CAPITULO 17

5.1K 347 20
                                    

Era un frío lunes por la mañana, el viento parecía colarse por cualquier recoveco, incluso por debajo de las prendas de los transeúntes los cuales eran tomados desprevenidos. Eran de esos días donde la gente se vuelve malhumorada y donde todos avanzan deprisa para huir del aire gélido. No era de extrañarse que sólo unas pocas almas anduvieran por la calle.

-Disculpa….– Un joven bajito de apariencia dulce llamó a una de las pocas personas que logró divisar, la que estuvo más cerca de él y la que parecía conveniente como ninguna.- Oye… -El joven no le hizo caso y tan sólo pasó por enfrente de su vista pese a sus obvios intentos por alcanzarlo. –Disculpa… Buenos días... –Le alcanzó. No debía desaprovechar su oportunidad. Caminó con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, puesto que tenía frío. Hizo entonces una venia mientras avanzaba pues parecía que el otro no se detendría.

El chico llevó sus manos a los bolsillos de su gabardina y mantuvo una expresión serena y tranquila sin dejar de avanzar.- No hablo coreano. –Dijo excusándose, conocía el idioma, pero no tenía intenciones de charlar con nadie. 

El más bajo sonrió suave al captar el acento del otro. Se mantuvo un par de segundos en silencio, viendo con cautela el rostro ajeno, ahora que estaba de “frente” se sintió algo intimidado por lo lindo que era.- Eres atractivo. –Dijo sin realmente pensar sus palabras, aunque fue en el idioma que se supone que el otro desconocía.-Yo, lo siento… -Dijo ya hablando en mandarín.- Disculpa, necesito encontrar la escuela a la que asistiré, me parece que tu uniforme y el mío son iguales… ¿Me podrías decir dónde queda la academia? –Dedicó una de sus mejores sonrisas para el contrario.

Luhan se sorprendió un poco ante su buena pronunciación, dudó si era de su país o de ese donde ahora estaba-. No. –Dijo sin mucho interés avanzando más rápido.

El chico de cabello oscuro, lo miró a la distancia sin saber qué hacer, se sintió extrañado por sus palabras ¿Estaba jugando? ¿Era una manera bromista de decirle que debía seguirlo? Suspiró cansino, dado que no tenía mayor opción decidió seguirlo puesto que no había otra manera de encontrar la dichosa escuela, asumiendo que el chico de hebras casi rubias iba para allá.

Luhan se detuvo unas calles adelante al advertir que lo estaban siguiendo. -¿Cuál es tu problema? –Cuestionó girando apenas el rostro.

-¿Ah? -Agachó la cabeza durante unos segundos para denotar su pena. -Yo sólo quiero llegar a la escuela… –Murmuró algo preocupado por la reacción del chico, su apariencia era más dulce que su personalidad.-Espera… ¿Acabas de hablar en coreano? –Cuestionó señalando al más alto con el dedo índice, lo escuchó con bastante claridad.

-No. –Volvió a su idioma natal reanudando el paso puesto que el semáforo que impidió que avanzara ya estaba en verde para él.

-Sólo dime cómo debo llegar. –Le alcanzó de nuevo.- Sólo eso, después no te molestaré de nuevo, lo prometo, no quiero llegar tarde a clases, menos en el primer día. –Junto sus palmas como manera de súplica.-Por favor, por favor, por favor…

Luhan suspiró para luego relamer sus labios.- La verdad es que no sé cómo llegar, estoy perdido. –Admitió. Había estado caminando de un lado a otro tratando de perder al más bajo, terminó perdido. No conocía la cuidad; para nada, además las instrucciones que le dejó su hermano menor eran inentendibles, esos horribles garabatos no parecían un mapa, parecían los dibujos de un niño de preescolar.

-¿Eh?... ¿No sabes dónde estamos? –Negó despacio y sus ojos se explayaron.

-Es tu culpa por seguirme. –Dijo el más alto.

-Yo pensé que sabías llegar, si ya decía yo que era raro ver sólo un estudiante siendo que es una universidad muy grande ¿Ahora qué hacemos?

Luhan arqueó una ceja. -¿Hacemos? Yo no vengo contigo.

-Oh, oh…. Lo haces de nuevo, estás hablando en coreano. –Se quejó el de más baja estatura.

LuHan cerró los ojos unos segundos, revolvía los idiomas sin querer, estaba tan distraído que no se dio cuenta hasta que se lo mencionaron.-Deja de seguirme ¿Ok? –Ya no quiso seguir pretendiendo, por ello se mantuvo hablando en coreano.

-Ambos estamos perdidos ¿Por qué no podemos ir juntos? Debemos llegar incluso al mismo lugar. –Ladeó el rostro razonando sus propias palabras.

-No quiero ¿Es tan complicado entender que no quiero estar contigo? –Cuestionó arreglando su cabellera.-No sé ni quién eres.

-¿Por qué eres tan grosero? –Preguntó el más bajo en estatura extendiendo su mano pese a las palabras adversas.-Soy MinSeok. –Señaló.- ¿Cuál es tu nombre? 

-¿Tú eres coreano? –Luhan tomó la mano del otro muy superficial.-Tu nombre suena de esa manera.

-Lo soy. –Asintió.

-¿Y cómo es que no sabes dónde estamos? 

-Porque yo no vivo en la capital.

-¿Y? –Ladeó el rostro.

-¿Acaso tú conoces todos los rincones de China? –Cuestionó Minseok entre risas.

Luhan negó sin prestar mucha atención. -Olvidé mi móvil, ¿Me prestas el tuyo? –Con suerte lograría ubicarse en un GPS. 

-¿Para qué? ¿A quién llamarás? –Sacó entonces lo que le pidió, no era más que un celular de los primeros modelos que salieron al mercado.

-¿Qué es eso? –Cuestionó el rubio.

-Un celular. –Dijo extrañado.

-Eso parece algo que sacas de una caja de cereal. –Murmuró tomando el artefacto.-Es como uno de esos que tienen bolitas goma de mascar dentro. –Agitó aquel aparato en su oído.

-¿Eh? –Minseok de cierta manera era algo inocente, por lo que no entendió de que hablaba.

-No tiene ni siquiera entrada para auriculares, esto es demasiado antiguo. ¿No crees?

-No puedo costarme algo más caro. –Tomó de vuelta su móvil estando algo avergonzado.

-Lo siento, no quise ofenderte. –Se disculpó mirando a otro lado. Tomó aire mirando los letreros de las calles, no identificaba los nombres de éstas. -No reconozco ninguna… -Señaló los letreros.

-Podríamos preguntarle a alguien.

-Eso debimos hacer desde el comienzo. –Se quejó el rubio. Se acercó a un puesto de revistas y preguntó indicaciones, después de unos minutos regresó con el recién conocido.- Dice que sólo debemos avanzar en línea recta por la siguiente avenida… así que debemos llegar a ella. –Señaló a su derecha puesto que por ahí le habían indicado.

-¿Entonces iremos juntos? 

-Iremos a donde mismo, sólo eso.

MinSeok sonrió, a pesar de que el otro parecía un gruñón decidió ir con él, no creía que ese rostro pudiese ser el de alguien sin un buen corazón.

-¿Al menos recuerdas como regresar a tu casa? –Preguntó el rubio creando entonces conversación, ya iban juntos ¿Qué más iba a hacer?

-Desde aquí… supongo que debo preguntar. Vivo en las afueras de la cuidad, hago dos horas al menos.

-¿Quieres decir que te levantas a las cinco de la mañana para llegar aquí?

-No, si haces cuentas a esa hora debo tomar el autobús, debo levantarme más temprano para alistarme… -Señaló hablando de manera dulce, parte de su personalidad que lo hacía ver adorable sin querer la mayor parte del tiempo.- ¿Por qué estamos hablando de mi vida? –Se quejó cruzando sus brazos.

-Yo sólo te pregunté algo, tú eres quien se extendió. –Argumentó al esconder sus manos en sus bolsillos.

El de cabello más oscuro negó.- Sólo estoy jugando, te tomas todo muy literal ¿Sabes?

-¿Qué aquí en Corea no tienen respeto por sus mayores? ¿Cuántos años tienes? ¿20? Yo soy tu mayor, háblame formal. –Dijo Luhan tratando de no comentar nada al respecto.

Asintió. –Sí, es cierto, aquí somos muy respetuoso. –Musitó.- Soy del noventa, quien debería de hablarme de manera formal eres tú.

Repasó sus facciones. -Mentira, no tienes más de veinte años.

Rió con ligereza al oír aquello. -Y aunque tuviera veinte años, tú no pasas de los dieciocho. 

-Soy del noventa también. –Señaló enseguida, de los finales, pero sí.

-Entonces sigo siendo mayor. –Murmuró.- Jum… No sé porque estamos hablando de cosas sin importancia, sólo dejemos ese tema, ya nos hemos perdido juntos, está de más la formalidad.

-No nos perdimos juntos, te recuerdo que tú me seguiste en contra de mi voluntad.

-¿Hubiese sido mejor dejar que te fueras solo? –Cuestionó entre risas.- Yo creo que no, así que no te quejes, dongsaeng. 

-¿Por qué no llamaste a tu casa para preguntar cómo llegar? 

-Dongsaeng, creo que ya quedó claro que soy pobre, así que deja de pedirme que haga cosas imposibles. –No se avergonzaba de hablar tan libremente, después de todo era muy sincero.

-No puedo creer que no tengas teléfono. –No pudo evitar ser demasiado torpe, aunque sus palabras fueron sin intención.

-Te di mi teléfono, podrías llamar a los tuyos.

Luhan se negó enseguida, prefería estar perdido a pedirle ayuda a su hermano menor.

-Agh… ya me desesperé, no quiero llegar tarde ¿Y qué si me cancelan la beca? –Cuestionó el de más baja estatura apurando el paso.

-No creo que por un día que faltes eso pase. –Se quejó el más alto. –Cálmate. Ya llegamos a la avenida, sólo debemos avanzar en línea recta por aquí y ya está.

-No me fue sencillo conseguirla, así que debo de esforzarme por conservarla.

-Apurémonos, entonces. –Aceleró el paso.

-Oye… No me dijiste tu nombre. –Dijo mientras le alcanzaba.

-Soy Luhan.

-¿Eres chino o sólo lo fingiste antes?

-Lo soy.

-Wow, tu cara no lo parece en absoluto.

-Ah, ya sé, soy… ¿Cómo dijiste antes? Atractivo. –Comentó entre risas.

Recordó entonces lo que dijo, lo había olvidado por completo, sus mejillas se colorearon rosas sin saber si era por estar casi corriendo o por la vergüenza de lo que el otro dijo.-Lo eres… -Dijo sonriendo extenso para hacer pasar la pena.

Pasaron un par de minutos y lograron dar con la escuela, fue una sorpresa cuando ambos se dirigieron al mismo salón. Ambos rieron.

-Luhan… pensé que no llegarías ¿Por qué tardaste tanto? –Cuestionó Kris quien lo esperaba.- Siéntate a mi lado. –Retiró su mochila para que el otro se sentara.

-Me encontré con un amigo. –Dijo tomando la mano del recién conocido para así halarlo hasta la parte trasera del aula.-Me sentaré con él.

MinSeok sólo se dejó llevar, le gustó que tomaran su mano, el otro era cálido. En seguida notó que había algo mal entre ellos, por lo que supo que el que se lo llevase había sido una manera de molestar, pero no le importó, ser su amigo sólo sería cuestión de tiempo si el menor seguía queriéndole demostrar algo a ése otro chico.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Extendió su mano tratando de alcanzar una “lágrima”, una de esas tantas gotas de agua que caían del cielo. Suspiró con suavidad llenando su olfato de ese olor que se formaba en el ambiente a la condensación del vapor de agua contenida en las nubes. Suspiró cansino, el día parecía “triste” o quizá era sólo su percepción, otras personas parecían divertirse con ella.

