25: La Melodía Perfecta

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[CORREGIDO FEB, 2022]

Alejandro

Algunas horas antes.

Siento mis párpados pesados mientras mis ojos van abriéndose de forma lenta y pausada, hasta que finalmente los abro en su totalidad.

Por un momento todo se siente muy confuso, solo sé que estoy recostado en una pequeña cama, que las paredes son blancas y un aroma que no logro identificar penetra en mis fosas nasales. Por un momento parezco tener un espacio completamente blanco dentro de mí.

¿Dónde estoy? ¿Quién soy? Son las preguntas que me hago al no tener ningún recuerdo en mi cabeza, mientras todo lo que se siente es un profundo... nada.

De pronto diversos rostros e imágenes pasan por mi cabeza, mas, no logro ver con claridad a ninguno, no logro identificarlos.

—No tenía que pasarte a ti, no a ti. ¿Por qué a ti, hermoso? Yo...

A pesar de no recordar nada logro, en la lejanía de mis recuerdos, capturar un poco de esa voz y cuando, sin apenas darme cuenta que lo había hecho, emito un sonido un poco lejano para mí, ese llanto cesa. Unos segundos más tarde me encuentro con sus ojos. Es una chica, está acomodada en un pequeño sillón negro al lado de mi cama, una de mis manos entre la suya. Amplio sus retinas, eso antes de que una sonrisa se formase en sus labios y llevándose una de sus manos libres a la mejilla húmeda recoge con el dorso sus rastros de lágrimas.

—¡Oh, Dios mío, estas despierto! ¡Estas despierto! —chilla ella, escuchándose eufórica mientras de un momento a otro siento sus labios en mi cara. Está besándome mientras dice tantas cosas a la vez que apenas logro escuchar una sola.

Cierro los ojos con mucha fuerza, voces, muchísimas voces suenan en mi cabeza, pero son tan lejanas que no logro escuchar nada.

—¿Quién soy? No... sé quién soy.

Ella me observa con sus ojos muy abiertos, todavía apretándome la mano.

—¿No recuerdas quien eres, Alejandro? — Niego, humectando, con la punta de mi lengua, mis labios que se sienten resecos.

De pronto, empiezo a sentir una desesperación muy grande dentro de mí al no encontrar nada que me haga recordar quien soy ni de dónde vengo, el rostro de la chica frente a mí, de ojos verdes y cabello negro, se me hace familiar, mas, no logro identificar de donde porque no hay nada en mi cabeza, no hay un recuerdo, no...

—Hay muchas voces e imágenes dentro de mí, pero no logro identificar nada. Nada —musito, desesperado mientras sostengo entre mis manos mi cabeza que de pronto, ante el esfuerzo de tratar de traer recuerdos a mí, ha empezado a doler fuertemente.

—Tranquilo. Cálmate, mi amor —me dice ella, sosteniendo mi rostro. Me mira directo a los ojos—. Tuviste un accidente hace poco, te caíste de un caballo y has estado los últimos cuatro días en coma por culpa de un golpe que sufriste en la cabeza al caer. Es más que probable que el que tengas problemas de amnesia se debe al golpe.

—¿Amnesia?

Ella sonríe y me da un beso en los labios, lo que me deja un poco confundido al respeto, mas nada siento.

—Así se le llama cuando una persona pierde todos sus recuerdos, mi amor, amnesia.

Ella no deja de sonreír, ni de besarme cada tanto.

— ¿Quién eres tú? —pregunto, sin poder quitar mis ojos de su rostro.

—Yo... Hmm —mientras se mordisquea el labio echa un vistazo a la puerta, acto seguido vuelve a mirarme con una sonrisa enorme en su cara—. Soy tu novia Alejandro. Somos Novios. Tenemos más de un año siendo novios y... tú me amas y yo te amo muchísimo.

En las Estrellas [FINALIZADA]Where stories live. Discover now