Capítulo 15: Hasta el fin del mundo

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(CORREGIDO, DIC, 2021)


Alejandro

Nunca había sido tan feliz como está última semana con Luna, con mi pelusa, con mi chica hermosa a la que he amado desde que antes incluso supiera que era el amor. Todo lo que he hecho estos días es abrazarla, besarla, tocarla, mirar mi sueño hecho realidad, pero si he ser franco, una parte de mí sin poder creer todavía que finalmente estamos juntos.

Es tanto que no puedo. Es demasiado hermoso, demasiado perfecto para suplicar que nada, absolutamente nada, se atreva a arruinarlo.

Tantas veces lo soñé, ella y yo así, sin embargo, ningún sueño por bonito que haya sido supera la realidad. Ninguno. Me la vivo en una nube todo el tiempo desde entonces, mi nube.
Me gusta estrechar su delgado cuerpo entre mis brazos. Sostenerla lo es todo y besarla no tiene punto de comparación, provoca un caos dentro de mí pero es uno que es bueno y quiero sentir por el resto de mis días; morir y si vuelvo a nacer o reencarnar en otro cuerpo, seguir enamorado de la misma mujer.

La adoro, y es tanto que me enfrentaría al mundo, a un equipo de mil hombres... con quien sea para mantener a Luna a mi lado. La tuve cerca, pero a la vez tan lejos por tantos años que no concibo la idea de tener que soportar una lejanía igual nunca más. No quiero que nada de lo que tenemos termine, yo solo quiero que perdure, y más, porque estoy completamente seguro de que Luna Valentina Summer es el amor de toda mi vida. Es tanto así que incluso hace apenas dos días atrás me puse a imaginarla con un hijo mío en el vientre. Ya sé que no estamos en edad de pensar en hijos, ninguno de los dos. Apenas si somos unos críos, yo más que ella por seis meses aunque luzca más grande por mi altura a su alrededor, apenas si iniciamos la universidad y tenemos mucho que vivir antes de pensar en tener una familia, pero está claro que eso es lo que yo deseo, que si he de tener hijos que no sean de ninguna otra mujer que no sea de esa preciosa chica.

Justamente el día de ayer habíamos estado hablando de cómo le diríamos a nuestros padres de la relación que estamos teniendo, una que traspasó la barrera de la amistad y ahora nos besamos, nos tocamos... hacemos vida de novios.

—Aún no hemos hablado de cómo le diremos a nuestros padres que estamos juntos, Alejandro —me dijo anoche, domingo mientras sobre el sofá y una manta sobre nosotros por el frío disfrutábamos de una serie de televisión—. Apenas les había contado que tenía novio, que no eras tú, y ahora resulta que aunque sigo teniendo novio es uno diferente al que les conté, sino tú, mi mejor amigo de toda la vida.

Me recuerdo tomando su mentón, besando su barbilla y seguido de sus labios y mirándola a los ojos le dije:

—No hay ninguna manera de decírselo más que así: hemos estado locos el uno por el otro por muchos años; aunque fuimos unos tontos y unos perfectos actores que supimos esconder muy bien lo que sentíamos el uno por el otro, pero finalmente abrimos nuestros corazones, nos expresamos lo que sentíamos y ya no podemos vivir sino es amándonos intensamente.

La evoco sonriendo, y luego recargando su cabeza llena de cabello rubio algo salvaje, sobre mi pecho.

—Es una buena forma de explicárselo —me dijo, y lo era. No había otra forma. Luna largó un suspiro—. Me muero por verlos ya a todos. No solo por querer contarles de nuestra relación, sino porque extraño los besos y los abrazos de mamá, los de papá también e incluso a Oscar haciendo ruido con su batería y a Lucas siendo un egocéntrico de primera que se cree el más lindo de los dos cuando ambos son dos copias exactas.

Me recuerdo sonriendo mientras abrazaba a Luna con todas mis fuerzas. Muchas veces el sueño de tenerla era tan perfecto y hermoso, por el que había esperado y sufrido tanto por años, que la sostenía con demasiada fuerza para que si se quiere escapar no tenga ninguna oportunidad.

En las Estrellas [FINALIZADA]Where stories live. Discover now