INSANE (KAISOO)

CAPITULO 16 (B)

Plegó los ojos sintiendo demasiada pesadez en ellos, realmente había sido un día duro, bastante complicado y llenó de momentos que quizá no olvidaría en mucho tiempo. La cama simplemente no se sentía cómoda, no parecía que estuviese hecha para la función de descansar, más parecía un lugar para cavilar y torturarse con pensamientos poco productivos. Llevó la diestra a su frente para así luego pasarla por sus ojos esperando que el sueño le invadiese, le llenase por completo aunque para el momento tenía todo menos somnolencia. 
Tomó su móvil para así revisar por fin quien fue quien le llamó, al ver “Baekhyun” en la pantalla sintió cierto escozor en el estómago. Exhaló todo el aire en sus pulmones al no querer sentir más eso en su abdomen ¿Qué era? ¿Culpa? ¿Preocupación? No pudo saberlo, no quiso enterarse de ello.

Su bandeja anunciaba varios mensajes del mayor, esos que no había revisado en días. No quería leerlos, en verdad que no, pero al final se armó de valor para así revisar uno a uno los textos que ahí había. 

[SMS: Han pasado un par de horas ¿Cómo te sientes? ¿Me extrañas? ¿Piensas en mí? Si es que lo haces ¿Cómo es? ¿Es un buen recuerdo? ¿Es malo? Kai, responde, siento que me parto en dos por no tenerte.]

[SMS: Sé que ambos nos extrañamos ¿Cierto? Quieres estar junto a mí ¿No? Di que no soy sólo yo, por favor…]

[SMS: No sé qué número de mensaje sea, pero quisiera que respondieras, sólo te pido eso.]

[SMS: Aquí estoy, Kai, en el mismo lugar donde me dejaste, ven… no me he movido de aquí porque tengo la esperanza de que regresarás por mí.]

[SMS: Sé que debo parecer un loco, pero es que me niego a dejarte ir… No quiero, no puedo.]

[SMS: Kai… te regreso todo lo que me has dado, llévatelo, todo, tus caricias que nunca significaron nada. Toma todas tus palabras, nunca tuvieron pasión, así como las marcas que dejaste en mi piel. Ya no necesito de esa disposición tuya sólo para cuando tú me necesitabas… llévate eso, así como mis ilusiones y sueños para una vida juntos. Sé que mis lágrimas no causan nada en ti, pero a mí me duelen, tómalas.]

[SMS: Envía mi libertad, ya te he dado todo de mí. Sólo regrésame eso, sólo eso.]

Simplemente no pudo continuar leyendo, borró todo sin saber el contenido de los últimos textos. La culpa lo estaba matando, siempre había recibido mensajes de esa índole, no supo porque ahora le estaban afectando tanto. Maldijo en voz baja. Nunca esperó que fuesen las cosas sencillas, pero aquellos mensajes eran demasiado, parecía que el otro estaba exagerando aunque ahora que sabía que era lo que se sentía ser rechazado no podía culparle.

Tomó su chaqueta para así salir de su habitación, la hora era lo de menos, deseaba arreglar las cosas, al menos una vez.

Condujo cerca de media hora hasta el hogar de una persona que conocía bastante bien. Tomó aire antes de enviar un mensaje pues no se atrevió a tocar, además no serviría de mucho pues un portón lo separaba de la puerta principal.

[SMS: Sé que es tarde, perdón si te he despertado, pero quisiera hablar contigo. Estoy fuera de tu casa, esperaré diez minutos, sino sales entonces me iré. Gracias de antemano por leer esto. ]

Esa noche hacía más frío que otros días, quizá en sí era la ubicación de la casa lo que hacía que el aire gélido se sintiera más. 
Miró el reloj en la pantalla del móvil, ya habían pasado doce minutos, suspiró cansino, se dio la vuelta para irse y entonces alguien le llamó.

-¿Qué haces aquí a esta hora? –Masculló un joven de cabellera rubia.

-Sehun… ¿Podemos hablar? –Cuestionó algo sorprendido por verle, había pasado mucho tiempo.-Oh, ahora eres rubio…