cuadragésimo séptimo

84 11 1
                                    

     Los días eran cada vez más interminables; de la casa a la universalidad, de allí al trabajo y de nuevo a casa. Odiaba el interminable loop en el que vivía.

     A Junggie lo llegó a ver unas cinco veces en el mes, una luz para sus días oscuros. Pero después de eso le resultó difícil porque ya no tenía tiempo y él también no estaba mucho en casa por sus deportes y/o enseñanzas particulares. Si bien él era un niño muy inteligente e "independiente", tanto Iseul como Junmyeon acordaron mandarlo dos veces a la semana para que no tuviera dudas en los exámenes. Todo esto debido a que 1: Iseul no tenía mucho tiempo disponible; 2 porque Junmyeon no entendía o no tenía paciencia. Muy simple.

    Hace poco volvió a dar una exposición en clase sobre cómo se comportaría ella en un aula. Así como si fuera una práctica realista.

    Obviamente fue de las primeras, sobresalió porque tuvo mucha práctica al tener la casa sola. Más que nada porque no tendría la presión o vergüenza de ser escuchada por Xiumin.

    Hablando de él, Xiumin le contó que Junmyeon le había mandado una cena todo pago. Por supuesto no quedó duda que la rechazó pero como ya estaba pagada la compartió con los demás integrantes del equipo que viajaron con él.

     Iseul le preguntó por llamada el porqué no lo aceptó y él respondió sin dudar que no aceptaba premios de consuelo, menos de él. ¡Vaya que entre cuñados había una buena relación! Y a decir verdad ella se sentía tonta y avergonzada de si quiera pensar en verlos sentados juntos algún día compartiendo una comida.

    Pero volviendo al tema académico; las siguientes semanas serían como recuperación para los que no pasaron. Por ende no estaba obligada a asistir.

     Planeó su día: decidió adelantar unos trabajos y más tarde empezar un nuevo reto; su vida saludable. Esta constaba en salir a caminar tres kilómetros sin falta todos los días.

    Obviamente está de más decir que no llegaría a ni a completar una semana. Pero tenía entusiasmo; eso es lo que importa.

     También, más tarde y casi de noche, llegaría Xiumin a la ciudad. Y claro que quería recibirlo lo mas linda y arreglada posible con una casa que deslumbre y una comida deliciosa. Ya era mucho pedir pero no iba a dejar de tratar cumplir.

Así que empezó;

    Para llevar a cabo la travesía le pidió a su jefe tomarse el día, después de todo le quedaban semanas sin hacer nada y lo compensaría. Aburrida, pero sin desmotivarse, comenzó a leer las interminables consignas de su trabajo práctico para la semana entrante. Las iba realizando y sin darse cuenta, porque su teléfono estaba alejado y no podía ver la hora, ya habían pasado tres horas desde que había empezado y llevaba cinco ejercicios hechos. Un récord.

  Arregló un poco su cabello y sus materiales de estudio. Al terminar ordenó la humilde casa; no le hubiese tomado tanto tiempo de no estar cantando algunas canciones con el volumen a full. En dos horas y media ya había finalizado y se tomó un descanso, pensando en qué cenaría con Minseok hoy.

    No era un secreto que el dinero le escaseaba; sí, el sueldo que le pagaban por ser secretaria alcanzaba pero no sobraba. Se decidió que cocinar ella misma ya que le saldría más económico que comprar algo hecho. Buscó una infinidad de recetas, lasagna, omelet, una tarta; hasta que recordó la comida a la que más aprecio le tenía Minseok; espaguetis.

   Indagó la verdulería y dietética más cercanas y le quedaban "de paso" (todo esto teniendo en cuenta que vivían lejos de lo que llamaban "centro"). Se arriesgó a poder llegar cansada a todas partes así que en su mochila guardó la tarjeta estudiantil para el autobús y su billetera. Se ató las zapatillas y salió a caminar.

   Al cerrar con llave tenía un gran presentimiento pero no le hizo caso pensando que podía ser sólo una mala jugada de su mente.

  Y esto sin saber que... no escuchar a su mente podría ser el primer error.

the trouble it's me ||Kim Minseok||حيث تعيش القصص. اكتشف الآن