-Donuts… 

KyungSoo apartó la vista de su mano humedecida para así prestar atención a quien le llamaba. Sus ojos se abrieron en demasía.- Baekhyun-ah… -Murmuró entre alegre acercándose al mayor para así rodearlo en un abrazo. -¿Cómo estás?

Baekhyun correspondió el abrazo del pelinegro con cierta fuerza, hacía ya, cuatro días que no lo había visto. -Me siento mejor, creo.

-¿Cómo está tu madre? –Cuestionó todavía desde su espalda.

-Mucho mejor. –Se separó para así acompañarle. Apoyó sus brazos sobre el barandal importando poco que su suéter en tono amarillo, ése que pertenecía a la escuela se mojara.

-¿Pasa algo? –D.O le miró de soslayo. -¿Fue tan mal el funeral? Debiste dejar que fuera contigo.

-No, no quería que estuvieras ahí, mucho llorar y sufrir; eres muy susceptible, luego terminas llorando más que yo. –Dijo como broma.

-Aun así, me hubiese gustado estar ahí para ti.

Negó despacio.- No pasa nada, eso ya fue.

-Parece que no has dormido bien, no puedes mentirme. –Sonrió suave KyungSoo.

-No ha sido por lo que crees. –Tosió, había estado descuidando su salud últimamente. -¿Sabes que Kai me dejó? –Cambió el tema de manera abrupta.

Un sofoco llegó de pronto.- ¿Eh?

Agachó la mirada, en sus pilas se reflejó el agua de los charcos de la lluvia, pero realmente no veía nada. -Yo lo necesitaba y él me dejó.

KyungSoo se quedó callado sin saber qué decir. Ya sabía eso, quiso prepararse para esa conversación, pero no lo logró. Le dio suaves palmadas en la espalda.

-No puedo entender que hice mal… -Murmuró taciturno.

-Nada, no hiciste nada mal, Baekhyun, si él te dejó seguro no fue tu culpa. No digas eso. –Dijo casi exaltado.

Rió sin querer. -¿Cómo puedes estar tan seguro?

-Porqué… te conozco, sé que eres un buen chico. –Despeinó su propia cabellera, casi molesto.

-Por más que pienso no lo entiendo.

KyungSoo suspiró cansino, no sabía qué decirle.

-Siento que ya no puedo confiar en nadie. –Apoyó su cabeza en el hombro del otro.

El de cabello oscuro llevó su diestra por encima de los hombros del otro para así abrazarlo.-No pienses en eso, ¿sí? Las cosas siempre pasan por algo. Todo se resolverá.

Baekhyun se escondió en el cuello del otro para así abrazarlo.- Tengo muchas ganas de llorar, Soo… No sé qué hacer para no sentirme así–. 
El de cabello oscuro comenzó a repartir caricias sobre su espalda, de esa manera esperó calmarlo.- No llores, Baek… por favor. –El pecho de Soo se contrajo, le dolía verlo así.

-No lo haré, no lloraré… pero tampoco pienso darme por vencido. 

KyungSoo se separó un poco para verle al rostro.- ¿Qué piensas hacer…?

-Hablar con él, la última vez estábamos ambos agitados… -Murmuró agachando la mirada.- Estábamos haciendo el amor.

El menor se quedó mudo al escucharlo, ese maldito dolor no se iba ¿Por qué? JongIn no era nada suyo y aquello le hizo sentir mal. Imágenes se formaron en su mente, cosas que no debió siquiera llegar a pensar.- ¿Ah, sí…? –Se relamió los labios.

-La manera en que me toca no puede ser tan carente de amor ¿No? Debo de significar algo para él… 

-No… no quiero saber éstas cosas… Si crees que es lo mejor hablar con él entonces yo te apoyo. –Dijo con sinceridad a pesar de que le dolía.

-Buenos días. –Murmuró Sehun quien recién llegaba. Al notar la presencia de quien por días no vio se preocupó un poco, no tardó en analizar la situación, pero… ¿Sabía que Kai estudiaba ahí? ¿Qué tanto sabía de todo lo que estaba pasando? Se asustó aunque su semblante no lo demostrara.

-Buenos días, Sehun. –Saludó D.O mirándolo, agradeció que alguien apareciera para salvarle de aquella conversación y en sí así fue puesto que el más alto le llamó a hablar en privado. Extrañado y algo curioso fue hasta él.- ¿Qué pasa? –Preguntó con cierto recelo.

-¿Cómo está? –Preguntó mirando de soslayo a Baekhyun.

-Él dice que bien, pero a mí me parece muy triste. –No entendió por qué el rubio le preguntó por el estado de salud de Baek, que él supiera no eran tan amigos, además podía haberle preguntado él mismo.

-Tú… supongo que sabes todo. –Murmuró para no ser oído.- ¿Conoces a Kai, no? El chico con el que me viste en el auto el otro día.

Asintió.

-Sabes que yo estuve saliendo con Kai cuando él estaba con Baek… ¿No?

KyungSoo desvió la mirada enseguida, se le fue el alma al suelo por su pregunta.-Sí… lo sabía.

-¿Todavía siguen saliendo?

Negó. -¿Por qué….? –No supo por qué el interrogatorio.

-¿Él sabe? –Preguntó angustiado.

-¿Qué…? ¿Qué-é cosa? -¿Qué era exactamente lo que le estaba preguntando? Tomó aire tratando de no delatarse solo.

-Que estudia aquí.

-Ah… -Alzó la vista.- No lo sé… supongo que no. –Tartamudeó. –No se lo he dicho… no sé cómo no fue lo primero que le dije… -Golpeó su frente ¿Cómo dejó pasar algo así? Su cabeza estaba en un torbellino, cosas al azar siempre aparecían para olvidar sus problemas.

Sehun suspiró. -Debes decirle… KyungSoo ¿Sabes que estará en nuestra clase, no?

-Él…- Sintió perder la respiración por un momento.

Sehun se cruzó de brazos-. Se supone que llegaría un alumno nuevo al plantel, a nuestra aula, como presidente de la clase fui a revisar… es él. No sé por qué no llegó en la clase pasada, supongo que algo debió pasar, pero no creo que falte hoy también. –Se alejó un poco más para así hablar más cómodamente. 

Si alguien sabía esa razón, era Kyungsoo. Negó cubriendo parte de su rostro, aquello debía ser una horrible pesadilla.

-Debes advertir a Baekhyun antes de que lo vea.

-Lo sé… -Alzó la vista.- ¿Y tú…? –Reaccionó de pronto.- ¿Estás bien con que él venga aquí…?

Asintió una sola vez. -Antier hablamos… Fue a mi casa por la noche.

KyungSoo tomó la tela de su pantalón y la arrugó entre sus dedos.- ¿Ah, sí? –No estaba como para escuchar más encuentros amorosos.

-Sí… Arreglamos las cosas.

-¿Qué quieres decir con eso? –Aclaró su garganta pues su voz no salió tan suave como siempre.

-Me pidió disculpas y ahora somos amigos, o al menos lo intentaremos. –Sonrió apenas.- Supongo que en su tiempo lo hará con Baekhyun… sin embargo no está de más avisarle.

Soo aflojó el agarre en su ropaje hasta destensar los dedos. -Entonces debo decirle antes de que se entere. –Musitó separándose del otro para ir donde su mejor amigo, unos cuantos pasos y estuvo nuevamente a su lado. –Baek… -Sus orbes se abrieron de par en par. Tragó duro mirando a quien estaba frente a ellos; JongIn.

Antes de que alguno dijera algo llegó el profesor del primer grado.

-Kai… -Baekhyun estuvo por hablar pero el moreno entró al aula rápidamente, casi camuflajeándose entre los otros alumnos. -¿Era Kai, no…? ¿Qué hace con el uniforme de la escuela?

Sehun se unió al resto del grupo enseguida.

-Él, él estudia aquí. 

-¿Desde cuándo? –Preguntó casi desesperado.

-Desde hoy… 

Baekhyun se sintió aturdido de pronto.- ¿Por qué no me lo dijiste? 

-Me lo acaba de decir Sehun. –Mintió.

-¿Sehun de dónde lo conoce?

No quiso responder eso. -Cálmate, Baek; ve a tu clase, cuando salgas hablamos, yo debo ir a clases.

-Necesito hablar con él. –Dijo tratando de avanzar al salón, obviamente KyungSoo lo detuvo. -Pareces un loco, por favor… ve a tu clase. 

-Soo… no debes dejar que se vaya. Haz lo que sea necesario para que se quede aquí, debo hablar con él.

Negó enseguida una y varias veces. -Yo no puedo hacer eso…

-Promételo.

-No puedo. –Rechazó la idea.

-Promételo. –Se lo pidió casi con lágrimas en los ojos.

-Lo prometo, ahora vete. –Le pidió entrando a su aula antes de que el profesor cerrara la puerta.
La situación no podía ser peor ¿Qué pasaría ahora que estaban forzados todos a convivir? La verdad no podría ser oculta por más tiempo, debía hablar, decir todo antes de que le explotara en la cara y perdiera a su mejor amigo para siempre.

Las clases fueron sofocantes para KyungSoo, sentía mucha presión, sentía ahogarse de manera física y mental. No podía más con ello, encima no había dormido bien en días, algo que para un chico enfermizo como él; era bastante nocivo. 

Kai observaba a Soo desde su asiento, cuando notaba que ésta se volvía fija desviaba su atención.

Cuando el primer periodo terminó pocas personas abandonaron el aula puesto que estaba lloviendo a mares. 

KyungSoo se relamió los labios conforme aflojaba su corbata, hacía demasiado calor así como excesiva humedad ¿O era él quien estaba sudando? Su pecho comenzó a acelerarse así como su respiración. 

-Soo… ¿Estás bien? –Preguntó uno de sus compañeros al ver que estaba con la cabeza recostada en la banca.

-Sí… -Dijo con suavidad. Respirar era cada vez más complicado, el aire parecía hacerse cada vez más denso y sus fosas nasales cada vez más estrechas.

-Estás sudado. –Se acercó Sehun a ver qué era lo que pasaba. Acercó su diestra a la frente del otro.

-Es sólo que tengo calor. -Cada folículo de su piel se abrió dejando paso a que sus vellos se erizaran, la mano de su menor estaba fría.

-Parece que tienes fiebre. 

-Estoy bien. –Dijo a pesar de que creyó que las gotas de su sudor se evaporarían al contacto con su piel, así de caliente se sentía. Sus fosas nasales incluso parecían arder al contacto con el aire, cuando éste pasaba por sus canales a sus pulmones los cuales estaban en un completo caos debido a lo poco que podía jalar de aquel alimento preciado para ellos.

-Vamos, te llevaremos a la enfermería. –Masculló Sehun. 

KyungSoo despegó su cabeza del pupitre para así negar. Se tomó de la cabeza pues está dolió.-Ahg… -No fue una novedad que se mareara y que su estado de consciencia fuese tan escaso.

-Yo lo llevaré. –Dijo Kai quien se acercaba a pasos firmes.

-¿Qué…? –Un sorprendido Sehun apareció.

-Yo lo llevaré. 

Sehun negó enseguida, millones de dudas llenaron su mente ¿Por qué de pronto se estaba ofreciendo? Como fuese no lo agradó en nada.

-Te he cargado a ti. –Le dijo al más alto de todos.- Él es más bajo, seguro no será problema.

-No sé… ¿Sabes dónde está? 

-Dime y llegaré.

-Tú debes quedarte aquí… Sehun, no dejes que él me lleve. –Dijo KyungSoo, estaba consciente de que necesitaba ir a la enfermería, no se negaría a ello, pero todavía podía oponerse a que él lo llevara.

-Soo… no perderé tiempo discutiendo. –Lo tomó por el brazo para que así se levantara su compañero. 

Kai se acercó y se agachó.- Deja que lo lleve en mi espalda. Será más sencillo.

Sehun lo dudó, pero al final accedió, su compañero estaba demasiado mal como para notar quien era quien lo llevaba, además él no podía bajarlo, tenía lastimada la pierna. –Ve con cuidado, y regresa en cuanto lo dejes, no puedo cubrir tu ausencia con el profesor. –Le advirtió aunque eso era una vil falacia.

El moreno asintió ya con el más bajo sobre su espalda. 

-JongIn… bájame por favor.

-No hables.

-Por favor.

El moreno no le hizo caso.

-¿Sabes? –Comenzó a relatar.- Los seres humanos somos los seres más sensibles de este planeta… y eso por eso que me haces sentir mal, JongIn… No suelo llorar, pero ahora es lo que más quiero. -Susurró, soltando lentamente el agarre que tenía en su uniforme. 

-Soo, no te sueltes ¿Estás loco? –Tuvo que parar pues sintió que el mayor se le caería.-Agárrate de mí, sólo faltan poco. –Fue imposible no sonar molesto.

Sus brazos nuevamente se cerraron, ahora alrededor del cuello opuesto.- ¿Por qué tuve que conocerte…? -Cuestionó en un susurro, entrecerrando sus enormes ojos.- Nunca había lastimado a nadie sino hasta que te conocí...

-No puedo asumir tus errores, hyung. –Dijo sereno y algo azorado.

-Me duele admitir que esto lo he causado yo solo, por dejar que una pequeña mentira se convirtiera en todo esto. 

-No sé qué decir sobre eso... Estás molesto, no diré nada para no perturbarte. –Reanudó el andar por las escaleras.

-Cuando alguien está enojado dice muchas cosas. -Explicó, inhalando profundamente puesto que aún necesitaba regular su respiración totalmente.- Perdón por todo lo que te dije ese día… estaba demasiado molesto porque me mentiste.

-Sólo quería pasar tiempo contigo.

-Lo sé, pero la manera no fue la correcta… yo quería confiar en ti, pero no puedo. –Soltó un débil quejido.

-Respira, KyungSoo... te hará más daño todo esto... –Se quejó, estaba más que preocupado.-No sé qué decirte, son muchas las veces que te he fallado. –Acomodó mejor a su mayor puesto que sentía se le estaba resbalando.

-Realmente tampoco quiero hablar de eso... No digas nada.

-No quiero que terminemos de esa manera, siendo como dos desconocidos.

Soo abrió un poco los ojos, estaba seguro de que estaban rojos, por la misma razón que los días anteriores y por ello los cerró.-Debes arreglar las cosas con Baekhyun… me pidió que no te dejara salir del salón y ahora estás aquí conmigo, debes volver.

-Eso lo veré después con él, por ahora debo llevarte a la enfermería, no dejaré que rompas tu promesa. –Dijo con tranquilidad. 

Llegaron a la enfermería y fue así como recostó a su mayor en una de las camas. 

-Me iré ahora. –Dijo Kai. La enfermera ya lo había revisado y le dio el remedio para que bajara la fiebre.

KyungSoo le sostuvo la mano.- Espera un poco más… por favor. –Murmuró. Estaba angustiado y con las lágrimas en la puerta de sus ojos. Estar enfermo le puso en demasía vulnerable.

El moreno no dio crédito a lo que sucedió, sólo asintió tomando asiento de nuevo, sus manos con temor se acercaron hasta las mejillas contrarias, utilizando sus pulgares para retirar aquellas lágrimas que inquietas habían escapado de los ojos opuestos.- ¿Por qué lloras…?

KyungSoo respiró profundo.- Porque... Porque estuve siendo fuerte todo el tiempo... Pero ahora ya… Ya no puedo. 

Su pecho se comprimió.-Por favor no lo hagas, me parte el corazón verte así. –Continuó limpiando sus lágrimas.

-Quiero, de verdad… pero mi cuerpo actúa por su cuenta. -Sus hombros se encogieron y mordió internamente el interior de su labio inferior, desfigurando sus sollozos lo suficiente hasta hacer de éstos unos lastimeros. 

JongIn se acercó al cuerpo adverso y lo envolvió en un cálido abrazo tratando de no despegar al otro de la cama.-Sé que te hice mucho daño, estoy tratando de enmendarme; ya has dicho que no confías en mí, pero quiero que lo sepas…

El más bajo respiró con dificultad y rozó suavemente su nariz contra la piel del menor después de haber acomodado su rostro sobre el cuello de éste mismo.- No puedo odiarte… como dijiste antes no puedes hacerte responsable de mis acciones… ya hemos hablado de esto. –Su diestra y zurda tímidamente abrazaron el torso adverso.- Por más que me esfuerce no podría, menos olvidarte y mucho menos dejar de sentir esto que siento por ti... -Musitó bastante bajito.

-¿Y qué es…? ¿Qué es lo que sientes por mí? 

-Yo te quiero, JongIn; te quiero tanto que me duele... Te amo.

El moreno apretó un poco más al otro conforme lo escuchaba, tal cual así que terminó por separarse de él para así besar cada una de sus lágrimas y donde tocaban, siendo esto todo su rostro. Sus labios repasaron todo el camino de lágrimas hasta sus labios los cuales besó con suma ternura en varios toques.

El pelinegro cerró lentamente sus ojos después de que el otro le separase. Sus labios temblaban por causa del propio llanto y a pesar de ello percibió sus besos. Suspiró despacio llegando a corresponder apenas. Sus párpados se cerraron con más fuerza. –No podemos… -Habló después de separarlo.

-No me alejes… -Sus brazos rápidamente fueron a parar a la cintura del mayor, aprisionándola con fuerza sin llegar a excederse en ésta misma.

-JongIn, no sé qué hacer… no quiero dejarte ir, siempre fuiste la persona más importante para mí, durante dos años estuvimos juntos… Esperé tanto para decirte que te quería en persona, no puedo dejar de sentir que tú y yo debemos estar juntos–. Habló entrecortado por las lágrimas.

El moreno suspiró despacio y se dedicó a escucharle nuevamente, analizar cada una de las cosas que decía. Se disponía a entender, a dejar que ese vacío en su interior no se interpusiera entre las mejores decisiones para ambos. Mordió internamente su labio inferior y acarició distraídamente la espalda opuesta, paseando sus dígitos por cada vertebra que conformaba a su columna.-Debemos estar juntos… tú eres la única persona que me ha importado, por favor no dejes que esto muera. Eres la primera persona por la que siento algo tan fuerte, no eres un simple capricho. Por ti me he obligado a cambiar, mejorar poco a poco, tal vez doy dos pasos y retrocedo tres pero no me rindo. Odio rendirme cuando en verdad quiero algo, en éste caso, cuando en verdad amo a alguien y es por eso que estoy dispuesto a hacer lo que tú dictes. Lo que tú decidas, yo... Yo simplemente aceptaré y daré todo lo que en un principio no pude dar de mí.

-JongIn… -Se apartó de donde se encontraba y luego arrepentido sus dígitos inconscientemente se cerraron más alrededor de aquél suave dorso, soltando incluso un suspiro que no demostraba más que los segundos en los que su respiración se había extinguido. Sus cejas se arquearon y mordió su labio inferior, entrecerrando sus párpados lo suficiente para impedir que esas lágrimas que amenazaban por salir afloraran de entre ellos. 

En ese momento alguien se aclaró la garganta. Ambos se giraron mirando entonces a un figura alta, una persona sumamente conocida para KyungSoo pero que JongIn no pudo reconocer.

-Chanyeol… -Lo llamó el más bajo todavía con lágrimas en el rostro.

INSANE (KAISOO)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant