Capítulo 14: Grita su nombre

6.8K 901 79
                                    

(CORREGIDO, DIC, 2021)

Gael

No fuiste a la universidad el día de hoy, ¿estás bien, Gael? —escucho la voz preocupada de Luna al otro lado de la línea.

Inspiro, sentado en mi terraza y me meso con los dedos el cabello.

Luna.

Esa chica es lo mejor que pudo haberme pasado, desde que la vi entrando al baño con los ojos llenos de lágrimas reconocí algo en ella, era especial, era única y tenía una dulzura que rebosaba de ella como la miel de un barril demasiado lleno.

Y mi mayor sorpresa fue que después de mucho tiempo una chica– después de ella–, logró hacerme sentir algo. Logró hacerme sentir que no estaba muerto después de todo, creía que lo estaba. Luego de que... la única chica que he podido llegar a amar en toda mi vida rompiera mi corazón al marcharse como lo hiciera.

Luna calentó mi corazón por mucho tiempo helado. Llegó como una brillante luz a mi vida, una que no querría perder, nunca.

Más que mi novia la considero una amiga. A pesar de lo que se dice en la universidad sobre mí ella prefirió creer en mi palabra.

Yo no intenté violar a esa chica, de verdad no lo hice. Gina; su nombre, lo inventó todo para fastidiarme porque no quise follar con ella en todas las ocasiones que se me insinuó. La última vez que lo intentó y la volví a rechazar enfureció y quiso vengarse de mí por mi rechazo. Estaba loca. Recuerdo como comenzó a desgarrar su ropa delante de mis ojos con una sonrisa perversa, y lo más enfermo que hizo fue golpearse para simular que yo lo hice daño al tratar de forzarla, sin contar sus gritos del tipo: «Gael no, por favor», «me haces daño» «Ayúdenme»

Ya he dicho que estaba loca, está loca.

Estamos en una fiesta universitaria, había muchos estudiantes allí y la gran mayoría creyó que de verdad yo la había forzado, la vieron golpeada, los ojos llenos de lágrimas y la ropa desgarrada. Fue la peor noche de mi vida. Luego sucedió que el chisme corrió en la universidad como la pólvora, pero por suerte aunque las mentiras de Gina hicieron que me detuvieran por intento de violación, ser hijo de quien soy me salvó de no pagar por un crimen que no cometí y ni siquiera me ficharon.

Ser hijo de un hombre poderoso a veces tiene sus ventanas, aunque muchos siguen creyendo que de verdad lo hice y que solo ser quien soy me salvó. Solo que todos esos que me acusan no saben que Gina era una maldita loca que como no pudo tenerme quiso hacerme daño, y lo logró de alguna forma.

Lo único malo que hice fue haber rechazado a esa desquiciada mental que camina por la universidad fingiéndose la víctima de algo que no sucedió. Es detestable.

Pero siguiendo con Luna. La adoro. Ella me ha ayudado tanto en tan poco tiempo que he desarrollado por ella un cariño realmente inmenso. Me dio el valor para enfrentarme a mi padre aquella noche en la cena del abuelo y decirle que no continuaría permitiendo que siguiera manejando mi vida y por ende, mi futuro.

Maldita sea, siempre le había dado gusto en todo, siempre había querido hacer lo que a él le apetencia en un vago intento de ganar amor y aprobación. Pero dije basta a mi padre gracias a ella, pues si en veinte años no he ganado nada haciendo lo que él quiere ahora sé que se me pasaría la vida complaciéndolo y al final, solo sería miserable el resto de ella. Ahora, gracias a esa maravillosa chica que está detrás de la línea voy a empezar a hacer lo que yo quiera, lo que me haga feliz.

Mi padre está furioso. Obviamente, tenía planes de casarme con una mujer que él había elegido ya y de no haber despertado gracias a Luna, seguramente iba a terminar haciéndolo tarde o temprano y condenándome a una vida más miserable de la que he tenido desde siempre.

En las Estrellas [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora