Capítulo 10

52 9 11
                                    

Dolida. Así he quedado con la reacción de Kris al pensarlo tanto y darle tanta vuelta. Deseo poder disculparme y empezar de nuevo, a fin de cuenta aún no nos conocemos bien y él me ha salvado la vida ya dos veces.

«Joder Daniela, ¿pero cómo te comportastr tan mal con él y tuvieron una discusión sin siquiera conocerse?».

Me siento destrozada. Él tiene razón, me ando comportando como Dylam y eso que ya ni sé que siento por él. Se supone que él me utilizó, me lástimo y me pegó un balazo ahora para añadir, y yo vengo de estúpida y pregunto a por él al que me salvó la vida en dos ocasiones. Ahs, no puedo ser más estúpida.

¿Es que acaso estoy loca de remate? Cómo me atrevo a cometer tan pendeja equivocación...

En este instante estoy sentada en la cama apoyada en unas almohadas, ando discutiendo seriamente e internamente, en ponerme los tenis, tengo un tenis en las manos sacándole calcetín para ponermelo porque hoy saldré del hospital.

Mi hermano después de la última vez que vino y discutimos no volvió a visitarme, en cambio, mi madre sí vino y mi padre de seguro no se ha enterado aún.

No he vuelto a saber nada de Kris o de Dylam en las cuatro semanas que me mantuvieron en revisión en el hospital, al parecer la bala había hecho mal su trabajo ya que aún estoy viva. Me he puesto muy depresiva en estas cuatro semanas al estar pensando tanto en Kris y Dylam, pero es que estoy muy dolida sin contar que Jasón no desea saber nada de mí y, al parecer se consiguió una secretaria por lo que me contó mi madre.

-¡Señorita ¡¿qué hace?! -me pregunta la misma enfermera que me atendió el primer día.

-Me voy a casa.

Ya el Doctor me había dicho que me podía ir.

-Pero aun nadie ha venido a por usted.

-Puedo llegar sola a casa.

-¿Esta segura? Aún sigue débil.

Ni que fuera una niña.

-No se preocupe, ya estoy mejor -me intento levantar de la cama con cuidado.

-Pero... ¡Señorita! -Corre a ayudarme a levantarme.

-No se preocupe yo la llevaré a casa.

-¿Papá? -estoy... sorprendida.

-Hija.

-¿Qué haces aquí?

-Me enteré de lo que sucedió y quería verte.

-Estoy bien -le digo un poco incomoda.

-En serio no puedo creer a lo que se atrevió a hacer el muchacho por un simple impulso de celos.

-Ni yo papá, ni yo puedo creerlo -digo dejando que me abrace-. Y, ¿cómo estas tú papá?

«Escuché que fue a la cárcel».

-Estoy bien, cariño.

-Escuché que fuiste a la cárcel y de que tu mujer te pidió el divorcio.

-Lo de la cárcel fue una equivocación, pero lo de mi esposa y yo sí, me dejó.

-Lo siento mucho, papá -le abrazo.

-Me quito a los niños, cariño -veo a mi padre llorar por primera vez-. Me dejó solo en está vida... incluso me quería quitar la casa, ella me quería dejar sin nada.

-Deberás lo siento mucho, papá -estoy llorando con él, por primera vez después de mucho tiempo me siento bien en los brazos de mi padre.

Lloramos juntos sacando nuestra pena hasta desahogarnos por completo.

¿Seré Suya? 1° ParteWhere stories live. Discover now