CAPITULO 12 INSANE

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Unas leves gotas de agua fue lo que quedó de la lluvia salvaje que azotó horas atrás a los árboles que se estremecieron ferozmente por el vaivén del viento, incluso algunos relámpagos afectaron las ramas de éstos, sin embargo para ese momento lo único que quedó fue el ambiente helado. Vaho salía del aliento de los transeúntes con cada respiración.


El color verde del semáforo fue la única luz visible para él, las gotas de lluvia seguían cayendo de manera débil sin intención de detenerse, pero hacía mucho que ya no podía sentirlas, estaba perdido en su mente. Sus ojos se mantuvieron abiertos en lo posible pues ardían en demasía, quizás por el viento, quizás por el poco descanso, ni él mismo lo sabía porque no le preocupaba en lo absoluto.
No fue consciente de donde estaba, para él todos los sonidos habían desaparecido, ya no podía percibir nada del exterior. Corrientes de aire arremolinaban su cabello y lo enredaban con cada brisa elida. 

No fue hasta que un vago chocó contra él que fue entrando en sí, sus ojos lentamente fueron relacionando el color de su entorno con la noche, los sonidos ya no eran distantes. El frío entonces comenzó a instalarse en su cuerpo ¿y cómo no si su ropa estaba completamente empapada? de su cabello aun caían gruesas gotas de agua. Comenzó a temblar, sintió sus piernas entumecidas, su entrecejo se arrugó debido a un dolor punzante qué comenzó a expandirse en su cabeza. Escupió, su boca estaba seca y con sabor a alcohol en ella. Pasó la diestra por su cabellera por mero reflejo, quiso caminar, moverse de ahí pero el semáforo marcó rojo, entonces esperó un minuto exacto a que volviese a cambiar. 

Anduvo sin rumbo unos momentos, o eso fue lo que pensó ya que sus inconsistentes pasos se detuvieron al frente de una puerta poco conocida y a la vez sumamente familiar. 

La exasperación hizo posesión de su cuerpo, necesitaba hablar con él, necesitaba verlo una vez más. –KyungSoo…-Lo llamó en voz baja como si con aquello pudiese invocarlo. Esperó un poco y entonces Jongin rió con desdén, con tristeza quizás. Contempló la oscuridad y las luces que adornaban ésta, estando tan ebrio podría haber jurado que las luces eran las que danzaban y no su cabeza la que daba vueltas.- ¡KYUNGSOO! –Gritó cual loco cerrando los ojos.- ¡KYUNGSOO ABRE LA PUERTA! –Volvió a elevar su tono de voz. 

En la oscuridad un par de ojos cafés reaccionaron ante los gritos lejanos, se preguntó entonces si estaba perdiendo el juicio o de verdad había alguien clamando su nombre. Esperó y de nuevo unos gritos le llamaron, su corazón saltó. Se levantó enseguida, colocó su calzado de manera torpe, eso no importaba. Corrió por el pasillo mientras colocaba un suéter, con su torpe andar no tardó mucho en llegar hasta la puerta de entrada, pasó saliva y entonces abrió a pesar de que sus dedos temblaron. Alzó el rostro y entonces lo vio, salió presuroso para cubrir los labios ajenos esperando que no gritara más pues lo vio con aquella intensión.

El moreno alejó la mano ajena y sonrió con suavidad. Con poca consciencia, intentó tomar el rostro ajeno y entonces KyungSoo se separó. -Kai… ¿Qué haces aquí? –Miró entonces la hora en su reloj, apenas si pudo creer lo tarde que era.- Son casi las tres de la mañana…-Pasó saliva sintiendo confusión y miedo. Una y un millón de preguntas aparecieron en su mente.

-¿Kai? No me digas así…-No pudo evitar sentir una decepción fugaz que se plasmó sobre su rostro, “Kai” era el nombre para sus conquistas, para los amantes pasajeros, no para KyungSoo, nunca para él.- Por favor no me digas así… -Musitó con una voz suplicante.

El más bajo se le quedó mirando sin saber que decir ante sus palabas, aunque de alguna manera no las entendió del todo pues el volumen en éstas variaron, algo no andaba bien con su menor. -¿Qué haces aquí?-Cuestionó casi en un susurro pues incluso pensar en que alguien ajeno los pudiese oír le ponía nervioso.

Kai se relamió los labios, estaban demasiado secos, quizás el efecto del alcohol que antes bebió.-Yo… quiero hablar contigo… necesito decir lo que siento antes de explotar… -Lo miró apenas pues sus ojos se entrecerraban debido al ardor.- Tengo mucho por decir… Déjame hacerlo… -Balbuceó haciendo torpes gestos con las manos.

KyungSoo agachó la mirada y negó.-Estás ebrio…-Bufó apenas lo notó, ya entendía porque se veía raro y hablaba torpemente. 

-Escúchame… -Habló con torpeza. Estaba agotado, sus huesos dolían y sus costillas parecía que le cortaban los pulmones, ni siquiera cuando lo molieron a golpes se sintió así, el efecto de la bebida le ocasionó malestares que nunca había experimentado.-KyungSoo… yo…

La mirada del mayor siguió en todo momento al moreno, ese inútil intento del por seguirle, por hablar. Apretó los dientes, estaba molesto, cada vez que veía a su menor se llevaba una enorme decepción.- ¿Qué es lo que quieres? Es tarde… por favor márchate. 

-Yo…-Se señaló sintiendo que su voz cada vez se hacía más difusa.- Vine hasta aquí para decirte algo… déjame decirlo y luego me iré…-Pidió. 

KyungSoo asintió despacio, cerrando la puerta tras sí, si bien no había nadie en la casa de alguna manera no quería que la atropellada voz del otro hiciera eco en su sala.

Jongin abrió su mandíbula intentando hablar, más los segundos fueron y vinieron deslizándose a lo largo de una fina línea de vacilación en el viento. Su mirada borrosa no pudo ser concretada en nada. -Yo... –Por fin logró articular algo.- Yo antes de conocerte yo era esa persona, la que crees que soy ahora… -Comenzó con su discurso improvisado, inequívoco pues era lo que sentía y pensaba en ese momento de poca lucidez pero de suma sinceridad.- Era un individuo al que no le importaba nada más que disfrutar de los placeres de la vida… -Agachó la mirada y pasó saliva, ésta caló en su garganta sin razón aparente.- Tenía miedo a mostrarme realmente y fingía ser un chico cool y desinteresado… -Una vez más vacilo en lo que diría, pero hallar coherencia en sus pensamientos parecía un imposible.- Yo…disfrutaba de tantos vicios como fuesen posibles para así llenar el vacío que no sabía que tenía… y ¿sabes? A veces llegaba a pensar que era feliz…–Se rió de sí mismo aunque por dentro sentía que el corazón se le deshacía.- ¿Qué idiota, no?

-Por favor, Kai… este no es el momento, apenas si puedes hablar. –Trató de disuadirlo el más bajo. No quería escuchar nada de lo que dijese su menor, en lo posible no quería ni siquiera saber de su existencia.

El moreno simplemente lo ignoró pues una abrupta sinceridad le impedía parar.- Llegué a pensar que si tan sólo mantenía un cuerpo caliente a mi lado por las noches no necesitaría compañía por la mañana… sólo necesitaba aferrarme a esa idea para seguir con mi vida de manera tranquila y sin preocupaciones. –Musitó con la mirada clavada en el suelo para después mirar a quien causaba sus dolores de cabeza, esas punzadas de tristeza en su corazón.- Pero… tuviste que aparecer ¿no es así? –Pasó sus manos por su cabellera sintiendo frustración al darse cuenta de que las palabras no le alcanzaban para expresar todo lo que quería. Sus pensamientos eran arremolinados por el pasar del viento, así mismo su ropaje y cabellera.

-Kai… -KyungSoo quiso hablar de nuevo, pero el menor lo detuvo con señas.

