Capítulo 3

76 15 9
                                    

‘‘Y cuando se levanta por primera vez la mano contra esa mujer que dice amar con su vida para golpearla con esa misma mano que acababa de acariciar su mejilla y ahora lleva las marcas de sus dedos por una manotada y no por una caricia, es clara advertencia de que ese tipo es un posesivo y esa relación es toxica de la cual toda chica debe huir, pues toda mujer merece ser feliz’’ Jennifer

‘‘Y cuando me golpeó por primera vez en el rostro al instante lloró como un niño y me pidió perdón de rodillas, también prometió nunca más volver hacerlo, pero no fue así sino que cada vez que se molestaba conmigo o contra otra persona, o, con sus empleados, yo era la que pagaba los platos rotos’’ Claudia

‘‘Y cumplido el año de noviazgo conocí la otra cara del hombre que yo creía y juraba que me amaba, pero esa noche que me levantó la mano y le di una segunda, tercera, cuarta y hasta quinta oportunidad, me dejó mi lección aprendida de que, al primer golpe se debe de mandar al diablo a un hombre. De haberlo hecho no tuviera marcado mi rostro’’ Verónica

‘‘Y cuando comenzó a celarme con mi mejor amigo que también había sido mejor amigo de él, pero me decidí a por él, no a por su amigo, no solo perdió su amistad, sino que me obligó a perderla a mí también y ahora soy esposa del príncipe transformado en bestia, solo por ser ciega y dejarme guiar por su belleza’’ Beatriz

Decido dejar de leer testimonios de mujeres en internet que han compartido sus historias en las cuales narran que han sido abusadas física, emocional, verbal y sexualmente por sus compañeros. Muchos de los casos que estaba leyendo en internet se parecen a mi caso. El caso que acabo de experimentar en carne propia hace unas dos horas mientras hablaba con mi agresor (ahora así lo llamo y lo miro), ya no lo puedo ver como el chico que, hacía latir mi corazón de amor y emoción, ahora lo hace latir de miedo e incluso terror.

Cuando me miro en el espejo me regaño a mí misma por ser tan estúpida y no haber escuchado a mi hermano y amigos, ahora por ignorar  sus palabras ya se lo que se siente que un hombre me levante la mano para acariciarme y luego golpearme con ella, después me pida perdón aparentemente arrepentido por sus actos y celos ridículos, pues como decía uno de los miles testimonios que leí ‘‘hombre que golpea por primera vez a una mujer con el tiempo lo volverá a hacer’’

La mejilla se  me está desinflamando ya, la marca roja del impacto aún se nota, el dolor no se siente tan fuerte, pero en el interior siento que me muero y caigo a pedazos y no dejo de pensar en qué le diré a mi hermano cuando me vea, o peor aún, cuando le impida apretarme las mejillas por el dolor intenso que me está haciendo llorar aun y, peor aún, cuando me pregunte sobre qué pasó y en que quedé con mi novio y no le pueda contestar y le intente ocultar lo que pasó se molestará conmigo y me dirá la verdad: que esto pasó a por mi culpa y que se lo hará pagar.

Pero por más que intento conciliar el sueño para así no tener que enfrentar a mi hermano y evitarle una desgracia, pues sé que es capaz de ir a darle una paliza al estúpido de mi novio por lo que me hizo, pues eso puede traerle y traernos problemas porque el padre de este puede tomar represarías contra mi hermano y la aun pequeña empresa de mi abuelo y destruirnos si así lo desea.

Doy vueltas y vueltas en la cama pues, aunque no quiero tener que decirle a mi hermano lo que me hizo mi novio sé que se enterará y si se entera por otros la agarraré yo también he irá a partirle la cara al imbécil ese y sino estoy ahí cuando eso pase no podré detener a mi hermano de que cometa una locura. Me levanto de la cama decidida a esperar a que mi hermano llegue a casa. Cuando voy bajando de las escaleras del segundo piso sin hacer ruido alguno para no despertar a mi madre me caigo sobre las escaleras al ver a mi hermano sentado en el sofá esperando a por mí, pues cuando me oye bajar las escaleras se pone de pie y no deja de verme, señal de que tenemos que hablar.

—Por fin llegaste, hermanito —le digo con voz falsa de alegría para ocultar el mayor tiempo posible lo que se me quiere escapar de la garganta.

Sus ojos me miran fijamente mientras camina con paso lento, pero firme hasta mí. Una vez está muy cerca de mi sube sus manos acariciando mis brazos y roza la parte donde me había lastimado temprano Dylam cuando me sujetó con fuerza, pero me trago los gemidos por el dolor y me muerdo la lengua cuando miro que sube sus manos a mis mejillas y las aprieta suavecito con ternura, pero aun ese leve apretón me duele mucho por el golpe, pero no me quejo, sino que me quedo quieta y mis lágrimas salen solas de mis ojos por el dolor del golpe y hablan y son ellas las que le cuentan todo con lujos de detalles de lo que pasó a mi hermano.

—Ya te golpeo, ¿verdad? —pregunta apretando los dientes mientras suelta mis mejillas y me abraza contra su pecho y me hace recostar mi cabeza en su pecho y me hace sentir reconfortada con su abrazo.

No le contesto sino que comienzo a asentir con la cabeza pegada a su pecho moviéndola de arriba hacia abajo y mis cabellos se pegan a mis mejillas bañadas por mis lágrimas mientras mi hermano solo me sostiene entre sus brazos para no dejarme caer. El dolor en mi pecho es tan grande que comienzo a gemir de dolor y a expresar el terror que siente mi cuerpo cuando pienso en lo que pasó hace momentos y mi cuerpo comienza a temblar en los brazos de mi hermano y este solo me sostiene firme sobre mis pies y mi cabeza pegada a su pecho mientras lloro y tiemblo de miedo.

¿Seré Suya? 1° ParteWhere stories live. Discover now