no estoy loco, sé que me correspondiste.

-Suéltame, Jongin. –Se removió para zafarse.

-Le diré a Baekhyun que ya no quiero estar más con él. –Soltó sin más.

-¿Estás enfermo? Acaba de morir su abuela, no puedes hacer eso. –Se zafó del agarre y lo señaló con el índice. –No puedes darle más malas noticias.

-Mejor así, teniendo la pérdida de su abuela lo nuestro no será importante.

-Parece que te caíste de cabeza cuando pequeño ¿No sabes que cuanto te quiere? Eres muy importante para él. –Suspiró por lo bajo.- Parece que no tienes corazón.

-Pero yo no lo quiero, no quiero estar con él. Te quiero a ti…

-Por favor, no digas tonterías, apenas nos acabamos de conocer… además ¿Crees que una vez que lo termines iré a corriendo a tus brazos? No seas tonto, una vez que lo termines tú y yo no nos volveremos a ver, no hay nada que nos una.

-Nos une lo que sentimos el uno por el otro. –Dijo con seguridad. 

KyungSoo se puso nervioso. -No hay nada entre nosotros, eres un niño lastimado que busca consuelo en mí, fuimos amigos, pero ahora que te conozco mejor… -Negó mirando sus ojos.- No quiero conocerte más.

-Mientes.

-Siempre dices eso cuando escuchas o lees algo que no te gusta. Antes podía pretender que me agradabas, pero ahora ya no.

-Tú me quieres. –Lo miró a los ojos pero el otro desvió la mirada.- Donuts… mírame, mírame a los ojos… -Le pidió con tranquilidad pese a que sentía se estaba volviendo loco.

-Estás loco, ya basta con esto. –Negó despacio.- Entiende, sólo era un juego lo que hacíamos. 

Jongin se acercó al mayor para intentar besarlo pero enseguida recibió un empujón. 

-No te atrevas.

El moreno cerró los ojos unos segundos y relamió sus propios labios.-KyungSoo… -Le miró suplicante.- ¿Por qué haces esto?

-Estás mal, seguro tienes un problema en la cabeza, tú y yo no nos conocemos, no somos nada, ni amigos siquiera.

Su dedo índice y medio se alzaron. -Dos años, dos años son los que pasamos contándonos nuestras vidas ¿Cómo pretendes que te vea como un extraño? ¡¿eh?! –Su exasperación llegó a más por lo que gritó.

El de tez más blanco se asustó un poco.- No grites, por favor… -Hizo una seña para que guardara la compostura. -Somos extraños, Jongin, no nos conocemos en verdad, no hay nada entre tú y yo… -Giró su rostro a otro lado.- No sé porque me molestas con esto, Bakehyun te quiere y mucho… además tienes a Sehun. 

-Eso ya lo terminé, sólo falta Baekhyun. –Su voz se escuchó áspera.- ¿No entiendes que quiero estar contigo?

-Deja de decir eso.

-¿A qué le tienes miedo, hyung? ¿ah? ¿A lo que digan los demás?

-No hables tonterías.

-Te conozco desde hace dos años ¿Crees que no sé cuando tienes miedo?

-No, no lo sabes ¿Cuándo habías visto mi expresión? –Miró al otro a los ojos.

-Lo tienes, debes dejar eso, estás anteponiendo todo a lo que sientes.

-No me quedaré a escuchar esto.- Se encaminó fuera del pasillo.-Te esperan… si le haces daño a Baek…

-¿Si le hago daño qué? Seguro que no le dijiste que nos besamos. –Le habló a la espalda ajena.

Soo se detuvo. -No nos besamos, tú me besaste. –Aclaró sin girarse.

-Dile como quieras, sabes bien que me correspondiste.

Se giró para mirar al menor. -Eres tan poca cosa, realmente me das pena. –Jongin aprovechó para tomar el brazo del más bajo para ponerlo contra la pared y hacer que sus labios se uniera un par de segundos pues el pelinegro cortó enlace de nuevo.- No tienes ni una pizca de bondad en ti, eres un monstruo egoísta. Aléjate de mí, no quiero verte métetelo en la cabeza. –Le espetó con furia. Caminó una vez más fuera del pasillo y chocó de costado con Baekhyun quien iba pasando desinteresadamente por ahí, un momento inoportuno como ninguno.

INSANE (KAISOO)Where stories live. Discover now