Capítulo 16

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Tres meses después...

Es duro tener que levantar una empresa en menos de tres meses para poder levantar otra que estaba mejor dicho a punto de quebrar, esa empresa que estuvo en mis manos y estuvo no sobre las nubes pero tampoco estaba en el piso a como mi hermano tiene la empresa de mi abuelito, que en paz descanse, por su estupido mal liderazgo: según eso fue lo que dijo Kris.

Tengo rabia y cólera contra mi hermano por haber cambiado tanto, por haberse enamorado o fijado en esa chica, no tengo nada en contra de ella, pero si esa empresa cayó fue porque mi hermano en vez de invertir bien su tiempo, su desvelo, y los pocos centavos que teníamos en el banco por esa empresa, ya me parece que le estaba dando todos los lujos a su querida novia con la poca plata que teníamos en la cuenta.

-¿Señorita, adónde la llevo ahora? -pregunta George el chofer que mi padre me puso, pues ahora no le gusta que yo conduzca y me obliga a tener que ser llevada a todos lados por George.

-Llévame a la empresa de mi hermano, por favor -le digo muy nerviosa.

Las manos me sudan de nervios y temor, siento como si voy a ver a un poderoso narco o a un asesino en serie o a mi peor enemigo, no sé porque me siento así, si solo voy a la empresa que es mía y ahí mi hermano debe de estar con su novia en sus piernas o de piernas abiertas en el escritorio donde debería de estar mi hermano trabajando y ella como una supuesta buena secretaria ayudándole a hacer eso, pues ese es el trabajo de él, y el de ella es ayudar a mi hermano a hacer su trabajo bien. Pero no, ellos no están haciendo eso sino teniendo sexo, mínimo que eso es pues conozco a mi hermano.

-¿Por qué te detienes? -le pregunto al joven.

-Ya hemos llegado, señorita -dice sonriendo para luego salir y abrirme la puerta.

Nunca me ha gustado que lo haga pero debo obedecer las reglas de la maldita alta sociedad, sino mi padre me regañará por ser una chica común cuando debo ser toda una empresaria.

-Espérame aquí, por favor... -le pido cuando miro que va a seguirme detrás de mí y de talones-. Es mi hermano, no un asesino en serie al que voy a ver, así que te pido que me esperes aquí...

-Pero señorita...

-Pero nada.

-Su padre me matará...

Rio de eso por la forma en que lo dijo, pero después le pido perdón por reírme. Es que yo me rio de todo y todo y que él obedezca tanto a mi padre me molesta total ya no soy una niña.

-Ya no soy una niña, George...

-Para el señor siempre será su niña...

-Basta -le digo sonriendo-. Debo entrar ya y espérame aquí y no insistas, por favor...

Solo asiente y se recuesta en el auto.

Yo no puedo estar esperando a que mi hermano pueda atenderme. Pueda o no me va a atender sino me va a escuchar más molesta de lo que ya estoy, pues le avisaron quien era la que lo buscaba y aun así se atrevió a decirme que lo esperara porque estaba ocupadísimo haciendo a saber que...

-Señorita, no pase, el señor está ocupado...

Solo paso sobre sus narices y levanto la mano en señal de que no me importa lo que ella diga, mucho menos lo que él demando.

Toco la puerta antes de entrar, pues yo sí soy educada y quiero ver que responderá mi hermano al golpe en su puerta...

-Mierda, dije que estoy ocupado -grita él, pero luego alcanzo a escuchar un gemido de su novia.

Eso es lo que quiero escuchar y así lo quiero agarrar. Interrumpo su acto tan privado y personal, a la vez que tan practico de esos dos animales y sin importarme ver las tetas a su novia y el trasero pelado de mi hermano me siento en un sofá frente al escritorio de mi hermano donde este tiene a la gorda de su novia (tampoco es que tenga algo contra ello porque en verdad no es gorda) de piernas abierta y sus pechos al aire, esta bañada en sudor al igual que él de trasero pelado ante mi...

-Nunca te crecieron esas nalguitas de nena, hermanito. Mira yo tengo más -le digo dando un giro para que él y su ridícula novia que seguro va todos los días al gimnasio miren que yo estoy más buena que ella.

En fracciones de segundos ambos desfilan desnudos al baño para vestirse pues les he arruinado la fiestecita.

Minutos después la novia de mi hermano sale con su cabeza gacha y en silencio y mi hermano se sienta en su escritorio esperando a por mí.

-Dame la empresa -le digo una vez me siento frente a él.

Ya sé lo que se viene, un pleito, pero me vale.

-No tengo por quye darte la empresa a ti, traidora -me dice molesto apretando los dientes.

-Discúlpame, ¿sabes dónde está mi hermano? -le pregunto apretando los dientes también.

-No me vengas con esa mierda, Daniela -ruge.

-A mí no me alzas la voz -le digo para luego voltearle la cara de una cachetada.

-Y tú a mí no me levantes la mano -se pone de pie y se acerca amenazadoramente a mí. Se planta cara a cara conmigo. Siento como su odio brota de su interior hacia mí.

-Vengo a levantar la empresa de mi abuelo -le digo con lágrimas en los ojos al sentir el odio tan grande que tiene para conmigo, ese odio es el que me quiere hacer llorar y sentirme pequeña, tener miedo de que él me golpeé pero no, no se lo demuestrare -. Es más, no te lo pido, te estoy ordenando que me des la empresa de mi abuelo -mi voz se quiebra otra vez cuando miro sus ojos más oscuros de lo que son mirarme con odio, pero algo lo detiene para no matarme ahí mismo.

-¿Qué empresa? -pregunta muy molesto-. Esta empresa se cayó a pedazos por tu culpa, por irte con ese hombre y olvidarte de tu familia, de esta familia que sí te dio amor, cariño, cuidado, educación y protección -él también se ve que contiene las lágrimas.

-Dame lo que queda de ella yo la levantaré, así como levanté en estos tres meses la empresa del padre de nuestro padre...

Se comienza a carcajear de una manera diabólica.

-Con que eso hacías -dice sonriendo e increíblemente llorando al mismo tiempo-. ¿Esa mierda hacías? Hacer más rico al maldito ese al que llamas aun padre y te ves feliz muy feliz con él -aplaude mientras llora y ríe-. Y mira cómo te viste, cómo te tiene de gordita y hermosa cuando tu madre se está muriendo en la cama de un puto hospital por a haberle preferido a él -aplaude de nuevo mientras ríe, pero sus ojos lloran-. Perfecto -dice escupiendo en el suelo.

En respuesta a todo lo que dice yo no puedo contenerme más y reviento en llanto y caigo al suelo una vez más hecha pedazos...

¿Seré Suya? 1° ParteWhere stories live. Discover now