-Tenías que llegar para llenar mi mente con tus sonrisas… porque a pesar de no poder verte las idealizaba, podía dibujarlas en mi imaginación una y otra vez esperando que fueran tan bellas como las pensé, como las creí… y ahora sé que lo son más… -Su mirada se perdió unos breves instantes.- Tú… tú me iluminabas con tu presencia sin darte cuenta… -Sus ojos apenas enfocaron la vista en el más bajo señalándolo.- A pesar de que sólo podía ver un estúpido circulo iluminado en la ventana del chat… siempre sentí que tú me llamabas con tu innegable magnetismo… -Soltó una pequeña risa innecesaria, y dejó sobre sus labios una sonrisa que expresaba más tristeza que otra cosa.- Un estúpido circulo iluminado le daba sentido a mi vida ¿Sabes lo patético que es eso? Mucho, demasiado… yo tenía esperanzas en que tú serías quien me salvaría del mundo de mierda en el que vivía, en el que vivo.

El mayor se mordió los labios y se abrazó a si mismo después de cruzar los brazos por encima de su pecho.- Esto no tiene sentido…-Murmuró.- Nada de lo que digas cambiará las cosas… nada. –Desvió la mirada como si en las sombras de ambos hubiese algo sumamente interesante, se sentía tan desprotegido que sólo podía intentar ignorar al moreno. Una vez que el otro volvió a hablar le miró de soslayo apretando sus manos contra sus brazos, forjando un auto-abrazo más fuerte.

Kai curvó una sonrisa nuevamente, alzó la diestra y levantó el dedo índice para de esa manera pedirle que le diera más tiempo.- Todavía no termino… un minuto más… -Sabía que caminar donde el otro sería imposible en su estado, ya mucho había hecho con avanzar hasta su casa por lo que sólo intentó permanecer de pie.- Quise llamarle a eso amistad, a esto que siento ahora… -Se tomó la camisa a la altura del pecho.- Realmente quería que eso fuera… KyungSoo… sólo una amistad… -Alzó la vista mirando los enormes ojos de su mayor, aunque no estuvo del todo seguro si era el mero recuerdo de éstos o si en realidad los veía.- Tú me hiciste pensar que estaba bien tener a alguien en quien confiar… me hiciste creer que estaba bien acercarme a ti… -Negó despacio mirando el suelo una vez más, no podía soportar verlo sin querer sacarse el corazón del pecho.- Gracias a ti conocí otras maneras de disfrutar la vida… me enseñaste mucho KyungSoo… cosas importantes y cosas que realmente no quería aprender… -Sus ojos se volvieron cristalinos, un poco más que antes aunque no lo notó.- Como el amargo sabor de los celos… lo que se siente extrañar a alguien… -Desvió su mirada tratando de contener el llanto, de un momento a otro se sintió atosigado por sus sentimientos.- Y es que no pude evitarlo… me gustó tu manera de ser… incluso la facilidad con la que me hacías enojar. –Soltó una lágrima y entonces detuvo el andar de ésta limpiándola con el dorso de la mano izquierda antes de que rodara por su mejilla. Sus delgadas piernas flaquearon.- Sin darme cuenta comencé a querer algo más de ti… ¿Sabes? incluso pensé que estaba bien si llegaba a quererte… 

El más bajo apartó la vista de su menor en cuanto vio el primer brillo de tristeza en sus pupilas su pecho se volvió blando y débil. Pasó la zurda por debajo de su nariz cubriendo sus labios, intentando así poner una barrera invisible contra todo lo que el contrario le decía. Desviar la mirada ya no servía pues podía escuchar claramente como sus palabras se quebraban.

El rostro del moreno se quedó gacho, sentía que ya ni siquiera tenía fuerza para levantar la cabeza. -Yo… -Hipó un poco.- Yo creí que podría dejar el pasado atrás para poder estar a tu lado… creí… que… que al final nada importaría porque mi amor por ti era verdadero… es verdadero… -Sus manos se movieron arriba y abajo para intentar explicar mejor aunque ya no tenía fuerzas.- Tú desde siempre supiste todo de mí y así me aceptabas… por ello pensé que estaríamos bien juntos… pero ahora simplemente no lo sé… -Otra lágrima rodó pero ni siquiera hubo un amago de detenerla.- ¿Qué cambio? ¿Qué es lo que te hace querer alejarme? Siempre lo supiste… tú siempre supiste quien era…-Musitó casi en un tono de reproche, pero sólo era una justificación que imploraba una aprobación.

KyungSoo apretó sus labios durante todo el tiempo en que el otro estuvo hablando, con cada palabra sintió que se le abrió un agujero a su pecho, nunca le gustó llorar y ese momento era uno en los que no podría evitar hacerlo. No tenía respuestas, podría decir una y mil veces que era para cuidar a su mejor amigo pero ¿quién podría creerle después de todas las mentiras que había dicho? Ni siquiera él podía volver a vociferar aquella mentira. 

Kai se relamió los belfos.- Mi pasado nos ha alcanzado… mis pecados te han causado dolor, lo sé bien… -Asumió su culpa, como siempre lo hizo.- Lo que pasó con Baekhyun abrió un espacio entre nosotros y simplemente no logro entenderlo… ¿Por qué? siento qué lo usas como excusa… Sé que es una excusa… -Musitó por lo bajo queriendo convencerse de eso.- Tú sabías de mí, sabes todo… ¿Por qué antes hiciste una omisión con todos y no con él? dímelo… –Sus palabras fueron quebradas por el llanto, ya no podía más con todo lo que cargaba en su pecho.- Yo no lo acepto… no puedo aceptarlo, Kyungsoo… mi corazón no puede dejarte ir tan fácilmente… no cuando ya te quiero tan profundamente. –Sus lágrimas comenzaron a caer, una tras otra y sin intensión de ser detenidas pues quien lloraba no se daba cuenta de que lo hacía.- ¿Por qué...?

Los enormes ojos de KyungSoo se escondieron tras sus parpados, así como sus mejillas bajo unas gruesas lágrimas.-Basta… -Suplicó.

-No quiero que me odies, no lo soporto… eres la única persona que me importa. -Se hincó frente a su mayor, ni siquiera fue planeado, sus piernas simplemente cedieron ante su propio peso.- Lo siento… 

-Levántate… - Tomó aire de manera irregular intentando no romper en llanto tal cual el otro lo hacía.

-Por favor… -Alzó la vista tratando de vislumbrar los ojos ajenos. Trabajó su mandíbula hacia arriba y abajo en silencio durante unos segundos antes de que su voz volviera.-No me dejes… yo sólo te tengo a ti. No importa si no me quieres, si no quieres estar conmigo de la manera en que yo quiero, sólo sigue hablándome… sigue siendo Donuts93… no importa si no puedo verte… sólo regresemos a lo que éramos antes. Sé mi amigo, sé esa persona en la que puedo confiar… confía en mí, quiero ser una persona importante para ti… al menos una persona y no el monstruo que crees que soy…

El mayor cubrió su rostro con la diestra al notar con caía presa del llanto, decenas de gotas salinas cayeron desde las cuencas de sus ojos hasta el suelo.-No me hagas esto… no puedo. –Había lágrimas en los ojos ajenos, reconocía su tristeza como propia. Conocía bien esa pena, el abismo que se abría paso por su pecho.

Kai se levantó dando tumbos y se acercó a su mayor, éste como de costumbre retrocedió, lo que lo dejó prisionero entre la pared y el moreno. La mirada del menor se perdió en la oscuridad de sus parpados, se inclinó para con el mayor y presionó sus narices juntas. Tomó su propia camisa con fuerza llevando la mano del otro con ella. –No puede acabar todo así… No puede… -No tuvo fuerza si quiera para alzar su otro brazo. -Nunca debí acercarme a ti… KyungSoo-ah… -Sus manos temblaban, cerró los ojos esperando que la falta de alimento y descanso acabaran con todo el descomunal dolor que sentía.

KyungSoo claramente puedo oler aquel aliento a alcohol y quizás a nicotina. –Por favor… -Suplicó el mayor antes de que el moreno le diese un beso, aplacando así todos los males internos por un mísero segundo. El pelinegro separó al más alto poco después a quien prácticamente se desvaneció en sus brazos tras el roce entre sus belfos. KyungSoo no hizo más que tomarlo en brazos y no dejar que cayera aunque eso mismo lo hiciera caer con él pues tampoco tenía fuerzas. –Jongin-ah… no puedes hacer esto… -Le susurró al joven inconsciente.-No debiste venir… no soy tan fuerte… -Para el mayor llegó ese momento donde el aire se le agotó, donde no podía respirar debido a la presión sobre el musculo que bombeaba su sangre a todo su cuerpo. Sus lágrimas siguieron cayendo y entonces no tuvo más remedio que llevar al moreno dentro aunque fue casi a rastras, estaba preocupado por él, sin importar qué siempre estaría pendiente de él.

Dejó al moreno recostado sobre el sofá. Kai estaba mojado todavía, su ropa parecían arrapos y no prendas, además la herida de su labio estaba rota de nuevo. 
Se sentó al pie del sofá mirando de soslayo como los rayos de luna bañaban de plata el bronceado rostro del contrario.- ¿Por qué…? –Cuestionó sin espera de respuesta tratando de hallar una explicación para que el otro se viese tan hermoso aun en ese estado.- Tú… -Murmuró limpiando sus propias lágrimas. Sintió que era injusto que el menor llegase en medio de la noche para hacerle llorar y después perdiera la consciencia. 

Suspiró cansino levantándose para luego ir por una cobija y cubrir el cuerpo ajeno, lo cubrió con cuidado y cuando estuvo por irse su mano fue sujeta por la del moreno. KyungSoo lo miró asustado y el otro le regresó una mirada triste. –Pensé que dormías… -Masculló sin querer luchar contra la prisión que el otro hizo sobre su muñeca.

-No te vayas… -Murmuró el menor.

D.O no quiso siquiera discutir, habló tan calmado como pudo, después de todo estaba agotado. -Necesitas descansar, yo lo necesito, mañana debo ir a la escuela.

-Siento lo de esta noche… me siento avergonzado por mis acciones.-Admitió.

-¿Has recuperado tus cinco sentidos tan rápido? Ahora parece que fingiste estar ebrio para gritarme… -Rió un poco el más bajo.

-No, no fue así, es sólo que… ya no tengo fuerzas y parece que drené el alcohol de alguna manera. –Musitó con serenidad a sabiendas que había llorado. –Por favor siéntate. 

-Jongin… por favor, sólo duerme. –Imploró.

-Es esto o que te siga hasta tu habitación… sólo quiero charlar, como personas civilizadas. 

KyungSoo sólo lo miró sin decir nada, no tenía palabras.

-Hablemos, como personas que una vez se quisieron, por favor… -Siguió insistiendo el más alto. KyungSoo terminó por tomar asiento a su lado manteniendo una distancia prudente. Recargó su cabeza sobre el respaldo del sofá, mirando de esa manera el interior de sus parpados, no podía ni mantener los ojos abiertos.- Después de las cosas que pasaron no esperaba ni siquiera un mensaje de tu parte, esperé que te alejaras de mí como yo de ti… no sé por qué pero sentía que lo harías… eso… que te alejarías para guardar el respeto que creí que me tenías, a nuestra amistad, a Baekhyun... –Suspiró de nuevo antes de comenzar a jugar con su camisa; tomándola por los bordes y luego soltándola pues se sentía torpe por fin estar de nuevo junto al contrario después de lo que había sucedido. Agradecía de cierta manera la oscuridad pues quería quedarse dormido así excusaría no seguir con aquella conversación… aunque lo quisiera negar confiaba en el menor, en que le cuidaría de ser abrazado por Morfeo.

El menor sonrió de costado con tristeza agachando la cabeza.- Siento mucho esto, no quería darte problemas… después de esto no sé si te conozco en exceso o no sé quién eres… creo que al venir hasta aquí no tomé en cuenta muchas cuestiones que debí considerar. –Sonrió de manera tenue.- No lo sé, al final de todo sólo... no quería perder a un amigo…

-Yo tampoco quería perder un buen amigo, Jong in… pero las cosas se dieron de esta manera y no hay vuelta atrás.

-¿Por qué me perderías…? Todo ha sido por mi causa, si no hubiese sido tan torpe nada de esto hubiera pasado...- Frunció sus labios y alzó su mano libre para llevarla hasta sus ojos cubriendo de esa manera éstos.- Tengo que preguntar… ¿De… de verdad sientes todo lo que dijiste? ¿Qué yo era un desperdicio de tiempo y demás? -Cuestionó esperanzado de una negativa.

Kyungsoo pasó saliva y tras meditarlo un poco habló.- No, claro que no, estaba molesto y humillado, no quise decir cosas tan horribles… fue un error decir eso. –Abrió apenas los ojos aunque en la oscuridad no podía ver mucho.

-¿Puedes mirarme y decir eso? –Cuestionó el más alto.-La última vez parecía que hablabas muy en serio y ahora sólo quiero leer tu mirada.

-Está oscuro, no verás mis ojos de todas maneras…

Kai apartó la mano de su rostro para así tomar la mejilla del otro.- Sólo mírame… me encontrarás a pesar de la oscuridad…

D.O. Se sorprendió cuando el contrario lo tomó por el rostro, pero sin más sostuvo la mirada en aquellos ojos avellana que supo encontrar como el otro dijo. Su parpadeo era muy pausado y sin embargo sonrió un poco, por fin podía ver aquellos ojos que imaginó durante mucho tiempo y ahora era capaz de ver sin ningún obstáculo. Tomó la mano del otro para que la retirara de su rostro pues no era necesario que lo tomara pues no tenía pensado apartar la mirada.-Lo siento, no quise decir todo eso, Jong in… -Musitó una vez más para que el otro creyera en sus palabras. 

El menor frunció los labios una vez más sin dejar de mirar los ojos del chico a su lado, pensó que quizás ésta sería una de las pocas veces que podría mantener la mirada en éste.- Me siento aliviado de escuchar decir eso… -Aprovechó para grabarse cada facción de su rostro al tiempo que en sus ojos cayó con un deje de tristeza.- Lo siento…- Miró detalladamente los ojos la nariz y los labios del chico, sintió cierto dolor en el pecho pues a final de cuentas no podía ignorar el hecho de que había herido al mayor.

D.O siguió la mirada del contrario y sonrió de manera tenue.- Yo realmente tenía ganas de conocerte. -Admitió.- Yo... Comencé a sentir que me estaba apegando demasiado a ti…, fue extrañó ser tan dependiente de nuestras conversaciones y demás… -Suspiró cansino.- Llegue a pensar que si hablaba contigo no necesitaba a nadie físico a mi alrededor porque te tenía a ti... incluso Baekhyun llegaba a ser de menos ayuda de lo que tú eras… siempre me reconfortabas a pesar de tener tan poco tacto, de cierta manera me hiciste más fuerte y eso siempre te lo agradeceré, Jongin…. –Suspiró suavemente dejando sus pulmones casi sin aire.- ¿Sabes? me confundí mucho pues aunque no sólo te tenía a ti y te quería a ti nada más…-Rió un poco para luego negar, no podía evitar reír pues era la mejor manera de no llorar.

Kai escuchó atento e intentó analizar todo.- No lo entiendo tampoco, yo... Pues nuestro encuentro fue casual, ni siquiera recuerdo qué nos llevó a la primera conversación, sólo recuerdo que me acerqué a ti por curiosidad, por tu nombre gracioso del nickname… nunca pensé que llegaría a conocer a una persona tan grandiosa… Ahora que..., ya..., no te veré de la misma manera, creo que no queda más que ser sincero y a decir verdad, sí me tenías muy pendiente de ti y dudé en algún momento de la manera en que te veía… No sé... –Se relamió internamente los labios.- Me apegué mucho a ti, eres o mejor dicho eras mi mejor amigo, mi único amigo…- Negó ante sus propias palabras.-Ahora nos vemos de frente, ya no somos dos personas desconocidas del todo… Ahora ya no soy una maquina tan sólo, ¿cierto? -Preguntó con un dejo de broma en ello. Llevó su mano a la mejilla del otro y se acercó un tanto más para acariciarla.- ¿Puedes sentir eso? -Alzó una ceja para luego separarse, pues en sí, sólo buscó una excusa tonta para mirar su rostro de frente una vez más. 

KyungSoo lo miró expectante, al sentir las manos del contrario sobre su rostro disfrutó la calidez momentánea. Como pudo se contuvo de abrazarle. Sin embargo Kai sí lo rodeó por la cintura.-Yo me dije que el día que te conociera te abrazaría… disculpa ahora que esté empapado y que haya tardado tanto… la primera vez que nos conocimos no fue de la mejor manera...-Habló con voz ronca al oído del chico.- En realidad no quiero que te alejes de mí, no me gusta la idea de que no estés al menos para contestar mis mensajes de buenos días.

D.O. se abrazó a él de la misma manera pasando despacio sus manos por su espalda pues ya estaba bastante débil, incluso para pelear contra sus impulsos. Se separó un tanto del otro para mirarle a los ojos y acercarse de nuevo esta vez a sus labios dando un tenue beso, cerró los ojos y permaneció así solo unos segundos, tocando apenas los labios del contrario, aquellos que sabía habían besado a alguien más, y por ello ahora mismo era la definición de un beso robado. Se separó despacio y agachó la mirada.- No te haré cómplice de mis sentimientos, por ello... no nos besamos, te he besado yo. –Suspiró despacio.- No importa si lo sentiste o no... Porque ha sido mi responsabilidad solamente, y siendo así no seré yo quien cargue con la culpa, por fin tendré una razón para sentirla con la fuerza que la siento. –Sólo deseaba al menos tener un pecado de consideración por el cual decir que merecería todo lo que pasaría después.

Cuanto Kai sintió los labios del contrario sobre los propios se estremeció, aparecieron una mezcla de sentimientos que prefirió omitir pues sabía la culpa ganaría por sobre todo. Sólo se limitó a disfrutarlo. Tragó duro.- Qué inteligente eres...-Comentó mirándolo a los ojos.- Siempre te admiré por la manera en que miras las cosas y en cómo piensas por los demás, haciendo que todo resulte a la perfección, siguiendo tus instintos acertando a lo que los otros podían pensar… pero..., creo que has fallado conmigo. -Sonrió de lado.- Porque sí lo he sentido, y creo que me parece justo exigir que me devuelvas aquel beso que me has robado... 

KyungSoo lo escuchó con atención, sólo actuaba como su mente le dictaba, pero ese beso no fue dictado por su cabeza, su corazón lo había impulsado a hacerlo. Cuando escuchó su última oración sólo atinó a cerrar los ojos pues no esperaba que el otro fuera a cobrar aquel beso en ese instante, pero lo hizo. Se quedó inmóvil por unos segundos pues era lo "correcto" pero después como por voluntad propia la diestra se movió a la mejilla del contrario para así acariciar levemente su piel. Ladeó apenas la cabeza para embonar sus labios con los del contrario, y así entreabrir éstos un poco para así probar realmente la esencia de quien hasta hace segundos tenía el valor de llamar “el novio de su amigo”, o quien podría decir era la traición personificada.
No importaba mucho si el otro se separaba ante su tacto impulsivo, únicamente quería darse el lujo de besarle antes de que la culpa hiciera posesión de su cuerpo. 

Kai por su parte abrió sus labios un poco, no dudo en intensificarlo ladeando levemente el rostro hacia el lado contrario para así acoplarse mejor a esos labios que a decir verdad había tenido ganas de probar siempre que tenía la oportunidad de estar cerca del otro. Eran carnosos y delicados. Siempre pensó que la alegría se debía obtener en pequeñas dosis para así no volverse codicioso, pero ahora que ésta llegaba tan de repente, distribuida en los labios contrarios, quería explorarla tanto como le fuera posible. 
Las caricias que el otro le daba le hacían ver con más ternura el momento, con una cuota de sentimientos que había estado evitando tener. Sabía que perdería al otro pues lo que hacían estaba mal, muy mal. Su diestra se apoyó en la cintura del chico al cual el mismo se había obligado a mentalizarlo como alguien prohibido en cuanto supo de quien se trataba. 

D.O pasó sus manos torpemente por encima de los hombros ajenos para así impedirle que se marchara de su lado. Era triste darle el adiós de esa manera, pero hubiese sido peor no haber tenido la oportunidad de besarle como quiso hacerlo desde tiempo atrás cuando sintió con sus charlas que podrían ser más que amigos si llegaran a encontrarse en otro tipo de circunstancias. 
Terminó por inclinar el rostro moviendo sus labios de manera lenta sobre los contrarios, podía sentir su respiración chocar con la del contrario. No había tenido la oportunidad de impregnarse tanto de su aroma como en ese momento. Lo que estaba mal y lo que estaba bien ¿Qué importaba cuando se suponía debías seguir a tu corazón? 

Los labios de Kai no dejaban espacio de la piel del contrario sin besar, quería despedirse de una manera tal que el otro al menos por un momento así lograra recordarle, ¿Cómo hacer para no perderle?, Se preguntaba mientras esa cercanía entre ellos se hacía cada vez más pequeña, no tenía apuro en lo absoluto, el silencio a su alrededor y el sonido de sus respiraciones tan juntas era lo que le hacía estar en calma, lo que le hacía disfrutar en plenitud del chico frente a él. Sus manos apretaron un poco sus caderas, estaba nervioso y en realidad parecía que de un momento a otro su corazón se atoraría en su garganta. Mientras, KyungSoo tenía una batalla interna donde su mente y su corazón no llegaban a un acuerdo.

Kai lo tomó con más fuerza, sus labios seguían unidos a pesar de que sentía que el beso se detendría en cualquier segundo. 
A pesar de que tiempo atrás creyó que si esa situación se daba, su corazón atravesaría su pecho por el nerviosismo, ahora que estaba junto a él, su corazón se mantuvo sereno, tranquilo, esa sensación de sentirse protegido en sus brazos hacía que su respiración y pecho se sintieran en absoluta paz. Abrió los labios nuevamente para así capturar el labio inferior del otro, sólo un poco y de manera suave tratando de llevarse consigo un duradero recuerdo del contrario en una leve succión, aunque sinceramente, ya tenía al otro muy dentro de sí como para atreverse a querer más.

La falta de aire le hizo separarse, aunque no quisiera, abrió los ojos lentamente mientras sus labios aún se mantenían sobre los otros, tranquilos, quietos, el roce entre estos le hacía sentir bien.- Hacía mucho, imaginé cómo sería esto, de ser posible que pasara y he de decir que me he quedado corto… la última vez fue… diferente a lo que deseaba, y ahora obtuve lo que quise desde un principio…. –Musitó el moreno dejando que sus palabras se arrastraran en aquella voz tan exquisita.

D.O sabía que aquel momento no duraría eternamente, por lo que atinó a separarse muy despacio del otro abriendo los ojos paulatinamente hasta dejarlos por completo centrados en los contrarios, estaba más que seguro que sus mejillas se habían ruborizado un poco, pero no le importaba pues al final, ambos tuvieron el final que merecían.-... No sé en qué momento pasó que comenzaste a gustarme, pero ahora siento que puedo decirte “adiós” de manera definitiva... –Realmente no supo si fue en el momento en que su amistad creció a través de los mensajes o aquel día que vio el par de canicas marrones llamados ojos posarse sobre los propios. 

El menor tragó en seco al escucharlo, en realidad no esperaba algo tan claro como lo que el acababa de decir, le gustaba, le gustaba de que fuera así, que hablara sin rodeos al fin y al cabo tampoco era como si se acabaran de conocer.- Yo... En algún momento dudé de la forma que tenía de mirarte, bueno la forma en como ansiaba hablar contigo, quizás no lo quise admitir al momento de conocerte, verte a la cara por primera vez sentí que ya te conocía…, pero sólo fue por una cosa de… de no defraudar ni... dañarte por lo que no me tenía permitido acercarme a ti... –Calló unos segundos.- No sé si me entiendes... –Soltó un bufido de cansancio. Kai le miró con cierta tristeza y se acercó al oído derecho del más bajo para así susurrarle un par de palabras que jamás creyó decir, que no pensó pedir nunca.- Quédate conmigo esta noche... Sólo será una, mañana podremos decirnos adiós… -Sintió algo de pena, lo admitía.- yo todavía no estoy listo para dejarte ir… -Suspiró cansino separándose para mirar así sus ojos.-Sólo quiero saber qué se siente amanecer a tu lado… Nada más eso... -No sabía qué respuesta le podía dar el más bajo, pero de todas maneras no pedía nada con pedírselo.

D.O lo pensó un poco y luego negó con suavidad ¿Qué tan desvergonzado podría ser disfrazando con buenas intenciones una propuesta de esa naturaleza? Suspiró por lo bajo y pese a que sabía que debía decir un rotundo “no” sus labios se abrieron para decir lo que quería en realidad.- Te dejaré pasar esta noche conmigo... -Tragó duro mirando el techo.- Esta noche... pretenderemos que puedo quererte sin condiciones... 

Las cejas de Kai se alzaron con sorpresa, no pensó que el mayor entendería eso, si bien sus intenciones eran buenas no podía negar que deseaba que el mayor le perteneciera al menos una noche. -Yo no puedo pedir que me brindes tu vida entera, porque si no terminaría aferrándome a ti...-Contestó con cierto tono bromista aunque sus labios temblaron. Suspiró por lo bajo tomando valor para así levantarse pues el mayor se había puesto de pie antes. 

El trayecto fue silencio ya que cada uno estaba metido en sus propios pensamientos y remordimientos, de alguna manera cada uno esperaba que el contrario frenara todo lo que estaba pasando, que alguien dijera se negara en algún momento, pero esas palabras no llegaban. 

Al terminar de subir las escaleras, KyungSoo pasó a su habitación con cierto nerviosismo, trataba de mantenerlo al mínimo para que no se notara en su mirada o en su andar, pero era sumamente complicado. Estuvo a punto de darse la vuelta e irse, pero el contrario oportunamente tomó su mano y con cierta delicadeza entrelazando sus dedos. -Comienza a hacer frío…-Musitó el moreno.

El mayor tuvo la mirada fija en el suelo, era increíble como el otro podía detenerlo con unas simples palabras y más aún la poca fuerza de voluntad que tenía como para negarse a su pedido. 

Kai comenzó a caminar jalando levemente al contrario, no sabía hacia donde se dirigía, es decir el rumbo que tomarían los acontecimientos de esa noche, pero de alguna manera sentía que si detenía todo, quedaría algo pendiente que nunca se concretaría. Entró jalando despacio al mayor dentro para así sin encender las luces llevarlo a la cama que a pesar de haber visto sólo una vez reconoció su posición.

-Siéntate... –Pidió D.O. Soltó su mano y encendió una pequeña lámpara que estaba sobre el escritorio para darle algo de luz al lugar. Al menos así podría mantener una distancia, una barrera entre ambos. Regresó a la cama y se sentó a su lado mirando a la nada.- ¿Qué estamos haciendo? -Se inclinó un poco a un costado hasta apoyar su cabeza sobre el hombro del contario. Alzó su rostro y dejó un tímido beso en el cuello del chico, jamás pensó que se permitiría hacer algo como eso, pero ahí estaba sintiéndose como terrible por querer guardar el olor del otro, su fragancia natural bajo aquel olor a cigarrillos y alcohol.

Kai dejó que el mayor reposara su cabeza en su hombro sin saber bien cómo actuar, estuvo por hablar cuando el otro depositó un beso en su cuello, se quedó quieto unos segundos. Aquella luz de la lámpara parpadeaba un poco, probablemente había un fallo en la electricidad. Se acercó de nuevo los labios contarios y dio un corto beso, pues si sólo sería una noche, tendría que aprovecharla estando a su lado.- Aunque no quiera, pienso mucho las cosas y ahora..., no lo sé..., me siento como un pequeño niño asustado y como un adulto con necesidades al mismo tiempo... 

KyungSoo entendió enseguida de que hablaba.-No sé si puedo satisfacer tus necesidades....-Murmuró en voz baja con algo de inseguridad mientras su mano libre se apoyaba sobre la cama. 

-No te he dicho cuáles son mis necesidades, ¿Y qué si son especiales?... –Preguntó en voz baja.

-No soy tonto… te conozco. –Murmuró cerrando sus ojos. También tengo ese tipo de necesidades, más ahora que nunca. ¿Me harías el amor si te lo pidiera? -Preguntó sin rodeos y sin ningún tipo de vergüenza pues fue un arrebato. Agachó la cabeza enseguida.-No creo que sea lo mejor... creo que siempre para contigo tengo necesidades afectivas, no lo sé, formé un vínculo contigo, el cual no puedo explicar... y bueno a fin de cuentas... lo que pase esta noche sólo quedará entre nosotros, ¿No es así?... –Separó su cabeza del hombro ajeno.- Desde el primer beso te quedaste con una parte de mí aunque después el ladrón haya sido yo... 

-No sé por qué me lo esperaba. Esperaba que me pidieras algo como eso y si no lo hacías yo provocaría que llegáramos a esa estancia de una u otra manera...-Confesó, el mayor tenía razón, lo que sucediera esta noche quedaría entre los dos. Sus labios no dudaron en volver a unirse a los contrarios mientras que su cuerpo se iba recargando con cierta facilidad sobre el del mayor, pero siempre lento. Si iba a ser la única noche que tendría con él, deseaba que fuera lo bastante buena para los dos. 

KyungSoo escuchó y antes de poder decir cualquier cosa ya tenía los labios del otro encima, mientras sentía como su cuerpo era inclinado hacia atrás. Se separó del otro poniendo su mano en su pecho para luego negar.- No… me subestimes... no deseas esto más que yo… -Sus enormes ojos tomaron un diferente matiz haciendo de su mirada un tanto más profunda.- Esto que hagamos hoy quizás el día de mañana no tenga valor, y bien..., esta noche seré tu amante en toda la extensión de la palabra… pero si he de ser aquella mancha oscura de una noche, seré una mancha indeleble… -Se levantó de la cama y empujó con poca delicadeza los hombros del menor para después subir de rodillas sobre la cama, quedando a horcadas de la cintura contraría.- No seré bueno esta noche… Hoy no seré esa tímida persona que has conocido sin rostro. –Sin razón alguna sus ojos se encontraban brillosos, quizás la tristeza de la separación que vendría, esa que sólo quería ocultar con una parte de su personalidad jamás explorada. No sabía muy bien qué hacer, pero sabía el papel que jugaría entre ambos. Se acercó de nuevo a sus labios para así morder despacio su labio inferior.

Kai se quedó sorprendido ante sus palabras, definitivamente lo había ya llevado al cielo en un dos por tres, con unos simples movimientos y sin muchas palabras. Normalmente él era quien incitaba todo, quien llevaba el control de las cosas, pero aquello que había sugerido el contrario bastó lo suficiente como para desearlo. - Mi amante...-.Repitió en voz baja, no le gustaba ese seudónimo, lo miró a los ojos notando enseguida aquel brillo que seguro adquirirán sus propios ojos al final de la noche. Se dejó hacer hasta sentirlo sobre él, aquel suave mordisco le hizo cerrar los ojos mientras sus manos se apoyaban un poco más abajo de su cintura. Sus manos inquietas de estar ahí se atrevieron acariciar la espalda del mayor por debajo de su ropa teniendo aquel contacto directo con su suave piel comenzando un lento y placentero camino al éxtasis. Antes de que pudiera acariciar más de su tersa piel el mayor tomó su rostro para así girarlo con benevolencia hacia un costado, sólo se dejó hacer sin objetar. No tardó mucho en sentir sus labios dando suaves mordiscos, dejando un poco de su saliva en su piel. 
D.O sacó la punta de su lengua y recorrió de un extremo a otro su magnífico cuello del menor, esa dulce piel en color canela. Dio un par de leves mordidas sobre éste sin ocasionar daño, quizás un leve enrojecimiento. 

Kai mantenía su respiración cálida para así soplarle cada tanto preparando aquella tersa piel para unas ligeras succiones. Cada vez más su cuerpo iba incrementado su temperatura, subía sin lugar a duda, era humano y reaccionaba de manera rápida a todas esas estimulaciones tan directas y provocativas. Se mordió con fuerza el labio inferior al sentir aquellos besos tan llenos de él sobre su piel y entrecerró los ojos por una fracción de segundo. Sin lugar a duda se estaba llevando una gran sorpresa ya que nunca pensó que podría estar en este tipo de situación con ese chico en particular.- Ah...-Un suave jadeo se escapó entre sus labios. Giró un poco el rostro mientras tragaba en seco esperando a ver lo que el otro podría lograr.

A pesar de estar en aquellas condiciones KyungSoo seguía sintiendo ese dolor punzante en su pecho. Se acercó de nuevo a sus labios sin llegar a tocarlos susurrando sobre estos palabras difusas y quizás insonoras pues no logró expulsar un “te quiero” Ladeó leve el rostro pasando la zurda por el pecho ajeno mientras la diestra sostenía su propio cuerpo con la palma sobre el colchón. Sonrió un poco para después despacio alzar la camisa del contrario dejando descubierto su abdomen, puesto que la había hecho ascender de un costado, su pezón izquierdo quedó descubierto primero. Abrió los labios para así con esto rodear su tetilla expulsando la punta de su lengua para así acariciar la rosada piel de su pecho. Despacio succionó un tanto de aquella parte.

El menor miró con sus labios entreabiertos la acción del mayor y aquello entre sus piernas comenzó a despertar, sus manos eran inquietas, no iba en el quedarse tranquilo necesitaba actuar, necesitaba tocar y sentirlo. Sin dudarlo éstas se posaron en la parte trasera del chico dando unos suaves apretones. De sus labios salían suaves suspiros.- Ah… -Suspiró bajito. No podía apartar la mirada del mayor, la imagen que tenía ante él era digna de guardarla por siempre en su memoria.

KyungSoo dejó de jugar con su tetilla cuando notó que la había dejado enrojecida por tantos roces y mordiscos. Despacio posó de nuevo su sentaderas sobre el cuerpo del menor cargando su peso en su abdomen bajo. Llevó sus manos a la camisa del contrario y la subió despacio hasta sacarla. Miró su espectacular abdomen desnudo y no pudo evitar sentir de nuevo aquella punzada de culpa. Por breves segundos la timidez lo llenó. Suspiró y posó su dedo en la línea céntrica de sus marcados músculos y descendió despacio hasta llegar al borde de su pantalón.

Kai sabía que el bulto entre sus piernas ya comenzaba a notarse, volvió a mordisquear suavemente su labio inferior. Movió un poco sus caderas con la total intención de rozarse con el otro. Le tomó por la cintura con algo de suavidad y lo atrajo a él para hablarle.- KyungSoo… -No pudo decir nada, por más que notara que el menor estaba esforzándose, que de alguna manera lo estaba pasando mal su corazón lo estaba clamado con demasiada fuera. Intentó mirar los ojos del chico para luego besarle con suavidad tratando de no darle rienda suelta a lo que su cuerpo deseaba. Sus labios se abrieron para devorar los contrarios, su lengua impertinente logró llegar dentro de la cavidad del contrario para así comenzar una guerra dentro de los labios ajenos y los propios. Así sus manos comenzaron a recorrer su espalda lentamente. Quería y deseaba ver el cuerpo del mayor en su plenitud así que no dudo en comenzar a quitar las prendas que comenzaban a ser molestas, tomó la camisa ajena desde la base y la subió lentamente pasando sus manos por el torso del otro. Cuando la quitó terminó por rodearle con sus brazos por la cintura. Dado que ahora estaba sentado quedó a la altura de su cuello mordisqueando y besando aquella zona de su piel con la intención de dejar marcas rojizas en su cuello.

Una vez que el primer contacto de sus pieles desnudas se realizó pudo percibir la cálida temperatura de su menor. Su cuello recibió los labios del contrario, aquellos roces tan desmedidos.- Jong… -Comenzó a mecerse sin ningún cuidado sobre el contrario, su cuerpo simplemente se lo pidió. 

-Ah...-Kai dejó escapar unos cuantos gemidos ante aquellos movimientos que el otro comenzaba a dar. En un movimiento rápido volvió a recostar al chico sobre la cama quedando sobre él. Sus manos se amortiguaron contra el colchón tomando con fuerza las sábanas de ésta a un costado del otro, se ubicó entre las piernas del chico mientras hacía un despacio y tortuoso movimiento con sus caderas apegándose al cuerpo del otro de una manera más íntima.- Sus labios comenzaron a trazar un camino de suaves besos por su pecho, por su abdomen, alrededor de su ombligo hasta el borde de su pantalón. Se relamió los labios y sus dedos comenzaron a desabrochar lentamente los broches de aquella prenda. 

Un rubor invadió el rostro del mayor. Llevó su mano derecha al borde de su pantalón y la otra a su pecho encogiéndose levemente. Cubrió su cuerpo de esa manera aunque no estuviese expuesto del todo.-No… -Por fin se atrevió a decir. Kai se quedó mirando los actos del otro, se mordió el labio inferior y sus ojos cayeron sobre aquellas enormes canicas cafés, que esta vez sí tenían otra mirada.- KyungSoo… -Musitó en el silencio.-Sé que estás esforzando… que tienes miedo, incluso yo lo siento, a pesar de que esta no es la primera vez que me encuentro en estas condiciones.

D.O. escuchó sus palabras y desvió la mirada. Remplazar aquel deseo carnal con sentimientos verdaderos causaría consecuencias severas ¿En realidad tenía permitido sentir algo más que aquel deseo? Era sencillo incitarle, decir cosas con perversión a su oído, pero admitir lo que sentía por él o darle a aquella escena un tinte de romanticismo haría su despedida aún más complicada de lo que se avecinaba. Suspiró tratando de alejar aquellos pensamientos de su mente.

Kai se acostó sobre su mayor y lo abrazó con cierta ternura.- Pararemos ¿sí? Nos detendremos porque esto no es necesario, porque quiero estar contigo no importa la manera…-Le dijo sintiendo el pecho estallar por aquella vergüenza que sin saber por qué invadió su ser. 

El mayor estaba por hablar, pero en lugar de eso regresó al moreno a sus labios. En ese momento se dio cuenta de que Jong In siempre sería esa persona que tanto quería, esa persona en la que confiaba, esa persona de la que estaba cayendo locamente enamorado.

Kai lo besó cerrando sus ojos, disfrutando de los húmedos y dulces labios. El sólo hecho de pensar en que esa noche conocería lo que era un verdadero sentimiento de soledad al abandonar aquella cama hacía que le doliera el pecho, pero quería seguir, quería tenerlo para él. Sus manos bajaron por el torso del mayor acariciando esa suave piel la cual nunca pensó disfrutar, no sabía si estaba mal pero no negaría que realmente se imaginó ese encuentro. La realidad superó por mucho sus fantasías. Sabía que si comenzaba a darle esa cuota de "amor" sería todo más difícil, pero si era la única noche que podría dar rienda suelta a lo que comenzó a sentir desde hace un tiempo atrás, no la desaprovecharía; las caricias volvían a ser retomadas donde habían dejado pendientes sólo que esta vez sólo eran para suavizar aquel beso que mantenían.
Esa noche sería la única y última vez que podría demostrarle al otro lo que significaba para él. Suspiró sobre sus labios para después despegarlos y así hundir sus dientes en el hombro ajeno ahogando sus emociones, en todo lo que le estaba entregando.

Por su parte las manos de KyungSoo comenzaron a pasear sus dígitos por la espalda contraria para así comenzar a bajar el pantalón del menor aprovechando que ya lo había desabrochado. Despacio fue recorriendo el trasero del otro. No podía no estremecerse por cada caricia que el otro le daba. 

Kai se separó un poco para ayudarle a quitar la prenda que ya era molesta dejando sus pantalones tirados por ahí en algún lugar de la habitación así como los ajenos.-Eres..., hermoso...-Musitó con suavidad mirando los ojos del mayor.

El mayor le sostuvo la mirada cuando dijo aquellas palabras, no puedo evitar avergonzarse por su declaración. Su conciencia le atacaba pero no con la intención detenerlo si no con hacerle ver el descaro que tenía por haberse negado a esos sentimientos y deseos. Subió mejor sobre la cama casi arrastrando sus antebrazos sobre el colchón para así recibir de nuevo su cuerpo. Estaba más nervioso que antes. Su corazón latía a una velocidad acelerada; cerró los ojos despacio esperando que el otro hiciera lo que deseara, o mejor dicho, le guiara por el camino correcto.

-Déjame besar cada centímetro de tu piel. Déjame, permíteme imaginar que te quedarás a mi lado...-Murmuró sobre las dulces tentaciones que tenía frente a él: sus labios. Con delicadeza comenzó a desprender su ropa interior, sintió cómo la piel del contrario se erizó, le deseaba como a nadie y eso podía verse reflejado en su entrepierna, pues no esperaba que el otro pudiera ver dentro de su corazón. 
No quería mendigar cariño, de verdad deseaba alejar la idea de su corazón que no dejaba de acelerarse, el contrario no era más que un desconocido al final, pero muy dentro de él deseaba que el otro sintiera algo por él, aún si fuera sólo un poco o la milésima parte de lo que el mismo sentía, estaba bien, porque sólo sería una noche. Sus sentidos se agudizaron y su corazón parecía gritarle que le deje salir para irse con el otro. 

La sonrisa de D.O se volvió inocente, todo había cambiado, ya no sentía aquella pasión desesperada sino unas ansias por quererle sin obstáculos. Aprisionó el cuerpo del otro con sus brazos, y piernas, enroscando las últimas sobre las caderas del menor para así unir de nuevo sus labios en un beso. Se había negado ante los crecientes sentimientos hacía el contrario, por ello no estaba seguro de cómo lo veía o hasta qué punto lo quería. Suspiró un poco sobre los labios ajenos sin dejar de besarle mientras sus manos se perdían en la cabellera oscura del otro. Moviendo sus labios y lengua de manera cálida y tosca por dentro de la cavidad del otro comenzó a sentir embestidas sobre su ahora desnuda semidesnuda, correspondió aquellos movimientos con unos igual, pero en sentido contrario. Despacio comenzó a jadear dentro de los labios del contrario, pues aquello aumentaba su deseo, sus ganas de que hacerse uno con él. Su respiración se agitó un tanto pues el calor parecía se había esparcido por toda la habitación dejando casi húmedo el ambiente. 
Su cuerpo comenzaba a adherirse al del contrario por aquellos cúmulos de sudor que comenzaban a esparcirse por el cuerpo de ambos. Tuvo que soltar los labios contrarios para hundir su rostro en el espacio entre el cuello y el hombro del menor para ahí ahogar sus gemidos, debía saciar la necesidad de él.- Ah~ Jongin-ah~ -Susurró sobre sus oídos.- Ah-ah... -Mordió despacio el lóbulo de su oreja.

A Kai le gustaba el calor y la cercanía que mantenía su cuerpo con el otro le encantaba sentirse aprisionado.-Ah... Ah...-Suaves jadeos dejó escapar ante sus propios movimientos sobre el contrario. Cerró los ojos mientras su nariz se hundía en el cabello del mayor, su olor corporal le hacía embriagarse de él, querer más y más. Le abrazó con fuerza como si eso fuera a impedir en realidad que se fuera y con un suave suspiro dejó de hacer presión contra él. Llevó sus propias manos a su ropa interior, no aguantaba más quería sentirlo tan directo como pudiese, se quitó la prenda con facilidad tirándola a un lado. Hizo lo mismo con los interiores de su mayor.- Siento que ya no aguanto más...-Admitió.- Quiero que me toques… por favor tócame...-Le pidió, le rogó prácticamente, quería sentir las caricias provenientes de esas delgadas y suaves manos. Nunca antes tuvo que pedir por algo así.- Bésame...-Agregó luego mientras su aliento chocaba con el rostro del mayor. Tomó una de las manos del otro quitándola de su espalda y las llevó hasta su miembro ya erecto.

KyungSoo ante el pedimento del contrario dudó un poco en si debía hacerlo, pues estaba más que seguro que si terminaba por tocarlo no habría marcha atrás, todo aquello se volvería tan real que no podría olvidarle jamás, no tuvo tiempo de reaccionar cuando el otro llevó su mano a su miembro. Despacio tocó con la punta de la excitada hombría del menor. Lo acarició despacio para así familiarizarse con aquella nueva sensación que embriagaba su ser. Con un poco más de confianza comenzó a masturbarle, primero lento, lo hizo tal y como pensó que le gustaría pues no estaba familiarizado con ello. Susurró sobre sus labios.- Por favor...- Aferró mejor sus piernas a la cadera del otro, y cerró los ojos con fuerza, pues aquellas sensaciones dentro de su cuerpo lo hacían querer más, no sólo tocarle, sino tenerlo dentro.- Por favor... -Susurró sobre su oído besando después su mejilla hasta llegar de nueva cuenta a sus labios. Se separó un tanto para verle a los ojos, no lo diría, no diría en voz alta lo que sentía por él, y aunque lo que hacían era un acto puro no dejaba de ser cosecha de algo que no estaba bien. Se limitó a besar sus labios sólo unos segundos y luego colocar su frente contra la del otro.- Soy tuyo... reclámame como tal...-Su corazón comenzaba a llenarle y la razón que le quedaba simplemente la olvidó, no sabía si eso era bueno o malo pero le parecía extraño que esta vez su conciencia no se dignara a aparecer; de ella siempre iba tomando de su mano el arrepentimiento pero ni una pizca de estos sentimientos apareció en él, simplemente encontró una explicación… El deseo era tal, las ganas de abrazarlo, besarlo y compartir aquellos momentos íntimos junto al menor era tal que lograba bloquear cualquier uso de su razón, de su conciencia para lo único que en estos momentos. 

Kai escuchó aquel pedimento y un escalofrió recorrió su espina dorsal, por ello y ante las caricias tan directas del mayor, gozó de esto hasta el punto en que estas mismas comenzaron a ir más rápido, jadeos salían de sus labios terminando en el oído del contrario.-Ah-Ah...mmng... -En un orgásmico jadeo pronunció parte del nombre de su acompañante volviéndose a sentir a los pies de éste. Su miembro seguía en las manos del contrario sentía como éste crecía por tales actos. Unos segundos después el líquido pre-seminal corrió por entre sus dedos de su acompañante, ninguna señal más clara de que estaba lo bastante excitado como para penetrarle, aquel líquido blanquecino era el lubricante natural y por ende no lo desperdiciaría. Su pecho comenzó a saltar a paso veloz, y lo que le quedaba de consciencia salió por la ventana para así entregarse al otro. –Soo… -Apenas si podía hablar, pues parecía que su cuerpo no respondía así mismo si no al mayor. Desde la primera caricia todo su cuerpo pasó sólo a responder al contrario. Se mordió el labio inferior con fuerza y sus manos bajaron hasta separar aún más las piernas del chico, la imagen que tenía ante sus ojos le volvía loco verlo tan entregado a él. De sus labios quisieron escapar un par de palabras, pero estas fueron suprimidas, así como sus sentimientos. Tomó su propio miembro entre una de sus manos mientras que la otra se sostenía de la cadera del mayor, paso la punta de este por la entrada ajena lo que le llegó como una ola de sensaciones exquisitas haciéndole estremecer de una manera infernal, hasta su alma proclamaba tener más del otro. Se mantuvo jugando de esta manera, rozando aquella zona; de sus labios entreabiertos se escapaban algunos cuantos suspiros mientras que sus ojos no dejaban de ver al otro. Después de un rato hizo una leve presión para así comenzar a dilatar la zona penetrándolo solo con la punta, con cuidado.

Kyungsoo se dejó hacer por el menor, pues en realidad no estaba muy seguro de qué hacer, todo lo que hizo fue por mero instinto. Aquellos movimientos sobre su entrada lo hicieron estremecerse demasiado. Aquel intento por dilatarlo, le daba una sensación de desasosiego y al tiempo lo mantenía en una tortuosa agonía, pues realmente aquello dolía como el demonio. Trataba de mantenerse lúcido aun con la respiración agitada, su pecho latía a toda velocidad debido al punzante dolor sobre su entrada. Se hizo un poco para atrás.-Hazlo con cuidado... es mi primera vez… -Le pidió pues ese dolor no disminuía y esperaba que cuando estuviera lo suficientemente dilatado podría disfrutar del encuentro. 

El menor tragó en seco y miró el rostro del chico detalladamente, por unos cuantos segundos que se le hicieron casi eternos. Su mano esta vez acarició la mejilla del mayor con cuidado y delicadeza con su dedo pulgar. Mientras intentaba controlar su respiración sus ojos se quedaban mirando los contrarios segundos que se hacían eternos. Sus labios depositaron un suave beso con suma delicadeza.- ¿Cómo quieres que omita lo que siento si me dices este tipo de cosas? Si seré yo tu primera vez... Si voy hacer el primero...-Tragó en seco mientras su cabello caía a un costado de su rostro pegándose a su frente debido al sudor.-Te haré el amor...-Sonrió de manera suave y volvió a retomar sus movimientos, la punta de su miembro volvió a hacer presión. 

KyungSoo cerró los ojos con fuerza al sentir como el mayor comenzaba de nuevo con sus movimientos sobre aquella área, era sin duda doloroso, más de lo que esperaba que fuera.-Ah... -Chilló más de dolor que de otra cosa, sabía que el otro se esmeraba en que el tacto fuera suave, pero aun así dolía. Se alzó un poco hacía al mayor y lo tomó por los hombros para así darse algo de valor. Sintió que quizás estaba apretando con demasiada fuerza al menor, pero sólo así podía ganar fuerzas o mejor dicho valor para no cerrar las piernas y salir huyendo. Lo miró a los ojos en todo momento, quería perderse en su mirada como siempre lo hacía para así alejar todo lo demás y concentrarse en lo maravilloso que era ese momento. Apretó los labios cuando sintió que la hombría del otro comenzaba a rasgar las paredes de su entrada, sintió como sus ojos se cargaban de lágrimas por más que intentó no hacerlo. Pegó su rostro al pecho del menor para que este no le viera a la cara. Apretó los ojos con fuerza dejando salir aquellas lágrimas que no se habían formado por completo. 

El pecho de Kai saltaba con ritmos irregulares, ahí estaba sintiendo el interior del otro, era exquisito como sus paredes apretaban su miembro de tal manera que hasta le costaba moverse en su interior, supo de inmediato que no debía ir tan brusco, le preocupaba que el otro sintiera tal dolor al punto de llorar e inquirió que escondía su rostro por la misma razón, le abrazó como pudo y su boca quedo a la altura de su oído, mantenía los ojos cerrados ya que intentaba controlar todo el placer que tenía en esos momentos, porque sería capaz de cualquier cosa por comenzar a moverse dentro de él, a tener el placer de ahí mismo. -No quiero hacerte daño, aun soy capaz de detenerme… -Aún no lo penetraba por completo, estaba dudoso de seguir. El apretón en su espalda le indicaba que le estaba doliendo como condenado, porque él mismo se quejaba de aquella fuerza que el otro ponía imprimía con sus manos en su espalda. 

El mayor tomó con menos fuerza los hombros del contrario y resbaló sus manos por sus brazos, de manera lenta para después atrapar al mayor en un leve abrazo, así despacio comenzó a jalarlo hacía adelante para que terminara lo que había empezado, así su miembro entró por completo dentro de sí, gritó un poco alto antes de callar sus labios con la diestra, ahora que el menor estaba dentro sólo podía sentir esa punzada de dolor. Con toda la fuerza que pudo reunir para ese momento comenzó a mecerse despacio para que así se dilatara completamente, pues esperaba que el dolor fuera sustituido por algo más placentero.- Kai-ah~ -Susurró sobre su oído. Besó su cuello despacio para luego regresar a sus labios y mantenerse ahí. Su cadera se movió conforme el ritmo del otro lo dictaba. Así comenzó a gemir por lo bajo, pues al querer acostumbrarse al dolor, éste disminuía de manera veloz suplantándolo por el más puro placer. Una nueva sensación invadía su cuerpo por lo que se entregó a ella.- AH~ -Esta vez no eran gritos de dolor, eran meros gemidos de gusto por las embestidas del contrario.-Sigue... -Le pidió, aquel entumecimiento estaba pasando para así sentir todo con intensidad.

Kai se acopló al beso del contrario, dejando suaves roces por toda su lengua y labios. Aquellos besos que pensó nunca se concretarían ahora eran solo la mínima señal de lo que sentía, pues al haberse entregado al mayor, ya no era necesario demostrar más nada, ni al él mismo ni a los demás. Con los ojos firmemente cerrados siguió con los movimientos sobre su pelvis, haciendo que cada vez más su pene entrara en el contrario, de manera más profunda sobre su cuerpo. Trato de sofocar sus gemidos en los labios ajenos para así no denotar lo mucho que gustaba de ese momento. Comenzó a moverse más rápido y con más seguridad, dejando que el placer se volviera a detonar en su interior. Cerró sus ojos con fuerza y apoyó su frente contra la del contrario, las embestidas comenzaron a ir cada vez más rápido y más profundas tocando la punta de su próstata con su miembro. Estaba en su éxtasis.

-Jongin… 

Kai escuchó ser llamado, pero la voz era lejana aunque conocida.

-Kai… 

Murmuraron cerca de su oído.

-Despierta. –Musitó KyungSoo a quien se encontraba dormido en su sofá.

El moreno abrió los ojos y miró al mayor frente a él.- ¿KyungSoo…? –Murmuró enfocando la vista para después cerrar las piernas y ocultar su cuerpo con la cobija que tenía encima que de cierta manera ayudó a disimular el problema entre sus piernas.

-Creo que ya deberías irte… -Musitó el más bajo.-Prepararé ropa para ti… -Susurró con las mejillas enrojecidas pues llevaba rato observando al otro en sueños por lo que se dio una idea de lo que estaba soñando pues algunas veces escuchó su propio nombre de entre los cerezos ajenos. –Dúchate y márchate, debo irme a la escuela. –Se levantó pues para ese momento estaba en cuclillas frente al sofá.

-Uhm… -Musitó con suavidad estando totalmente avergonzado. Su rostro estuvo oculto por la pared del sofá dado que se giró.-Gracias… -Tosió un poco.-Oye… -Le llamó en voz baja.- ¿Podríamos hablar más tarde? –Cuestionó dejando de lado el problema en su entrepierna para así ponerse más serio.

-No lo creo. La ropa que dejé preparada es de Baekhyun, seguro te calza mejor que la mía… así no tendrás que volver para regresármela, se la puedes dar a él… la excusa que le quieras dar será responsabilidad tuya. -KyungSoo se levantó y se marchó dejando al avergonzado Kai en su sofá sin darle oportunidad de que le dijera más.

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