capítulo 37

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Capítulo 37

Al ver de ese modo a Kris se me derrumbó el mundo, me rompí ya que lo cagué otra vez, otra vez cagué todo, me encontraba sentada para almorzar con la mamá el papá y la hermanita de Kris.

—Cariño sabes ¿por qué aun no baja mi hijo a almorzar? —pregunta preocupada.

—Yo iré por él —dice contenta.

Me duele la pregunta que hace la madre de Kris.

Veo como viene Kris con su hermana agarrados de las manos.

—Hijo, nos preguntábamos porque no bajabas —dice la señora.

—Es que me había caído pesado el sueño, madre —dice mirándome a mí en vez de a su madre.

—Oh, me lo supuse —dice su madre mientras ríe feliz.

Kris se sienta al lado de su hermana quedando frente de mí.

Bajo la mirada en mi plato para no verlo.

—Cariño, ¿Cómo te llamas? —pregunta la señora.

—Me llamo Daniela, señora —le digo amablemente.

—Yo me llamo Selena —dice muy contenta.

—Y yo Carlos —interviene el padre de Kris con una gran sonrisa.

Acabo de notar que Sarah anda siempre sonriendo gracias a que su padre es muy simpático.

—Cuéntanos Daniela, ¿cómo conociste a mi hijo? —pregunta su madre.

No sé cómo les caería la idea de que casi me violaban y él se detuvo a prevenirlo. Noto que esperan mi respuesta, hasta Kris interviene.

—Ella es la hija de Juan, papá —suelta como si nada.

Su papá levanta ambas cejas con sorpresa.

—¿También trabajaras de empresaria? —pregunta sorprendido.

—Sí, es mi deseo —le digo contenta.

—Woo hijo, siempre pensé que tendrías algo con la hija de Carlos —dice con una sonrisa.

—Hasta yo —ríe su madre.

Los padres ríen juntos.

—Pues, en verdad tenía en mente hacerlo, papá —suelta mirándome.

—Bueno, es linda, no lo puedo negar —dice como si se la estuviera imaginando.

La madre de Kris le pega.

—Hermosa, es bellísima, así como lo indica su nombre, por eso le queda también ese nombre —dice mirándome.

Es como si me tirará puyas y su padre por alguna razón le siguiera el can.

—¡Ya basta! —grita —. Daniela es aún más bonita que esa perra —suelta muy molesto.

Todos lo miramos sorprendidos.

Río con ganas.

Se ve muy bonito hasta molesto, se ve muy tierno molesto.

—Es cierto —dicen mirándome sus padres.

—No lo puedo negar, eres hermosa Daniela —habla su madre.

Kris me mira aún con molestia. El silencio se empieza a sentir incómodo, ya que lo único que se puede escuchar son las cucharas chocar con los platos.

—Y en que vas Daniela, ¿andas estudiando? —pregunta su padre mirándome.

—Así es, ando en la Universidad, pero hace unos días cerraron la universidad por unas complicaciones, por lo que aún no entro —le miento.

—Entiendo —dice sin más que decir.

—Y ¿cocinas? —pregunta ahora su madre.

—¿Mujer que pregunta es esa? —le pregunta su esposo apenado.

Kris se pone la mano en la boca aguantando la risa.

—No pasa nada, señor y si señora, cocino —le digo como si no fuera la gran cosa.

—¡Buenas!

No puedo creer que esta mujer este aquí. Veo como desde que su mirada choca con la de Kris ella corre a besar sus labios, desde que veo que sus labios se tocan... todo mi mundo se viene abajo, y siento como si mi corazón es golpeado con un martillo hasta romperse. Todos vemos como él le sigue el juego, y literalmente se comen uno al otro.

—¡Daniela, has algo! —la hermanita de Kris me mira con una mirada triste.

—¿Qué quieres que haga? —le pregunto con mis mejillas como cascadas por las lágrimas.

—Exacto, si ella me hizo lo mismo primero —suelta molesto y con los labios hinchados.

—¿Qué, por eso la besaste?

Me seco las lágrimas.

—Si —dice como si nada.

No me gusta cómo se está portando.

—Esto es estúpido —lo miro molesta.

Él me mira como si fuera una cualquiera o algo así por ello lo miro molesta.

—Es que eso eres —dice pasándose de su asiento y mirándome mal.

No puedo creer cómo puede el señor Carlos cambiar de un momento a otro de expresión, hace un momento se veía tan amable y simpático, y ahora da miedo de lo serio que se ve.

—Carlos, porque le hablas así a la niña —dice molesta.

Me sorprende que se halla puesto molesta también.

—Ella le puso le cuernos a nuestro hijo, con su mejor amugo "Adam" como no quieres que le hable mal, es una puta —dice seco.

—Son jóvenes Carlos, esto es normal en esta época —dice tranquila —. Ya verás cómo se estarán abrazando y besando como si nada hubiese pasado cuando esto se arregle —dice sabiamente.

—Yo ni loco voy a volver con ella —suelta muy serio.

Me perforaron las crudas palabras soltada por los labios de Kris.

—Hermanito deja de actuar como un tonto, esa mujer es una bruja —dice molesta.

—Disculpa, niña, a mí me respetas —le reprende.

—Y ¿si no qué? —digo posicionándome enfrente de ella.

—¿Qué crees que me vas hacer, plana? —me dice encarándome.

—Tócala y lo sabrás —le advierto levantando una ceja.

Ella me empuja haciendo que choque con Sarah.

—Y así dices querer a Kris, zorra —me le lanzo como toda gata en celo.

Le empiezo a pegar en la cara. Ella me lanza a la mesa donde están los platos con comida, pero yo no me quedo atrás, así que le tomo del pelo falso y la lanzo a un lado. Me levanto y ante que se levante le doy la vuelta a la mesa y la tomo por el pelo y la jalo llevando todo lo que está en la mesa al suelo con todo y mantel. Le jalo hasta el pasillo fuera del comedor dando a saber que no la dejaría en paz, poro Kris toma a Bella de un pie.

—¡Déjala ya! Daniela... —dice entre risas.

Yo no le hago caso y sigo jalando, así cayendo con un montón de cabello en la mano de la zorra.

—Wuau la dejaste calva —dice riendo.

Me levanto y dejo el pelo de mis manos en el suelo y veo lo que hice, Kris está abrazando a Bella y el papá también la consuela, pues llora como Magdalena, veo a la hermana de Kris y me pone sus dos pulgares arriba.

—¿La sigues queriendo apoyar, amor? es violenta y tu odias las peleas —me mira con odio.

Siento un horror en mi interior al oír eso.

—Maldita perra —me pega una bofetada en el rostro.

Le iba a pegar, pero Kris me detiene con una mirada de advertencia y sosteniendo mi mano.

—Es suficiente, llevas problemas a todos los lugares que vas Daniela... perdiste a tu familia, a tus amigos y ahora quieres arrebatarme a los míos —dice con seriedad.

Veo una sonrisa de triunfo en los labios de Bella, la cual borra cuando Kris le regala una mirada de tristeza.

—Daniela, vete, por favor... —pide con lágrima en sus ojos.

—No, Dani no ha hecho nada malo —interviene la pequeña mirándome con tristeza.

—¡Basta Sarah! —le regaña.

Veo como Kris le pide a Adam que baje mis cosas y suba las de bella. Eso es como una bofetada para mí.

Veo como la hermana de Kris sube a su habitación llorando, entonces sé que este es el fin de todo, por lo que salgo de la casa para no verlos y tomo un taxi para irme. No quiero esa ropa, esa ropa que compró Kris y tenía impregnado su olor, esa ropa que cada que la usara me lo recordaría a él y me metería en una depresión horrible.

Después de llegar a mi departamento tomo mi maleta con la tristeza del alma, me monto en el taxi una vez más en dirección del aeropuerto, no sé cuántas veces he tomado un vuelo para ir a distintos estados de "Estados Unidos", pero de algo que estoy segura es que no puedo sufrir algo peor ¿Habrá algo peor?

Estoy montada en el avión sentada en el lado de una de las tantas ventanas. Le escribo a Jasón el cual me había desbloqueado de todas las redes en la que me tenía bloqueada por la estúpida de su novia, aunque me había desbloqueado no me escribía o yo a él, solo le había escrito para decirle que, iba en camino, pues estaba en el avión y llegaría halla en la noche.

—Señorita —alguien me mueve el brazo.

Una sátrapa del avión me despierta avisando que ya casi va a bajar el avión por lo que debo ponerme el cinturón, el cual no me he puesto porque me incomoda. El avión baja y me mantengo fundida en mi pensamiento, pues me pregunto ¿Cómo ayudaré a mi madre? ¿Tendré el dinero suficiente? Pues el dinero que tengo guardado es para levantar la empresa de mis abuelos.

Al bajar Jasón me espera. Al verme no chocamos palabras si no solamente nos montamos en un taxi hacia la casa donde dejamos mis cosas y nos vamos en un taxi hacía el hospital, al llegar Jasón me guía hacía la habitación en la que se encuentra mamá.

—Mamá ya llegamos —le dice sentándose a su lado.

Al decirle eso mi mamá me mira, con esa mirada me hace sentir diversas cosas con esa mirada me transmite su dolor.

—Déjala sentarse ahí —le dice con la voz débil.

Jasón al entender su situación no discute solamente se levanta y me deja sentarme.

—Mamá, todo va estar bien —le digo con lágrimas en mis ojos.

—Mi niña, te mandé a llamar con tu hermano porque... —su voz se corta —. Porque necesitaba verte, necesitaba pedirte perdón antes de irme —dice débilmente.

—Mamá, no digas eso, no tengo nada que perdonarte —le digo triste.

—Hija, fui una mala madre...

—Mamá, ¿qué te dije sobre eso? —Jasón la regaña.

Al parecer ya se ha despedido de Jasón porque está muy tenso.

—Jasón perdona a tu hermana. por favor. Tu sabes muy bien que ella no ha hecho nada malo, tu sabes que ella no tiene la culpa de que tu padre nos haya abandonado, tu sabes muy bien que ella siempre ha estado para nosotros y demuestra de ello, mírala aquí… —se le corta la voz —. Aquí a pesar de todo lo que le hicimos —llora.

Me parte el alma ver a mi madre llorar, Jasón sale, pues se ha vuelto muy orgulloso.

—Mamá... —la abrazo.

La he extrañado muchísimo.

—Él te quiere mi vida, sin ti hemos pasado por un momento muy crítico, tu sabes que tu hermano es muy ignorante y terco —dice débilmente.

—Tranquila, mamá, no me iré a ningún lado —la acomode en su sitio.

Me acuesto con ella en la cama y la abrazo y me voy quedando dormida a su lado.

—Hija…

Me despierto por la voz de mi madre.

—Mamá…

Pienso que todo ha sido un sueño, pero no.

Mamá le había suplicado a Jasón que la lleváramos a casa y así hicimos, aunque Jasón discutiera un largo rato con mamá diciéndole que era peligroso, al llegar a casa cociné algo rico para los tres, me sentí bien, pues era como si todo hubiera vuelto a lo que era antes. Después de comer nos pusimos a jugar, domino —el juego favorito de mamá—, Jasón nos ganó dos manos y mamá una yo cero, pues era mala jugando.

Después de jugar acostamos a mamá en la cama.

—Hija —dice contenta.

—Mamá —le contesto igual feliz.

—Extrañaba muchísimo estos momentos —sonríe.

—Yo igual —le beso la frente.

—Extraño que me peines, maquilles, que cocines para mí y tu hermano, extraño que llegues de la universidad y grites "ya llegué, haré la cena" y que tu hermano baje corriendo abrazarte y besarte como si el menor fuera él —llora.

Lloro al igual que mi madre porque en esos momentos mi hermano y yo si éramos muy unidos, en esos momentos si estaba con un novio él lo espantaba y si él tenía una yo también la espantaba era como si fuéramos novios, mamá siempre nos educó bien, aunque papá dijera lo contrario, pues cuando papá la dejo le quitó todo hasta la casa, y eso que ella nunca trabajó, ni termino sus estudios, y aun así nos crío bien y nunca pasamos hambre. Por eso la amo, porque es una mujer guerrera ella es mi mamita bella y fuerte, yo sé que se va a recuperar de esta porque ella es muy fuerte.

—Mami... —lloro.

—No llores mi vida que yo sé que tú vas a cuidar muy bien a tu hermano, los dos se deben cuidar y salir a delante juntos porque los dos son hermanos y se necesitan uno al otro —acaricia mi mejilla.

—Mamá... —le beso la mano.

__ Jasón deja de esconderte y ven entra que esto va para ti también, deja de lastimar a tu hermana que tú eres un hombre, un hombre de bien, y yo te críe con el fin de que no seas como ningún machito que le levanta la mano a una mujer para pegarle, sino como uno que si necesitan ayuda le brindas tu mano, así que se un hombre y discúlpate con tu hermana anda y dale un beso, un abrazo que ya está bueno de hacerse el machito malo —se pone sería de repente.

Jasón se acerca a mí y me mira a los ojos serio, pero al yo ponerme sería él se desinfla y me abraza y se pone a llorar soltando moco y de todo.

—Perdóname, hermanita... —dice una y otra vez llorando como un niñito.

Primera y creo que última vez que lo veo de este modo.

—Mi niña perdóname a mí también, porque yo como su madre tuve que a verlos a poyado a ambos, no echarme hacia atrás como ambos, no me imagino lo que tuviste que hacer para cuidarte por tu cuenta bebé —nos abraza.

Por fin, tanto que desee este abrazo.

Después que mamá se queda dormida nos ponemos a ver una película Jasón y yo, cuanto extrañé sus abrazos, sus cosquillas, sus mimos su amor de hermano mayor. Me siento viva después de tantos malos momentos, después de soltar tantas lágrimas sobre una almohada, después de aguantar que me traten tan mal por fin algo de amor.

—¡DANIELA! —grita a todo pulmón.

Al oír la voz de Jasón corro al baño donde me topo con mi madre en el suelo desangrada, el cuerpo de mamá en los brazos de Jasón, él llora como un niño pequeño que necesita a su mamá... corro con lágrimas en mis ojos por el pasillo y a tropezones tome el teléfono y llamo a emergencias.


Al llegar al hospital recibimos la peor noticia que le pueden decir a alguien "llegó muerta" en la madrugada mamá había muerto, no se podía hacer nada.

—¡Es tu culpa! —repetía mi hermano mientras llora —. Si no hubieras aceptado que volviera a la casa nada de esto hubiera pasado —dice furioso —. ¡Vete! —grita muy furioso y dolido —. Vete que no te quiero ver, por tu culpa mamá está muerta.

Trato de abrazarlo, pero me rechaza, con todo el dolor de mi alma me voy, ¿porque estas cosas me ocurren? ¿Porque cada que parece que todo se pondrá mejor se pone peor? ¿Por qué no puedo estar bien? ¿Por qué tengo que sufrir tanto? ¿Por qué?

¿Seré Suya? 1° ParteNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