capítulo 36

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Capítulo 36

Me había quedado dormida en los brazos de Kris y con un pensamiento: "¿Seré Suya?" me había quedado pensando en eso mientras hacía el desayuno. Aunque tengo el pie lastimado aún puedo caminar gracias a que no duele mucho ya, gracias a los cuidados de Kris.

Salgo de mis profundos pensamientos al oír la regadera del baño apagarse y un Kris con el pelo mojado bajar las escaleras. Se ve súper sexy. No puedo evitar morderme el labio inferior al verlo acercarse con una súper lentitud hacia mí.

—Huele delicioso —suelta observando los panqueques que estoy haciendo.

Le acaricio el pelo mojado para besar su mejilla.

—Buenos días —suelto entre susurros en su oído.

Él solo posa su mano a por mí cintura para pegarme a su tosco pecho.

—Me gusta que tu cuerpo tenga impregnado mi olor —suelta para hundir su rostro en mi cuello y dejar deliciosos besos.

Me encanta que haga eso, pues todo de él me vuelve loca...

—¡Se quema! —grito alejando su delicioso calor de mí.

Saco el panqueque de la sartén y lo pongo en un plato para preparar el próximo, veo por el rabillo aun Kris tomando un tenedor para tomar un pedazo del panqueque.

—¿Qué crees que haces? —le suelto un manotazo, pero igual sale victorioso con el panqueque en la boca...

—¡Quema!

Me rompo en risas.

—¿No viste que está recién sacado del sartén? —le digo entre risas.

Después de esa gran carcajada que me doy con Kris termino de hacer los otros panqueques y desayunamos eso con un poco de jugo de lechosa con leche, delicioso.

—Me iré a dar un baño —le digo terminando de fregar.

—Te lavo la espalda —suelta levantándose del mueble.

Solo me quedo viéndolo.

No bromea sé que es capaz de hacerlo.

—No, gracias —corro hacia el baño y me tranco mientras ríe.

Me saco toda la ropa que llevo puesta y me meto a la regadera. Esta no es una tina como en Canadá, sino una simple regadera. De repente siento unas suaves manos en mi espalda. Me está pasando sus manos lentamente por toda la espalda.

—Kris... —suelto su hermoso nombre en un gemido.

—Daniela... —suelta en mi oído.

—Cómo... ¿Cómo rayos entraste sin hacer ruido? —suelto un poco molesta.

—Un mago no rebela su secreto... —me da la vuelta para verme, pero le pongo jabón en el rostro.

—¡Arde! —se queja.

Salgo de la regadera entre risas.

Lo hice sin pensar, pero lo hice de igual forma. Me termino de bañar en otro baño de la mansión de Kris. Por Dios, tiene una mansión en todos los países.

—¡Daniela! —escucho como me llama molesto

—¿Qué? —digo al estar en el último peldaño de la escalera.

—¿Porqué... hiciste eso? —las palabras le salen entrecortada al verme usar una de sus camisas.

—¿Por qué llevas eso? —pregunta embobado.

—¿Qué, no te gusta que lleve puesta tu ropa?

Me le acerco lentamente moviendo mis caderas.

—No, no es eso, te queda mucho mejor que a mí, es solo que saldremos y no deseo que ningún otro idiota te vea así —suelta tomándome de las caderas al quedar enfrente a él.

—¿Adónde iremos? —pregunto curiosa.

—Es una sorpresa bebé —suelta dulce.

Es la primera vez que me llama así, creo y suena muy bello, todo apodo que sale de sus hermosos labios me encanta.

—Bueno, me iré a cambiar —me alejo de su calor.

Subo a la habitación y miro entre el guardarropa, no sé cómo tiene ropa en su guardarropa para mí. De repente un pensamiento choca en mi cabeza.

—¡Kris!

De la nada aparece en la puerta.

—¿Qué ropa tendré que usar?

Él sonríe.

Se ve hermoso.

Se me acerca y busca entre el guardarropa. Saca un vestido que se encuentra en una funda que lo protege del polvo y lo deja sobre la cama. También me muestra algunas joyas y unas botas preciosas y luego sale para después darme privacidad.

Al acabar de cambiarme y soltarme el pelo en risos me doy un retoque de maquillaje sencillo y un poco de perfume suave.

—¡Kris! Puedes venir a cambiarte —lo llamo mientras entro cosas en el bolso.

No responde y eso me preocupa.

—¡Kris!

Nada.

Voy a las escaleras por las cual lo veo subir hacia donde estoy yo.

—¿Qué pasa, cariño? —suelta al ver una lágrima salir de mis ojos.

Me la limpio ágilmente.

—¿Por qué no contestabas? —pregunto triste.

—Pues iba algo lleno —me muestra dos copas, un vino y la servilleta que se le cae de la boca al casi chocarnos.

—Perdón —tomo la servilleta y me quito del frente.

Vamos a la habitación, destapa el vino y me sirve para meterse a bañar.

Tomo del vino mientras me retoco el maquillaje para después observarme un rato al espejo.

—Te vas a gastar bebé —suelta de repente tras de mí.

—Me vas a matar de un infarto algún día de éstos, Kris —le aviso.

—Perdón —suelta un poco juguetón.

Lo veo, veo como saca su ropa para cambiarse frente a mis ojos... ese hombre hecho por las manos de Dios desnudo... siento que me desmayaré.

Veo como entra al baño con la ropa en sus manos... y ¿eso? ¿habrá leído mis pensamientos o qué?

Después de la nada sale un Kris guapísimo con un poloche blanco, unos pantalones negros y unos tenis negros con blanco, un reloj en su mano derecha y un collar dorado dentro del poloche. De él emana un fuerte perfume delicioso, su pelo mojado le daba un aspecto sexy.

—Me vas a comer o ¿qué? —se me acerca y me roba un beso, el cual gustosa acepto —. ¿Te gustó el vino? —pregunta sobre mis labios.

—No está mal —confieso entre besos.

—Nos vamos —suelta tomando el vino y metiéndolo en una neverita de playa.

En esa neverita hay más bebidas.

Siento besos mojados en mi cuello al moverme para ver a Kris veo al maldito que me quiso violar...

Grito con todas mis fuerzas.

—Tranquila, bebé. Soy yo, Kris —veo a Kris tratando de calmarme ya que le doy golpes en el pecho tratando de alejarlo —. Soy yo, cariño —suelta tratando de acercarse.

—Perdón...

—¿Quién pensaste que era, bebé? —pregunta con curiosidad.

—¡Estamos en la playa! —chillo feliz.

Le digo eso para que no se preocupe.

—Sí, ¿te gusta? —pregunta con una sonrisa.

—Sí, vamos —salgo por la puerta de mi lado.

Al salir del auto me acerco a Kris que saca los bultos de auto.

—Tenías todo preparado —digo como si lo cachara.

—Pues sí, solo faltó decirte que te pusieras traje de baño bajo la ropa —sonríe.

—Cierto, ¿cómo lo haré? —pregunto preocupada.

—Tranquila, buscaremos la forma, mientras vamos a buscar un sitio donde sentarnos —dice mirando alrededor.

Caminamos hacia donde están las mesas con sombrilla y sillas. Me quito las chancletas para sentir la arena sobre mis dedos, veo como Kris para al frente de una mesa en la cual está Adam con una niña... esa niña... esa niña es la hermana de Kris.

—¡Kricito! —grita de felicidad la niña.

Veo como se lanza a los brazos y este la recibe con amor.

—Amor, mira, ella es Daniela —le dice a la niña la cual me ve curiosa.

—Me llamo Sarah —me da su mano.

Tomo su manito en muestra de saludo.

—Un gusto Sarah —le saludo con ternura.

—Bien Sarah vamos a sentarnos —veo como Kris deja los bultos en la mesa para no dejarlos en la arena y se ensucien.

—¿Adam me acompañas a buscar un sitio donde ponerme el traje de baño? —me rio al ver la mirada fiera de Kris incrustarse en Adam.

—Claro —se pone de pie y se acerca a mí.

Escucho como Kris le murmura algo a Adam, supongo que una amenaza. Adam y yo caminamos en la playa hacia los colmados que se encuentran lejos de la playa.

—Buenas, señor ¿tiene un baño? —le pregunto a un hombre que se encuentra dentro.

—Sí, hay —me señala una puerta.

—Ok, gracias —entro y le paso a Adam mi bolso.

Al entrar miro al alrededor del baño: es pequeño, hay pipi en el suelo "que asqueroso" me cambio lo más rápido que puedo por el asco que me da estar ahí.

Al salir Adam me medita ya que solo llevo puesto el traje de baño y la ropa en la mano. El hombre del lugar al verme se me queda viendo, pues llevo un traje de baño completo y un vestido transparente arriba.

—Ya vámonos, señorita.

Yo asiento.

Al salir muchos hombres se me quedan viendo y otros me gritaban cosas como "hola preciosa, que tal mamacita, lindura etc." un montón de cosas.

—Idiotas... —escucho como se queja —. ¿Ustedes las mujeres siempre deben aguantar estas cosas? —pregunta un poco molesto.

—Pues sí, pero ustedes los hombres también deben hacerlo —le digo juguetona.

—Pues sí, pero, a ustedes les molestan más los hombres —suelta mirándome.

Yo solo paro mi caminar al escuchar sonar mi celular una canción de "Don Omar" de "Danza Kuduro" (esa canción de "Rápido y Furiosos") el celular está avisando que me entra una llamada. Saco el celular y veo el nombre que hay en la pantalla "Hermanito😍" Jasón me llama... quedo en shock ¿por qué me estará llamando?

~ Llamada ~

—¡Halo!

—¡Daniela!

—Si.

—Te llamo por mamá...

—¿Qué pasa con ella? —le interrumpo antes de que continúe —. ¿Está bien?

—No… por eso te llamo... —su voz se corta mucho.

—¿Qué le pasa a mamá?

—A sufrido un infarto…

—¿Qué? Pero ¿cómo? No ha estado tomando sus medicamentos...

«Ella sufre del corazón, presión»

—Se le han acabado hace un buen tiempo y...

—Como la empresa se vino abajo no tenían dinero para comprarle más —termine por él.

—Si...

—¿En qué hospital se encuentran?

—En el de siempre.

—Está bien estaré halla mañana —le informo —. Adiós...

—¡Espera!

—¿Qué?

Se queda en silencio.
—¿Jasón?

—Tengo miedo... mamá me pidió que te llamara para que volvieras porque se quiere despedir.

Es la primera vez que lo oigo hablar con la voz rota.

—No te preocupes, mamá es fuerte...

—No, Daniela... esta vez mamá está muy mal... no va a sobre vivir...

Suelta un gemido, llora.

—Jasón... tranquilo, mamá sobrevivirá, te lo prometo —le intento consolar —. Mantente a su lado.

Cuelgo, debo tomar un vuelo hacía Colorado.

~ Fin de la llamada ~

—¿Sucede algo, señorita?

—No... —miento.

Sigo mi camino hacia la mesa. Miento, no quiero arruinar este día... pues es muy importante para Kris... además ellos me odian.

Al llegar a la mesa me meto con Sarah al agua y dejo a los hombres en la mesa cuidando las cosas.

—Dani —me llama Sarah que se encontraba en mi espalda.

Que linda la manera de llamarme de Sarah.

—Si querida.

—Tú amas a mi hermano ¿verdad? —me pregunta con una mirada profunda.

—Si —le digo sería.

Aunque la verdad es qué me estado preguntando eso desde que nos dimos nuestro primer beso, me estado preguntando si lo amo.

Después de media hora estamos preparándonos para irnos, pues son como las 6 de la tarde y nos hemos bañado mucho en la playa, hemos comido y bebido mucho "pescado frito, empanadas y más’’ y de bebida "refresco y cerveza" claro que solo Adam, Kris y yo fuimos lo que tomamos alcohol. Sarah ha llorado porque no se quiere ir a casa si no que desea quedarse en el agua, aunque tiembla de frio.

Hemos estado todo el camino cantando Sarah y yo toda canción que se pone en la radio, claro que como Sarah es pequeña no se le entiende nada, pero aun así se ve súper tierna tratando de repetir la canción.

Al Kris parquear el auto Sarah se baja y corre adentro de la casa y Adam entra tras de ella con las maletas.

—Daniela... —toma mi mano para no dejarme entrar como todos.

—¿Qué pasa? —no despego mi mirada de sus ojos mientras espero que me diga lo que desea.

Kris me toma de ambas manos.

—Necesito agradecerte por calmar a Sarah cantando, cantas súper hermoso, debo agradecerte también por llegar a mi vida porque en verdad desde que entraste a mi vida me has hecho el hombre más feliz del mundo, Daniela me lo he pasado muy bien hoy contigo y Sarah también le agradas —me acaricia la mejilla.

No puedo evitar que una lágrima resbale por mi mejilla.

—Yo también me lo he pasado muy bien con ustedes —lo beso.

Después de ese cálido beso entramos a la casa porque hemos llegado de noche y el viento está frío. Al entrar nos topamos con su madre esperando a que nosotros entramos a la casa.

—Bienvenido hijo, y Bienvenida... —me mira con curiosidad.

—Mamá ella es Daniela, Daniela ella es mamá —termina de presentarme con su madre.

—Bueno ahora sí, bienvenida Daniela —dice con una cálida sonrisa en sus labios.

—Gracias —le respondo apenada.

—Bueno, discúlpanos ma', pero venimos un poco cansados —rompe el aire tenso.

—Entiendo hijo, hablaré con las chicas para que le arreglen una habitación de huésped —dice empezando caminar.

—¡Ella dormirá conmigo! —grita.

Kris grita para que su madre lo oiga, después de esa pequeña plática incomoda subimos a la habitación de Kris.

—Date un baño mientras voy a subir nuestra cena —dice besando mi mejilla.

—Está bien —lo veo salir.

Cuando Kris sale empiezo a sacarme la ropa para meterme al baño, al entrar salgo de nuevo al oír un celular sonando avisando una llamada. Al salir descubro que la llamada es para Kris y la pantalla tiene el nombre de "Princesa💖" mi sangre se calienta al instante al ver eso.

Después que se cae la llamada se entra un mensaje "Amor cuando veas este mensaje tírame para atrás, por favor" me enojo mucho al leer eso, es que él es mío, "mío".

—¿Qué haces con mi celular, Daniela?

—Te entró una llamada...

—¿Así? y ¿Quién era?

—Tu princesa —le lanzo el celular con rabia.

—Enserio, ahora volveremos a lo de antes —dice mirando el celular en sus manos.

—Tal vez si le hubieras quitado ese estúpido apodo no habría porqué volver a lo de antes —le digo enojada.

—¿Estás celosa? —suelta con una sonrisa en sus labios.

—No.

—Claro que sí, no mientas…

—¿Sabes qué? mejor me voy a bañar…

—Ven aquí, aun no terminamos…

—¡Déjame en paz! —me meto al baño molesta.

Lágrimas salen de mis ojos viajando por mis mejillas hasta caer como gotas de lluvia en el agua de la tina y sí, estoy celosa, no por el apodo, sino por cómo se hablan, él no me habla así a mí, pareciera que tuvieran una relación, pareciera que fueran novios. La envidio, porque siento que le gusta y él le dice "mi amor" a otra, a otra, a la cual delante de mí llama "socia" y por chat "mi princesa" eso me da celos.

—¡Daniela! —grita desesperado.

Escucho como cae algo pesado al suelo y dejo de oír y sentir.

Siento mucho frío, miro a mi lado a Kris, sonrío y me dejo abrazar por él, porque en verdad extraño estar en sus brazos.

¿Seré Suya? 1° ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora