trigésimo quinto

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—Qué ideas locas tienes—rió para alivianar el ambiente.—. Puedo buscarme otro lugar.

—Solo piénsalo, tú tienes un techo y no tienes que preocuparte por pagarme nada.

   Largos segundos pasaron para que ella lo cuestionara.

—¿Y tú qué ganas con todo esto?

   Iseul tenía razón al preguntarle eso; ella ganaba techo, pero y él qué. Es decir, puede hacerlo porque le da la gana pero por parte le parecía raro saliendo de él después de ponerse a pensar en sus alternativas y que sea el primero en ser descartado.

—Ayudar a alguien que me dio la mano—dijo sin tacto e inexpresivo.—. En fin, si te interesa me avisas porque este fin de semana iré en busca de alguno.

—¿Quieres que te ayude o qué?

—No, pero alguien me tiene que ayudar a mudar todo.

    El timbre sonó, y por más que ambos deseaban en su interior no despedirse tuvieron que hacerlo. Minseok juntó todo el desorden mientras Iseul bajaba a sus clases de Historia. Ella le había dejado una enorme interrogante que en su mente no podría dejar de dar vueltas '¿vivirán en verdad juntos?'.

  ****

   Llamada telefónica

—No puedo dejar que elijas a quien se te cante-reprimió el anciano.—. Tengo que contactar a alguien cuanto antes.

—Te dije que yo lo eligiría, Soowon.

Se escuchó un suspiro profundo y luego unas risas.

—Todavía no creo que mi muchachito ya se muda—hizo que ambos sonrieran con nostalgia desde su lado del teléfono.—. Te voy a hacer falta.—destacó.

—Eso tendría que decirlo yo. Ya estoy llegando al edificio me faltan tres calles.

Fin de la llamada

     ¿Quién hubiera pensado que se estaría mudando la semana que viene? Porque apenas tenía pensado seguir estudiando cuando Soowon lo contactó hace ya cuatro años. Si fuese por su propia voluntad ahora mismo estaría limpiando los gimnasios de algún ex-convicto con los que antes solía tener trato de tan chico. Lo cual no cambió mucho, pensando que ahora limpia pero a diferencia que un edificio de un (casi) padre para él.  Eso lo hizo reír en su interior, en cierta forma era tierno como lo consideraba a  Soowon.

   Pensando todo esto entró al lobby esperando ver al tan cariñoso anciano a quien no le demostraba amor. Pero esta vez su puesto de recepcionista estaba ocupado por una de las chicas de limpieza que trabajaba con Minseok.

   Él la saludó con un gesto y seguidamente se acercó a preguntarle por el paradero de Soowon. Y la respuesta le pareció rara ya que le había dicho que le cuide el puesto para ir a comprar a la panadería. Ella tampoco entendió mucho porque al ser una de las más chicas, era de las encargadas en hacer mandados.

   De igual manera, sin darle mucha importancia siguió su camino hacia su casa. Esta vez decidió tomar las infinitas escaleras en vez del ascensor. Y cuando estaba en el último piso, donde estaban las refacciones, lo vio a la única sombra que le caía bien de Junmyeon; Yixing. Él le saludó con una sonrisa y un gesto de manos pero no se pudo acercar porque hablaba con un diseñador o algo por el estilo, no entendió bien.

"Mejor si no me habla, me va a preguntar por Iseul".-pensó en sus adentros mientras salía por la puerta de emergencia. Subió las escaleras de manera rápida ya que estaba acostumbrado al movimiento y a la rutina de siempre.

  Pero a comparación con todos los días, esta vez no encontró al gato tirado en el suelo esperando mimos. Encontró al tipo de cabellos castaños mirando la fachada de su casa con los brazos cruzados.

—Tu sector está un piso más abajo.—dijo llegando.

—Tenemos que hablar.

     -"Pero dios, todo el mundo quería hablar conmigo esta semana".

***

—No me jodas que no piensas comer Mac and Cheese.—renegó Jisoo.

—Voy a comer, pero primero me voy a bañar.

—Ya conozco tus falacias, tontita.—la estiró del brazo hasta sentarla.

—¿Cómo te fue hoy?—comenzó Iseul a entablar la conversación después de comer el tercer bocado.

—Normal, hoy hablé con el de intercambio, uh lala—soltó una risita que cambió el rostro de Iseul a uno de gracia.—. ¿Que hay de ti?

—Lo mismo de todos los días. Di una lección en clase, aprobé, tengo puntos acumulados.

—No me sorprende de ti.—sonrió viéndola.

Luego de unos segundos en total y absoluto silencio decidió hablar:—Creo que me mudaré.

—No lo hagas—se hizo la difícil Jisoo.—, podemos buscar la forma que mi padre te acepte o algo así. Es un hombre duro pero...

—Hoy hablé con Minseok, me ofreció irme con él y bueno—suspiró y comió otro bocado. Al terminar siguió explicando su situación.—. Me quedaré un tiempo, no creo que mucho.

—Eso dices ahora.

   -¿Cómo que "eso dices ahora"?-pensó. En verdad no quería que la haga dudar.

—Sólo me está ayudando, no me puedo agarrar de su brazo si me está dando la mano—explicó.—. Tampoco muestra un mínimo de señal de que le gustó también. Lo defiendo y todo pero no quiero que...

—No te va a lastimar—la interrumpió su amiga.—. Créeme—la reconfortó tomándola de la mano. Luego la soltó y ordenó:‐, y sigue comiendo que el fideo frío no es rico.

   Y así pasó la noche, pensando en él y en cien cosas más mientras hacía sus deberes. Odiaba no conseguir trabajo de lo más mínimo, hasta el asilo de ancianos estaba lleno de colaboradores que se quedaban.


the trouble it's me ||Kim Minseok||Where stories live. Discover now