décimo séptimo

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—Pero eso no es nada.—le respondió a su hermana que se encontraba frente a él cenando fideos.

—¡Pero le mintió!—acotó Yixing que se encontraba alado de la pequeña quien asintió aprobando lo dicho.

  Junmyeon rodó los ojos. En ese momento pensó que el chino vivía para estar del lado de su hermana.

—Escucha, sé que es la primera vez que se ocultan cosas y se tratan distantes pero quizás lo hizo por una buena razón.—le quiso tranquilizar su hermano.

—¿Cómo qué? Todo es entendible.—Yixing le quitó las palabras de la boca. Junmyeon lo reprendió con la mirada y ahí entendió que no debe meter la pata si no quería una pelea.

—Hizo más cosas...—emitió tímida Iseul.—estuvo siguiendo a un chico.

   De inmediato, Junmyeon entendió lo que su hermana quería decir. O mejor dicho, ocultarle.

—Yo creo que es una persona honesta, simple y modesta. Por otro lado ella se deja llevar por los comentarios y apariencias que muestra y... ¡dios, me molesta, me pone nerviosa!

   Se cruzó de brazos molesta una vez terminada la catarsis. No le gustaba comportarse de ese modo, ella era más sonrisas que caras largas. Por otro lado, su amigo y su hermano la miraban medio enternecidos y aguantándose una risa.

—No prestes atención a lo que digan, ¿ok? Siempre te he dicho eso y pareciera que lo olvidas cuando más lo necesitas.—aconsejó Junmyeon.

—Además, es sólo por un muchacho—siguió  el chino.—¿cómo puede una amistad de cómo 3 años arruinarse por un chico?

Junmyeon soltó una carcajada antes de hablarle: —Tu rompiste la amistad de esas dos amigas en la secundaria.

—Pero ellas peleaban por mí, es diferente.—dijo con un aire de grandeza provocando la risa de los demás en la mesa.

   Luego de una charla divertida, los tres fueron a la sala, donde se encontraba la consola de videojuegos. Los chicos se sentaron en el piso frente a la consola con sus respectivos mandos mientras que Iseul tomó su teléfono y se recostó en el sofá.

  Los gritos y burlas entre un amigo y otro iban y venían acompañados de empujones y risas momentáneas por parte de los tres. Si bien Iseul no participaba del juego, estaba de espectadora y pensativa al mismo tiempo.

  Ya lo tenía claro, obviamente no podía estar enojada tanto tiempo con Chaeyoung. En verdad no le importaba el hecho de que tenga novio, le importó que desconfiara de ella y siguiera a Minseok. Quizás, más que eso, le importaba defenderlo a él.

—¡Iseul!—le gritaron ambos hombres y luego de que respondiera un "qué" de la misma manera le recriminaron:

—Hace 3 minutos te estamos hablando.—su hermano empezó.

—Perdón, estoy pensando otra cosa—sonrió para alivianar la tensión.—. ¿Qué quieren?

—Te estábamos preguntando si quieres una pizza.—aclaró Yixing.

—No, ya comí fideos y estoy algo cansada—de levantó de aquel sofá rojo y extendió sus brazos desperezándose.—. Creo que me pondré el pijama me iré a dormir.

   Se despidió de ellos para entrar a la cocina por un vaso de agua. Siempre tiene uno en su mesa de luz por si se despierta de una pesadilla y tiene la boca seca. En realidad, no sabe porqué lo hace pero es una costumbre que acarrea de cuando vivía con sus padres.

   Al llegar cumplió con su rutina en el baño y se tiró "de palomita" a la cama que se encontraba perfectamente arreglada. Por fin dio el último suspiro del día. Ya mañana sería sábado y, si tenía suerte, no vería la cara de nadie más que no sea su hermano. No vería a sus amigos y podría pensar, completar carpetas de la universidad, terminar sus apuntes, tareas.

    En fin, se prometió que sería un día productivo.

the trouble it's me ||Kim Minseok||Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu