capítulo 38

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Capítulo 38

Con mi padre debo de estar en su mansión siendo atendida y consentida como su niña, siendo entrenada por él y sus colegas en el ámbito de la empresa, levantado las empresas de mis abuelitos, no llorando por el tonto de Kris, ni por el tonto de mi hermano que de todo me culpa, la muerta de mi madre no era culpa mía, ni de nadie.

La vida se ha empeñado en herirme, lastimarte, golpearme, pisotearme, y yo muy bien gracias, y contenta con la vida, no señor, debo de cambiar mi mentalidad de una niña, a la de una mujer...

Una fuerte lluvia comienza a caer mientras camino, pues he dejado mi auto y ando sin dinero, me toca tener que caminar en busca de un lugar donde poder acampar el agua, hasta este punto he llegado de andar como pordiosera en la calle, todo por mi culpa, por ser muy dulce, cariñosa y buena.

Los rayos comienzan a tornar y no hay nada más que árboles a mi alrededor y no puedo acampar bajo ellos pues estaría buscando la muerte, así que no me queda otra opción más que caminar y rogarle a Dios que pase un auto y pedirle que me lleve…

Un auto se acerca a por detrás de mí y me alegro al ver que un ángel fue enviado por Dios para llevarme a casa de mi padre de donde nunca debí haber salido por nada del mundo, pues en él tengo todo lo que necesito para lograr mis sueños ya que con Kris parece que todo está perdido...

—Daniela, sube —dice Dylam en el auto abriendo la puerta del copiloto para que yo entre.

Mi cuerpo tiembla de frío, pero también de miedo al verlo que va con un hombre algo mayor que él...

—Daniela, sube —ordena nuevamente y mi corazón late al ver que el hombre que va con él me come con la mirada.

Me quedo inmóvil al ver como el chico se chupa los labios al verme con la ropa pegada a mi cuerpo casi transparente a mi cuerpo, pues esta empapada de agua…

—Quítate esa ropa —dice Dylam como si nada —. Y ponte está chaqueta…

—Prefiero morir de algo antes de desnudarme...

—Como gustes —contesta cortante —. Tarde o temprano tendrás que quitártela, cariño...

El hombre que va atrás sonríe y luego ríe muy fuerte y eso me asusta y más cuando miro que lame sus labios…

—Dime, Daniela, ¿aún eres virgen? —pregunta Dylam sonriente y eso me hace callar.

Mi corazón comienza a latir y de un momento a otro comienzo a sentirme incómoda por el rumbo de la conversación y la mirada tan penetrante del chico que no deja de verme por el retrovisor.

—Mira que belleza acabo de traer de España —dice el chico que aún no se ni su nombre el cual tiene una cámara profesional en sus manos —. Es para fotos y saca vídeo con gran nitidez...

—Talvez pronto la probemos, de eso no tengas duda, quiero darle una gran lección a un gran empresario...

El clic de una foto tomada y el flash me ponen alarmada. El chico de atrás me ha capturado con su cámara en el retrovisor del auto toda mojada y temblorosa de miedo y de frío.

—Dylam, ¿me prestas tu celular? —le digo cuando me acuerdo del número de Kris, pues necesito hablar con él, pues en el fondo sé que no saldré bien de aquí...

—Si —contesta la hermanita de Kris…

—Hola, mi niña —la saludo —. ¿Está tu hermano por ahí?

—Esta con su novia en el cuarto desde hace una hora y no sale… —guarda silencio…

—Está bien, cariño... —lloro —. Sólo dile que será la última vez que me verá... —las lágrimas de derrama por mis ojos.

La niña pega un grito de dolor y me arrepiento de inmediato por haberle dicho a ella… después de todo es una niña y no de merecía que le hiciera eso…

—No me dejes, Daniela —lloraba mi princesa —. Por favor… no me dejes solita sin quien jugar, ni hacer bromas a Kris... —llora y yo sólo lloro en silencio —. Ella me golpeó después de que tú te marchaste de casa, me pegó en la boca y me hizo sangrar la boca por su fuerte golpe, pues le grité que la a que quería como mamá era a ti y no a ella, y por eso se enojó y me golpeó...

—¿Kris sabe que ella te golpeó? —le pregunto con los demonios adentro y con deseos de matar a esa mujer que golpeó a mi niña.

—Me dijo que si le decía a Kris me iba a ir peor… —vuelve a llorar mi princesa eso es último que alcanzo a escuchar antes de que la llamada se cortara.

—¿Tienes la cámara lista?  —pregunta Dylam a su amigo —. Vamos a mandarle el video al señor a ver qué le parece...

Antes de que pudiera reaccionar Dylam pone un trapo en mi boca y nariz y el químico hace efecto rápido en mí, pues caigo en un profundo sueño, lo malo es que estoy inmóvil, semidormida, pero aún consciente y siento cuatro manos despedazar mi ropa… cuanto deseo no sentir lo que pasará a continuación…

Siento a alguien con brazos fuertes levantar mi cuerpo y colocar mi espalda contra su tosco pecho, y como mi intimidad es tocada por sus grandes y gruesos dedos, mis pechos son apretados por otras grandes manos, y mi labio inferior es jalado con brusquedad con sus dientes.

—¿Te gusta...? —jadea un hombre —. Me encanta tu cuerpo, lástima que el señor no pueda oír tus fuertes gemidos —su repugnante voz se escucha de atrás, se ha colocado atrás.

Entonces... ¿Quién está a delante?

—Cállate Robert y sonríe a la cámara que ya está encendida —escucho como el sipers de su pantalón es bajado.

—Que comience el Show —dice colocando su intimidad en mi entrada.

No puedo creerlo, lo harán a la vez... De la nada y sin previo aviso entran sin piedad en mí... El dolor que siento al ellos entrar es imposible de describir, ellos simplemente se empiezan a mover en mi interior sin importarle mi dolor. No puedo quejarme ni mucho menos sacarlos de mi interior y eso es... lo más doloroso que uno puede imaginarse o sentir. Estoy perdiendo mi virginidad sin siquiera desearlo o disfrutarlo y dicen que es la mejor sensación, lo mejor del mundo, dicen que es la mejor sensación que uno puede sentir, pero yo siento que muero a poco. Me están destruyendo por dentro y por fuera... Siento como el chico de atrás trata de enterarse en mí. Siento como Dylam intenta entrar completamente en mi interior por delante. Es como si trataran de marcarme para toda la vida algo... Que están consiguiendo porqué mi intimidad y mi corazón arden como las llamas del mismísimo infierno. Siento que me quema viva. Siento que me tratan de atravesar con su miembro.

Después de tanto salir y entrar oigo sus asquerosos gemidos, están llegando a su orgasmo y yo hace rato dejé de sentir, pero de pronto siento un dolor que me mata... Siento un dolor como si el periodo me hubiera llegado, solo que es aún más fuerte... Y eso que siempre me decían que no había un dolor más fuerte que el periodo, quiero gritar que paren, que gritar con todas mis fuerzas y es imposible... Siento un líquido salir de mi interior, es un líquido caliente. Siento una bofetada en mi rostro que hace que mi boca se abra y mis ojos en una relación de dolor... Dylam sin piedad entra su miembro en mi boca...

—Chupa, Daniela, anda hazlo rápido si no quieres algo peor —jadea a punto de un orgasmo.

¿Acaso puede a ver algo peor que esto?

Dylam se enoja y me aprieta un pecho haciendo que sin yo desearlo se lo chupe, vuelve hacer lo mismo con mi otro pecho y luego con ambos y de la nada se hace en mi boca... Es lo más asqueroso que he sentido en mi vida... Empiezo a desear la muerte.

Me estoy cansando de tanto sufrimiento, de que me hagan sentir una escoria, un bicho raro. Estoy harta de que me hagan sentir horrible... Estoy harta de que todo lo malo me caiga a mí. Los ojos me pesan y empiezo a dejar de sentir, entonces escucho...

—¡Se nos va, señor! —grita asustado.

—¡Daniela!

Solo dejo de sentir...

Y sigo una luz que aparece en esta oscuridad.

¿Seré Suya? 1° ParteWhere stories live. Discover now