Capítulo 27: Más que en nadie

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Gael

Hace unos meses atrás ni soñando creía que ahorita estaría haciendo esto, colocándole el pañal a mi hija y vistiéndola luego de haberle dado su rico baño antes de que su madre llegue de trabajar y yo tenga que irme al mío, pero es una sensación tan hermosa y son mis momentos más felices. La etapa de padre es una de las etapas, según mi experiencia, de las más bonitas que te regala la vida. Me gusta eso de bañarla, cambiar su pañal, prepararle la mamila y alimentarla, todo maravillo.

—Gala no —paro de colocarle el pañal para arrebatarle de las manos mi celular, el cual había dejado sobre la cama y estaba a punto de llevárselo a la boca, como casi todo—. Eso no es para meterlo en la boca porque tiene microbios, que te pueden enfermar.

Gala se remueve tanto, pues es muy inquieta, que me dificulta la tarea de vestirla, pero como siempre, luego de una larga odisea logro terminar.

—Ya estamos listos señorita, huele usted deliciosa —la alzo, Gala ríe cuando la reboto un poco hacia arriba—. Ahora vamos a cocinar para que mamá encuentre la comida lista, llegará hambrienta.

Mamá habi...enta. —Rio ante su intento de decir una palabra que no le sale, besando su cabecita y salgo hacia la habitación con ella en brazos.

Había tenido que aprender todo lo relacionado con un bebé, preparar mamila, cambiar pañales, la temperatura del agua ideal para bañarla, identificar cuando tiene hambre, pero a cocinar no. Llevo muchísimo tiempo viviendo solo, así que con algunos consejos del internet aprendí a prepararme mis propios alimentos y me encanta haber aprendido, pues puedo recibir a Tianna con el almuerzo listo cuando llega de trabajar. Como ya antes dije trabaja medio turno en una floristería para ayudarme con los gastos y como también dije le expliqué que yo sin problemas podía mantenernos a los tres, mas ella se negó por querer colaborar. Es una excelente compañera.

Estoy dirigiéndome a la cocina cuando suena el timbre, me detengo con el ceño fruncido mientras Gala murmuró "pueta" al tiempo que la señala con el dedito. No estaba esperando a nadie y tampoco acostumbramos a recibir visitas, al menos no a esa hora.

Me acerco a la puerta aun con mi hija en brazos, y abro creyendo que podría ser algunos de los familiares de Tianna, mis pocos amigos de la universidad no podrían ser, ellos; los tres que tengo, se han ido de vacaciones, es lo que solíamos hacer al finalizar cada semestre, irnos a alguna parte del mundo, pero antes no era papá y marido, sin contar que actualmente solo estoy viviendo con lo minino. La tarjeta sin límites ya no existe.

Sin embargo cuando abrí la puerta, esperando que fuera Mike, por ejemplo, el hermano de Tianna que adora a su sobrina y se la vive trayéndole regalitos y viniendo a verla para mimarla y consentirla, no era él, me encontré a la última persona que esperaba ver detrás de esa puerta: Louis Harris. Por instinto apreté el pequeño cuerpo de mi hija contra mi pecho, sobre todo al ver que mi padre no le quita los ojos de encima y está mirándola de una manera que no puedo interpretar mientras se mantiene estoico, las manos guardadas en los bolsillos del pantalón y la mandíbula dura.

— ¿Qué estás haciendo en mi casa, Louis Harris? —Demando saber, mas él sigue mirando a Gala quien lo mira también con dos deditos dentro de la boca. Su expresión sigue pareciéndome difícil de interpretar.

—Es... idéntica a ella, a tu madre. —Dice, luego de unos largos segundos de silencio, y tiene muchísima razón en sus palabras, mi hija tiene un parecido bastante sorprendente con mi difunta madre.

—Te pregunte qué haces aquí, bien sabes que en mi casa alguien como tú no es bienvenido.

Louis Harris me miró, sin mostrar ninguna emoción en el rostro. Siempre ha sido un hombre duro que no muestra nada.

En las Estrellas [FINALIZADA]Where stories live. Discover now