the trouble it's me ||Kim Minseok||

trigesimo cuarto

—¿Qué con tu vestimenta?—le preguntó mientras subían las escaleras.

—Lo mismo noté en ti.—rescató. Iseul se mantuvo callada mientras que él abría la puerta de escape hacia la azotea.

   Se dirigieron al sector donde siempre se sentaban cuando el mayor cursaba. Cuando Minseok tomó asiento en el suelo, Iseul se mantuvo de pie.

—Hay suficiente sombra, no hace falta que mantengas preocupada por mi piel.—intentó hacerle una broma.

—No me pasa nada-aclaró sin expresión.—. No es que me visto así porque me pasé algo.

—Nunca insinué eso—la tomó de la mano y la estiró hacia el suelo para sentarse a su lado. Colocó la comida sobre su regazo y la desenvolvió.—. Me esforcé mucho.

—Ni te gastes en mentir.—le dijo riendo la menor.

   Se la pasaron como diez minutos hablando de temas sin sentido y a la vez de la universidad. Cómo le estaba llendo a ella en las materias, los parciales, hasta que por fin Minseok sacó uno de los tantos nudos que tenía por decir.

—Te preguntaste por mis pintas—empezó hablando, cuando Iseul llevó a su boca la pieza de sushi de atún asintiendo con la cabeza, él siguió.—. Bueno, tendré mi primera prueba como profesor este viernes.

    En ése momento Iseul no supo cómo reaccionar más que seguir masticando y mantener los ojos abiertos con estupefacción. Definitivamente lo tomó por sorpresa y más que nada pensando que justamente él conseguiría trabajo.

    Minseok estaba de la misma manera sólo que esperando una buena reacción. Quizás unas felicitaciones para empezar. O de no ser así, un "deberías tomarte el tiempo para pensarlo" como forma de decirle que no le parecía. Y no sabía porqué motivo pensaba así, o sea, hablaban de Iseul; la chica que ama las ardillas, que ayuda a quien necesite y que no haría nada para verte mal.

—No te gusta la...—no terminó su oración porque sintió una pequeña Iseul avalanzándose sobre él en un abrazo. Claro, como a él lo sorprendió en plenos pensamientos no pudo mantenerse sentado y ambos cayeron al suelo.

—Me encanta, tonto, me hace muy feliz que hagas lo que te guste. ¿Porqué no me gustaría?—habló apoyándose en sus brazos lado a lado de los hombros de él.

   Lanzó una risa tímida y se alejó dejando así que Minseok se siente.

—Yo también quería contarte el porqué de mis cambios de humor—se llevó a la boca la un trocito de carne y la otra la puso en la de Minseok.—. El problema soy yo—suspiró.—, creo no logré ser la niña perfecta.

   Él, sabiendo que las cosas eran todo lo contrario a lo que empezaba a pintar Iseul, la interrogó: —No creo que seas tú, ¿Qué tienes de malo? Además de que te gusten las ardillas, claro.

     Ratas con cola peluda.

     Ese comentario logró sacarle una sonrisa.—No lo sé, desde que Junmyeon se enteró que fui a tu casa, se enojó mucho conmigo. Súmale que me "desamigue" de Jongin.

—Dale unos meses y volverá.—le restó importante.

—No lo creo, todo esto me pone mal, le dije cosas feas cuando fue a casa la última vez.

    No seas idiota y dale un abrazo.
    No seas idiota y dale un abrazo.
    No seas idiota y dale un abrazo.

—Sabes—tomó fuerzas para darle un abrazo corto.—, cuentas conmigo.

     A ninguna persona le había dicho tal barbaridad. Llevaba como 27 años sin habérselo dicho a nadie y la primera es Iseul.

—Ahora que lo pienso—lo miró con destellos en los ojos.—, serás profesor. Eso significa que la vacante de tu puesto está libre.

—Ni se te ocurra tocar esa escoba.—advirtió.

—Primero que nada; sigue siendo mío hasta que yo elija a alguien más. Y dos, el imbécil de tu hermano trabaja en la mayor parte del edificio y...

—Olvidalo, ya lo recordé.—se cruzó de brazos.

   A partir de ese último diálogo que soltó no le prestó mucha atención, mejor dicho, nada de atención. Después de haber completado aquella fase, Minseok debía emprender la penúltima de todas.

—... y me aprobó—sonrió.—, ni la hermanita de Chen lo hizo mejor que yo.

—Soowon me dará un adelanto que le pagaré después—soltó con mucho nerviosismo en su interior. Luego de escuchar el incómodo "que bien" de Iseul, juntó fuerzas para seguir con la frase.—. Me conseguiré un alquiler y la cuestión es

—Me alegra que te quieras mudar, puede ser un...—fue interrumpida por la rapidez del diálogo de Minseok.

—¿Quieres mudarte conmigo?