En las Estrellas [FINALIZADA]

Capítulo 12: Huracán

(CORREGIDO, DIC, 2021)

Luna

Abro mis ojos la mañana del domingo y un lindo amanecer me recibe.

Un día más, un nuevo amanecer, un gran regalo, pensé sentándome sobre mi colchón, la sábana sobre mis piernas y meto la mano dentro de mis cabellos, revolviéndolos con mis dedos. Tomo una fuerte bocanada de aire que luego suelto lentamente y dejo mi cabeza caer sobre mis rodillas, con la vista a fuera través de mis altos ventanales de suelo a techo y miro los enormes edificios.

La noche anterior la pasé muy linda con Gael y con las gemelas en un club de moda. Bailé bastante, me gusta hacerlo, pero bebí moderadamente porque no quería lidiar con resacas al día siguiente. Nunca las he tenido, pero he visto suficiente para saber que son horribles, así que soy de las que disfruta del licor, mas no lo bebe como si el mundo fuera a terminar mañana. Era casi media noche cuando mi novio me dejó en casa y se despidió de mí con un beso de buenas noches en los labios y un «nos vemos mañana, niña bonita» sonrío. Si he de ser sincera, me encanta su modo de llamarme. Suena muy dulce.

Pero de pronto mi sonrisa se borra. Alejandro.

Cuando llegué a casa Alejandro ya estaba en la cama, estaba ya dormido, pero supe que había ido al bar. Colton, su casi amigo, me preguntó por él, pues según me dijo llegaron juntos al club, sin embargo, al parecer Alejo se le desapareció mientras bailaba con su chica, o algo así.

Me había parecido raro porque yo en ningún momento vi que mi compañero de piso hubiera estado en el club, pero al parecer él se marchó casi tan pronto como llegó. No entendí mucho y le envié un mensaje para saber qué ocurrió para que se fuera tan rápido, me contestó que luego hablábamos pero que al final no se sintió bien en el ambiente con la música alta y tantos cuerpos sudorosos juntos. Me muerdo el interior de mi mejilla izquierda. Supe leer entre líneas y leí que algo más había pasado para que se fuera. Yo lo conozco casi mejor que nadie, y me pregunté ¿qué? Mas, luego entendí que probablemente estuviera triste por su rompimiento con Priscila que fue ayer mismo.

Finalmente terminó con esa arpía, sin embargo, me dejó claro que la quiere.

Él la quiere, la quiere.

Tomo mucho aire para después soltarlo despacio.

No puedo ser hipócrita y decir que no me da gusto que su relación con Priscila haya terminado, pero más allá de porque me ponía toda celosa al verlos juntos y el dolor era desgarrantes, porque sé que Alejandro merece una mujer mejor que esa arpía. Y aunque ya dejamos claros que debido a que él no comparte los mismos sentimientos que yo, no podremos nunca estar juntos, yo deseo para él que encuentre una chica que sepa amarlo como Alejo se merece. Tal vez me muera de celos si todavía no logro olvidarlo, pero si él es bien amado, yo estoy feliz.

Yo quiero que él sea feliz y cuando amas de verdad a una persona todo lo que debe importarte es que... sea feliz así no sea a tu lado.

Un bostezo se abre paso a través de mi garganta, antes de que yo proceda a dejar mi cama. Entro a mi baño, me envuelvo mi cabello y me bajo los pantalones del pijama para sentarme a hacer pis. Luego de hacer mis necesidades, me aseo y salgo de mi habitación.

Lo oigo trastear en la cocina y sé que está haciendo el desayuno, pero en realidad hoy me tocaría a mí. Cómo creo haber dicho antes nos turnamos para hacer la comida siempre, al igual que como somos dos nos dividimos las cosas de la casa; limpiar, lavar, sacar la basura, ordenar... etc.

Me asalta un olor a tortitas recién hechas en cuento estoy más cerca. Alejo esta de espaldas. Viste una simple camiseta negra y unos pantalones de chándal igual a los que yo traigo puestos. Mis ojos no pueden evitar caer en su sexi trasero y morderme el labio inferior mientras miles de pensamientos sucios inundan mi cabeza. Juro que lo intento, tengo un novio adorable y no debería traicionarlo ni con el pensamiento pero Alejandro no me la pone fácil, es demasiada tentación.