CAPITULO 27

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Kris aparcó el auto justo frente a un hogar que no era propio, sin embargo lo conocía en demasía. Se tomó un segundo para acomodar las ahora obscuras hebras que brotaban de los poros en su cabeza, el retrovisor auguró un buen estado en su apariencia. Con la idea de que podría ser rechazado preparó todo desde temprano, tomando incluso cada receso de la última semana para inventarse una excusa o una justificación para sus acciones pasadas y las que ese día tenía contempladas realizar. [SMS: ¿Todavía estás molesto?]

Aquel día se preparó para uno de los fines de semana más aburridos del año, toda su familia iba de vacaciones mientras el aguardaba pues estando en periodo de exámenes era inoportuno salir de la ciudad. Sus dígitos se deslizaron por las teclas 2, 4, 5, 6 y 8 para así dejar que el personaje de su juego librara una de sus peores batallas. Un mensaje trabó todo el juego y blasfemó a pesar de que estuviese próximo a perder. Reinició el móvil, o mejor dicho lo forzó pues tuvo que retirar la batería para que la pantalla dejara de mostrar a su diminuto personaje con bajos pixeles de resolución. Esperó un poco más para que todo el sistema se restableciera y fue entonces que pudo leer el mensaje que interrumpió su misión de salvar a la princesa. Sus pupilas pasaron una y otra vez por el texto, un par de veces más por el destinatario. Tomó aire y al final optó por contestar. [SMS: ¿Cómo podría "seguir molesto" si nunca lo estuve?] Envió el mensaje sólo así aunque algo parecido a "arrepentimiento" inundó su sistema.

Kris sintió que tuvo que esperar mucho para que el sonido y la imagen del menor saltaran en la pantalla; aunque al final todo lo atribuyó a su poca paciencia. Su sonrisa se elevó sin proponérselo, Su diestra se unió a la zurda para así teclear su respuesta.- [SMS: Encuéntrame abajo.] Con un fluido movimiento abrió la puerta del conductor, saliendo del auto que amablemente le habían prestado por unas horas.

Chanyeol trató de no estar ansioso por una respuesta, incluso quiso retomar el juego, pero las ansias le hicieron complicado siquiera encontrar el ícono en el sistema siendo que lo había jugado en incontables ocasiones. Un nuevo mensaje entró, contuvo el aire y lo leyó. El mayor no dijo, sin embargo lo entendió como la consumación de una invitación. “No iré”; se dijo una, dos, tres, hasta diez veces. Se colocó una chaqueta y entonces salió, “mejor decírselo a la cara que gastar mi saldo” se dijo a sabiendas de que su excusa era peor que terrible. Al llegar a la calle buscó con la mirada a su mayor, no tardó mucho en encontrarlo.- Kris… -Le llamó alzando la diestra para que lo notara, cosa que fue innecesaria pues con tono tan azul de su chaqueta era reconocible a distancia. 
La vista de Kris se mantuvo vigilante sobre la puerta de entrada, mordiendo con saña la comisura derecha de sus labios, eso hasta que divisó al menor salir. Sus dientes soltaron aquel trazo de piel para enderezarse, habiéndose recargado en el auto, y encaminarse hasta donde un Chanyeol ya lo recibía con una cara de pocos amigos, pero claro, eso no impidió que su propia sonrisa se explayara.- Dongsaeng. -Replicó a su saludo tan formal.- ¿Listo? -Preguntó como si su actitud y desgano no respondiesen aquello. 

La actitud del mayor lo descolocó ¿Qué significaba todo aquello? Acortó la distancia. Sus manos dentro de los bolsillos de sus jeans trataron de mostrar desinterés.-Me hubieses llamado antes de venir, te hubiese ahorrado la gasolina de venir hasta acá. –Pese a sus frías palabras su semblante se relajó conforme trabajaba su mandíbula. 

-¿Entonces dices que no saldrás conmigo? –Cuestionó con curiosidad cruzando sus brazos por encima de su propio pecho.- Entonces tendré que hacer las cuentas y cobrarte no sólo la gasolina que gasté, sino todos los favores que pedí y el dinero que gasté en preparar una salida contigo.

Chanyeol resopló apenas.- ¿Por qué vienes aquí? No sé de qué manera te puedo hacer entender que no quiero verte. Kris, por favor.

Kris se encogió en hombros como si aquello no le importara cuando sí, le importaba y demasiado, por eso insistía tanto.-Sólo te pido una tarde, sólo una. –Alzó incluso el índice, mostrándose así más accesible que siempre pues en sí sus tratos para con el menor fueron “órdenes” de salir y hacer algo divertido; pues así era él, escondía buenas intenciones en ordenes autoritarias.

El cabello ya despeinado de Chanyeol sufrió una invasión de sus falanges lo que lo dejaron con la apariencia de un nido de aves.- Tsk… hyung, me volveré loco, eso es seguro. –Se quejó.

-¿Eso significa que aceptas? 

-No, claro que no. Sólo quiero regresar a casa, aquí hace mucho frío.

-¿Entonces prefieres que pasemos el día en tu casa? –Cuestionó en un intento por invitarse solo a la casa adversa.

-Kris, me desesperas; no sé si golpearte o llamar a la policía. Esto se considera acoso ¿Sabes? Pareces una de esas fans locas que allanan la casa de los famosos para fotografiarlos o robar cosas, no sé, algo de personas locas. –Señaló alargando su dedo índice para así apuntar al otro.-Eso, debería llamar a un psiquiatra. 

Kris se relamió los labios enseriándose un poco.- Chanyeol, sé que no paro de presionarte, pero es que… no sé. Cada día al despertar siento como si me faltara algo ¿Sabes? Aunque tú y yo no pasáramos cada segundo unidos, sabía que a la vuelta de cada tristeza encontraría tus brazos y tu sonrisa… para reconfortarme, ahora me siento perdido.

El rostro del menor se mantuvo erguido, pero su mirada descendió un poco.

-Sabes que debemos hablar de lo que pasó.

Chanyeol tomó aire y luego lo soltó de manera excesivamente ruidosa, todo producto de su exasperación.-La verdad es que no quiero entender por qué hiciste lo que hiciste, y he tratado de no darle vueltas a ese asunto pues no quiero que me concierna ningún tema sobre ti, quiero mantenerme distante. Lo sabes.

-Lo que pasó, yo tampoco lo entiendo y me gustaría hacerlo, pero no te presionaré con ese tema pues son cosas mías, son cosas con lo que yo debo lidiar. 

-Por favor ve a casa.

-No me niegues esta oportunidad de arreglar las cosas entre nosotros, puedo ver en tu rostro que estás disconforme con la situación también. ¿Acaso no me extrañas?

-Sabes que te extraño, sabes eso y mucho más. Me parece cruel lo que haces conmigo.

-Incluso yo mismo me desagrado en estos momentos, pero nada puedo hacer, me conoces tanto que sabes que no me iré sin que aceptes salir conmigo.

-Estoy seguro que lo que pasó te generó problemas, se notó en el rostro de Tao cuando se fue.

-Eso no tiene nada que ver. Si sigo estando mal contigo seguiré estando mal con los demás.

-No puedes culparme de eso.

-Tienes razón, es algo estúpido culparte y no lo hago… no se me ocurre nada más para hacerte cambiar de opinión.

Chanyeol se quedó en silencio.-Primero deberías centrarte en Han.

-Sé bien lo que acabo de decir, y aunque suena a contradicción: Han y yo hablamos, arreglamos las cosas y demás.

Chanyeol alzó el rostro y sonrió pues no pudo evitarlo, sus comisuras simplemente se abrieron paso en sus mejillas casi queriendo alcanzar sus orejas.- ¿En verdad? En verdad me alegra mucho eso. ¿Qué fue lo que te dijo? ¿Qué pasó? -Mordió su labio inferior, por un momento le pasó por la mente abrazar al otro en señal de “felicitación” pero la consciencia que aún le quedaba lo mantuvo fuertemente atado al suelo.

-Te lo contaré si vienes conmigo ¿Sí? No quisiera compartir esta historia con nadie más.

Chanyeol dudó.-Iré, pero debes asegurarme que no hablaremos sobre nada más, sólo de Han ¿Bien? –Barreras, debía colocarlas bien altas y sólidas para que aquella salida no se saliera de control. Ante la respuesta positiva de su mayor terminó por pedirle unos minutos para ir a asegurar la puerta de entrada y sacar artículos necesarios para regresar por su cuenta.

Una vez que el de cabello castaño subió al vehículo, el ahora pelinegro encendió la calefacción con prisa, notando. Sus manos se movieron en todas direcciones, comprobando el gas, las direcciones, el freno, los espejos y al final terminando por encender en totalidad.- ¿Qué tal tu día? Seguro debes de estar aburrido como ostra porque tus padres salieron de viaje ¿No? -Preguntó, manteniendo parte de su atención en el camino y su periferia, y a veces centrándose en el quebradizo cabello del otro.

El más bajo colocó su cinturón y apoyó su cabeza sobre éste para así mantener su rostro fuera del alcance de la visión adversa. Sus manos juguetearon entre sí por nerviosismo. Escuchó la pregunta efectuada y soltó el aire dentro de sí, el mayor recordaba incluso esas fechas, no era tan extraño, después de todo se conocían de muchos años atrás.- No sé qué tan aburridas estén las ostras, pero al menos tienen una perla, yo sólo tengo un celular barato y una cuenta de cable e internet sin pagar. Mi familia es una desconsiderada. -Le habló en un tono bajo cual si le pesara manipular su lengua y mandíbula. 

-¿Hm? -Desvió la vista cuando se detuvo en el semáforo, sus labios se habían curvado sutilmente, siendo la palabra 'dulzura' la primera que llenó su mente en cuanto notó la posición que el otro adquirió. Rió por lo bajo luego de sus palabras.-Qué complicada tu vida. –Rió suave. Su mano se alargó para encender el estéreo pero se topó con la ajena que pareció estuvo destinada a hacer lo mismo. Recuperó su postura al cabo de nada tras una leve torpeza.- Enciéndela tú. –Le pidió emprendiendo nuevamente la marcha para sortear un par de calles y abrirse pasos por las avenidas que los llevarían a las carreteras costeras.

Chanyeol sólo asintió y fue entonces que sintonizó una canción que conocía bien y que sabía le gustaba también a su mayor. Las falanges del mayor dieron un sutil apretón al volante, sonriendo con soltura al posar la vista al frente y su pie hundirse en el acelerador, contando los minutos que faltaban hasta comenzar a ver agua a su costado izquierdo.

El menor se reincorporó en el asiento para así ver los señalamientos que pasaban. -¿Iremos a ver el mar…? –Bajó un poco el cristal e inspiró con fuerza percibiendo en el aire aquel ambiente costero y ese olor tan peculiar a sal.

Kris sólo asintió. Su cuerpo se apoyó sutilmente contra el marco de la ventanilla, olisqueando el aire antes de sonreír nuevamente.-Ya casi llegamos… -Anunció, descendiendo sutilmente la velocidad al aparecer la costa frente a su vista, inhalando aquel aire puro que sólo la playa tenía.

-¿Qué haremos aquí? –La curiosidad de Chanyeol lo superó una vez que ambos bajaron del auto.

-Comer, alimentar a las aves, nadar con delfines; no lo sé, lo que quieras hacer. –Se encogió en hombros.

-Dudo que haya delfines, si acaso podríamos nadar con un atún…-Arrugó la nariz.

Kris soltó una vaga risa.-Eso será más divertido todavía. 

-Hyung, no traigo calzado como para pisar la arena, además hace frío.

-Eres tan quejumbroso. ¿Dónde quedó tu espíritu de aventura? Hemos hecho cosas más tontas que caminar sobre la arena con zapatos.

-Pero quiero cambiar, ser un hombre de bien. –Bromeó.

-Anda, vamos. –Le tendió la diestra.

-Iré. –Musitó sereno rechazando tomar la mano del otro para retirarse el calzado y los calcetines.-Debemos aprovechar que la arena no está caliente, -Musitó comenzando a avanzar el solitario.

Kris le imitó aunque no le gustó tanto que su mano no fuese tomada.

-Es un lindo día a pesar de lo frío que es. –Masculló Chanyeol cuando el más alto lo alcanzó.

-Lo es.

-¿Qué llevas ahí…? –Cuestionó el más bajo al ver que el otro llevaba una mochila.

Kris se encogió en hombros. -Cosas.

-Las cosas son divertidas. –Musitó sin mucho interés.

-Lo son… me parece que estás muy serio.

-¿Sí? –Bostezó.- Debe de ser porque me secuestraron.

-¿Así? –Ahogó la idea de sonreír.

-Sí, un dragón me sacó de mi casa para traerme a su guarida secreta.

-Ese dragón suena como un completo cruel y despiadado.

Chanyeol asintió.-Es terrible. –Se relamió los labios en un intento gandul de esconder su sonrisa.

-¿Lo ves? Nada te cuesta sonreír.

-Pero a ti sí, son mil dólares. –Extendió su mano mostrando así su palma.

-Vaya, qué barato. –Musitó el mayor entre risas.- ¿Puedo abonártelo a una cuenta?

-No, efectivo únicamente. 

-Cuando me paguen el rescate por ti entonces te pagaré yo a ti.

-Suena justo, pero seguro que mis padres no quieren que regrese. –Comentó entre risas.

-Tonto. –Le reprendió.

-Hace mucho frío y eso me atonta.-Se excusó. Sus parpados cayeron seguidos de sus palabras y todo debido al viento que era acompañado por retozos salinos acompañados con el aire frío y cortante, llegaban no sólo a hacer daño en su sensible piel, sino también a sus ojos, los cuales mantenía ocultos de esa manera, "a salvo". 

-¿Quieres sentarte? –Preguntó el más alto.

-Sí. Mi intuición me dice que el aire golpea menos fuerte a un nivel más bajo.

-Ahm… no entendí lo que quisiste decir, pero fingiré que lo hice. –Murmuró el más alto. Abrió la mochila y sacó una pequeña manta en color azul, la colocó sobre la arena y la extendió al colocarse de rodillas en un extremo.

-Creo que mejor la tomaré y me envolveré como un rollo de sushi. –El menor entonces tomó asiento.

-¿Tienes tanto frío?

-No, sólo molesto. –Admitió.

-No hagas que me preocupe por ti.

-Bueno, entonces de una vez te aviso que si me ves inconsciente es porque me quedé dormido.-Aprovechando que sus padres no estaban en casa libremente podía desvelarse, a pesar de que a veces no era por gusto.

-Entonces mejor recuéstate.-Sugirió.

-¿Y si se me sube un cangrejo? –Su rostro se contrajo en una mueca de fingido miedo.

-Te tomaré una foto.

-Ah, bueno, siendo así entonces todo bien. –Alzó los pulgares.- Eish. 

-Mira… -Señaló el mayor a la distancia.

Las manos de Chanyeol hicieron una especie de visor.- ¿Es una tortuga?

-Me parece que sí.

-¿Qué hace aquí? 

-Debe estar perdida. 

-La llevaré al mar. –El menor estuvo por ponerse de pie, pero el mayor lo detuvo. -No, deja que se vaya sola, es parte de su naturaleza hacer eso por sí misma-. Masculló con tranquilidad tratando de hacer que el más bajo regresara a sentarse.

-Pero… es un largo tramo hasta el agua. –Señaló el castaño.

-Las tortugas marinas tienen el instinto, ella sola encontrará el camino.

-El mar es inmenso, sería extraño que no lo encontrara. –Rió.-Uhm… no me siento cómodo… Podría pasar un corredor o algo, podrían aplastarla los bañistas. 

-La cuidaremos desde aquí, si vemos que corre algún peligro iremos por ella. –Le ofreció una solución a su preocupación.- ¿Sí?

-Supongo que sí… -Murmuró apenas audible terminando por colocar su espalda contra la manta. -Pero es que es tan pequeña y bonita… no la veré más porque si no terminaré por llevármela a casa.

-No, no puedes hacer eso. –Le espetó sereno.

-¿Por qué?

El mayor no supo qué argumentos dar, así que sólo dijo lo que primero le pasó por la cabeza. -Porque esa tortuga debe ir a encontrarse con sus hermanos, no sé, encontrar pareja y ser una tortuga feliz.

-Le compraré otra tortuga para que sea su pareja.

-Entonces le estarías imponiendo una pareja. El océano tiene muchas otras tortugas que podrían hacerla feliz.

Chanyeol guardó silencio, de alguna manera creyó que el mayor le trató de dar una lección o algo parecido. Kris quiso mencionar que sus comentarios no iban con intención de ser indirectas, sólo habló por hablar, nada tenía que ver con su menor, pero al final no dijo nada al respecto. -Bueno, ahora que nos quedamos sin tema de conversación. ¿Cómo has estado?

-Me encuentro tranquilo. –Colocó sus brazos detrás de su cabeza como almohada, dejando sus ojos cerrados.- ¿Cómo estás tú? 

-Las cosas con Han mejoraron en demasía, por ello me siento más que bien. –Una sonrisa se expandió de oreja a oreja.

-Te oíste tan “feliz” que casi podría morderte. -Rió un poco, recordó entonces su boba manía por hincarle los dientes a los hombros de su mayor. Tosió poco después para aclarar su grueso tono de voz.- Me alegra mucho que se hayan arreglado las cosas entre ambos.

-Parece que tengo la mala costumbre de lastimar a las personas que más quiero.-No cerró los ojos, sin embargo su parpadeo se hizo suave y cansino.

-No puedes hacer a todos felices, Señor Wu. –La arena se sintió tan cómoda que creo que podría quedarse dormido.

-Debería de haber una manera.

-Uno no puede estar feliz todo el tiempo, uno sufre en consideración de las cosas que le han pasado antes; si siempre eres feliz cuando pase una pequeña e ínfima cosa te destrozará ¿No es así? Las malas vivencias nos hacen apreciar las buenas y nos hacen fuertes, bueno… eso es lo que creo.

-Me gusta hablar de estas cosas contigo porque eres… no lo sé, maduro, inteligente. Me das una percepción más amplia de todo. –Admitió.

-Nunca has apreciado mi talento.

-Siempre lo he apreciado, sólo que nunca te lo había mencionado. –Murmuró dejando por fin cerrados sus ojos.

-Sigamos… -Pidió quedito.- ¿Qué pasó con Han?

-Ayer nos sentamos a conversar, me dijo todo lo que sentía y lo que pensaba. –Resopló.-Después de que él me explicó todo me di cuenta de que fui un idiota y no me di cuenta, no me percaté de todo el mal que le hice… algo mal debe de haber en mí.

-No eres idiota, gege. –Se limitó a decir.

-En verdad lo soy; cuando él sacó por fin todo lo que pensaba, me sentí terrible. Fui muy egoísta… no lo sé. Chanyeol, tú que me conoces podrás contestarme, ¿Cuándo me volví tan insensible? No, creo que esa no es la palabra correcta… no sé ni lo que soy.

-Lamento decirte que ya te conocí así. –Bromeó.

-Es en serio… siento que pasé mucho tiempo tratando de destacar en todo, tratando de mejorar en todos los aspectos vanos de vida para no tener que enfrentar todo lo que me pasaba… -Terminó por acompañar al menor en su posición.- ¿Sabes? de alguna manera sentí que cuando papá murió ya no había nada que atara a Han a mí… No sé, quise darle libertad y en cambio lo alejé a tal punto que llegó a detestarme. 

-Creo que ambos se malinterpretaron, de ahí surgió el problema. –El sonido del oleaje lo relajó bastante, por ello su voz sonaba más suave de lo habitual.

-No quiero que algo así vuelva a pasarme.

-Tienes buenos sentimientos, Kris… A veces piensas por los demás, ese es tu problema… Crees que tal o cual cosa es mejor para las personas que quieres y actúas sin preguntar.

-Supongo que así soy… es difícil cambiarlo.

-No debes de cambiar, sólo moldear todo eso de ti que no te gusta. –Gruñó descontento con sus propias palabras.- No sé ¿Por qué me escuchas? Soy bastante inútil para dar consejos.

-No sé qué tan bueno seas dando consejos, pero eres a la única persona que escucho y que me escucha. Tú opinión me importa.

-¿No tienes hambre? –Cambió de tema de manera abrupta.

-¿Eh?

-Me sacaste de mi casa, que me alimentes es lo justo.

-¿Por qué evades hablar conmigo de cosas más serias?

-Porque quizá lleguemos a un tema que no me gustará… el ambiente será como de película de terror. –Trató de hablar con una voz lúgubre.

-Nuestras conversaciones siempre han sido así… tontas y después profundas… no es como que algo deba de cambiar.

-Hyung… te pedí espacio y no me lo diste ¿No puedes siquiera dejarme cortar temas de conversación?

-Es que el no hablar ocasiona todos los problemas…

-Pero nosotros ya aclaramos todo ¿No?

-No lo sé. –Claramente había mucho de qué hablar con su menor.

-Sí, ya se aclaró todo.-Puntualizó tajante.- ¿Podemos ir a comer?

-¿Justo ahora?

-Sí.

-Bien ¿Tienes hambre en verdad?

-Sí, de verdad tengo mucha hambre. -Asintió despacio.

-Tengo comida en la mochila también.-Se giró para así tomarla.

-¿La preparaste tú?

-¿Por qué? –Enarcó una ceja.

-Porque si la preparaste tú mejor me hago un sándwich de arena. –La idea en sí le pareció divertida.

-No cocino tan mal.

-No, no cocinas. Punto.

Rodó los ojos. -No lo cociné yo… lo compré.

-Entonces encantado de comer lo que trajiste.

Kris sacó los contenedores plásticos con comida.

-Vaya, comida italiana en la playa, que cosa más rara. –Sonrió el menor.-En realidad me encanta la idea y las cosas raras. –Admitió. Eligió el plato que tenía espagueti y albóndigas bañado en lo que parecía una salsa de tomate. 

-¿Quieres que compartamos?

-No sé ¿Qué es lo que tú comerás?

-Calzone.

Sin querer Chanyeol comenzó a reír con fuerza, conocía el platillo y aunque el nombre no era tan gracioso la manera tan avergonzada en que su mayor lo dijo le hizo estallar en risas.

-¿Te burlas de mí? –Cuestionó el mayor no queriendo ser arrastrado al ambiente cómico. Sus gruesas cejas se juntaron por encima de su nariz tratando de parecer molesto, pero la manera en que el otro tenía para reír le pudo más.- Yah… no te rías. –Le pidió entre risas alargando sus dedos para así presionar su abdomen, cosa que obviamente le causó más risa a Chanyeol y por consecuencia a él mismo.

Tras el largo episodio de risa, comenzaron a comer. 

Para Kris fue como regresar un par de meses atrás, a momentos donde podía comer con tranquilidad en compañía de su mejor amigo, hablar tonterías mientras se compartían de manera mutua la comida, y aunque hubo momentos incómodos y torpes, se sintió feliz de poder compartir un rato ameno con quien tanto extraño.
Chanyeol por su parte se sintió cómodo, sin el tema de “nosotros” en medio de todo pudo sentirse libre de sonreír, de regresar a su humor habitual aunque a veces su estado defensivo salía a la luz de manera muy torpe, interrumpiendo a veces los momentos “dulces” para convertirlos en graciosos y bobos.

Al término de sus alimentos, los párpados de Chanyeol poco a poco fueron levantándose, notando que el aroma de su mayor estaba muy presente en el ambiente, así mismo un calor muy cómodo. Segundos después se enteró que estaba entre los brazos de Kris. No se enteró en qué punto se quedó dormido, mucho menos como fue a parar al regazo adverso.-Kris… -Lo llamó en voz baja, ahí notó que el sol se había ocultado ya.

El mayor se removió un poco para verlo pese a la escasa luz. -Pensé que tendría que llevarte al auto cargando sino despertabas en los próximos quince minutos. –Esos quince minutos comenzaron una hora atrás, pero simplemente no quería moverse ni despertarlo.

-¿Qué hora es…? –Preguntó sorpresivamente tímido.

-Poco más de las ocho.

-Está oscureciendo y se acentuó el frío… -Frío era lo que menos tenía estando en los brazos del más alto.

-¿Quieres que nos marchemos?

-Por favor. –Habló adormilado. 

-¿No podemos permanecer un poco más así? –Cuestionó taciturno.

-¿Por qué…?

-Te extrañé mucho. –Su lengua rápidamente recuperó el movimiento. -Además abrazarte cuando estás dormido no es lo mismo que cuando estás despierto.

-¿En que difiere además de lo obvio? –Estuvo tentado a rozar el pecho del otro con sus dedos.

-Ahora tienes la oportunidad de corresponderlo… si eso te parece bien.

Cerró los ojos con fuerza. -Fan…

-Chanyeol. ¿Es tanto lo que te estoy pidiendo? –Su voz sonó afligida.

No era mucho entregarle un abrazo, el problema recaía en que le daría más que eso, dejarse llevar conllevaba más que sólo rodearlo con sus extremidades. -Haces muy difícil que te deje ir.

-Antes solíamos hacer esto… -Le recriminó.

-Antes solía fingir que no estaba enamorado de ti. –Murmuró.

Kris quiso decir mil cosas pero prefirió callar.

Suavemente las manos del castaño se colaron por la cintura ajena, rodeando suavemente la misma. Hundió su nariz en el pecho del otro y aspiró.-Después de hoy no vuelvas a buscarme, Kris. 

-Imposible. –Para él no buscarlo era simplemente imposible.

-No, no lo es… -Tragó duro y se armó de valor.- Una vez que termine este periodo escolar me iré a Estados Unidos.

Su rostro mostró desconcierto. -¿Qué…? 

-Pedí una beca.

-¿Cuándo?

-Hace un par de semanas… me la han dado.

-Vaya eso es… vaya. –Lo apretó un tanto más sin querer.-Felicidades…

-Gracias.

-¿Cuánto tiempo será? –Preguntó distraídamente. 

-No mucho, medio año.

-¿Eso es poco para ti?

-De haberla pedido antes hubiese podido irme más tiempo.

“No quiero que te vayas” se quedó en la punta de la lengua del mayor.

-Será mejor que nos vayamos, Kris. Siento mi espalda húmeda por efecto de la arena.

-Sí, es mejor levantarnos. -Ambos se pusieron de pie. Al instante Fan envolvió al más bajo en la cobija después de tratar de quitarle toda la arena posible tras unas sacudidas. -¿Todavía tienes sueño?

-Ahá. –Bostezó agradeciendo torpemente por sus atenciones, atrapando la tela entre sus dedos para que así no resbalara por sus hombros.

Ambos caminaron de regreso al auto y subieron en silencio, así mismo fue todo el trayecto hasta la casa del menor.

-Gracias por el lindo día, Kris. –Chanyeol se permitió sonreír abiertamente desde la puerta de su casa.

-Quiero quedarme esta noche contigo. –Habló sereno pero con atropellamiento oculto.- Prometo no tocarte, prometo sólo quedarme en la cama y hablarnos hasta quedarnos dormidos.

-Pondríamos distancia… 

-¿Distancia? Te irás seis meses a otro continente… ¿Qué más distancia que eso?

-¿Quieres que mis últimas semanas en Seúl piense todo el tiempo en ti? ¿En este maravilloso día? No Kris, eso excede mis límites.

-Pretendes hacerme sentir egoísta, y bien lo soy… pero ¿y tú? Tú te vas a ir y de no ser porque hoy te presioné no me lo hubieses dicho. –Inhaló con fuerza.- ¿Qué más no me dices?

Chanyeol agachó el rostro.

-Lo haces duro para ambos.

-Duro es que hoy compartirás la cama conmigo y mañana dormirás en la cama de alguien más.

-No digas eso. 

-Es la verdad.

-No, es lo que usas para alejarme. No te estoy usando, tampoco es que quiera confundirte más… tú ya tienes en claro lo que sientes y yo... –Ahogó su voz sin querer decir más.-No soy del tipo de persona que es infiel, tampoco creo que merezca tu desconfianza.

-No quiero que te quedes… 

Kris negó.- ¿Por qué?

-Porque después querré más y no podrás dármelo.

-¿Más tiempo? 

-Que sientas más por mí.

“No sabes lo que siento por ti” se quedó rondando en los pensamientos del mayor.

Las llaves del menor cayeron en la cerradura, abrió la puerta y desde dentro se despidió del otro. -Conduce con cuidado a casa. Dale mis saludos a Han, ojalá ahora que el trago amargo pasó quiera hacer un esfuerzo y recordarme. –Sonrió dulce y adormilado.

-Él te recuerda, me lo confesó ayer… me dijo que lo disculparas.

-Es mi hyung, lo perdono.

-¿Y a mí?

-No tengo nada que perdonarte. 

-Todavía no… -Sostuvo la puerta con su diestra para que no fuese cerrada y entonces se adentró en la vivienda ajena.

INSANE (KAISOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora