(23) Loki Laufeyson

1.8K 84 0
                                    

Digo adiós

— "Él ha vuelto, Miranda" — dijo la rusa mirando a su amiga con preocupación.

Inhaló y exhaló repetidas veces antes de mirar a su amiga y no decir nada, así que la pelirroja continuó hablando.

— Thor es quien lo ha informado, al parecer te está buscando. Claro que si no quieres hablar con él, no lo permitiremos. Prácticamente no es bien recibido desde... ese último incidente.

— Hmm — gruñó — Bueno, lo último que me apetece es verlo, pero debo aclararle las cosas y que me deje tranquila.

La pelirroja solo asintió con deje de preocupación y curiosidad por lo que haría su amiga.

7:40 pm. El Dios esperaba impaciente a la chica, quería verla, sabía que había cometido el peor de los errores al irse sin decir nada. Ahora vestía como si fuera un humano.

De su abrigo negro sacó una caja de Royals y un encendedor. Últimamente se había vuelto costumbre fumar cuando estaba nervioso. Fumar, era estúpido, ahora repetía esa tonta acción mundana.

— ¿Y ahora fumas? — La voz de la chica se escuchó a su espalda, seguida de una risa incrédula.

— Solo cuando estoy nervioso — respondió a la pregunta de la chica, lo cual esta ignoró, así que tiró el cigarrillo y lo pisó.

— No me importa, ve al grano, loco — el Dios reprimió un gruñido por cómo la chica estaba actuando, aunque no la culpaba, sabía que se lo merecía.

— Miranda, yo, en serio, lamento... — pasó una mano por su cabello evitando su nerviosismo; pedir disculpas no era fácil, no para él.

— Creo que lo lamentas demasiado tarde — hizo énfasis en las dos últimas palabras mientras acariciaba su vientre abultado.

Eso no pasó desapercibido para el Dios, quien miraba desconcertado el vientre de la chica y luego a ella.

— ¿Te has casado? — su tono de voz era serio y sorprendido a la vez.

— No — suspiró para ir directo al grano; no le apetecía seguir entablando conversación con él — aún así lo fuera, no sería de tu incumbencia — soltó brusca.

El Dios dirigió su mirada al suelo, viendo fijamente el cigarro que anteriormente estaba encendido.

— Me voy a casar, Loki. Soy feliz. ¿Qué han pasado tres jodidos años desde que te fuiste y me dejaste sola, Loki? — pataleó como si de una niña pequeña se tratara; él la miraba con atención — Y no, si te lo llegas a preguntar, no tengo miedo ahora. Sé que él no me dejará.

— Solo quería pedirte perdón, yo... Jamás volveré a la Tierra de nuevo... Solo debía disculparme — apretó su mandíbula y se tensó, para luego relajarse y hablar sinceramente — Sé que fui un idiota, y es tarde para pedir perdón, y no cambiará que me odies, pero espero que esa persona te sepa dar la felicidad que yo no pude darte, al igual que tu bebé.

— Lo harán, lo harán, Loki — miró por última vez a la persona que alguna vez amó con todas sus fuerzas, y le dedicó una sonrisa de compasión, mientras este se alejaba para siempre.

Lo perdonaba, porque si no hubiera sido por él, no conocería a la persona con la que estaba a punto de casarse, ni tendría a su pequeño nuevo amor en su vientre.

— ¿Ya se fue? ¿Está todo bien, linda? — dijo su prometido acercándose a ella para cargar su bolsa y caminar hacia el auto.

— Sí, Steve, todo acabó.

El rubio le sonrió para luego abrir la puerta del copiloto y que ella entrara al auto.

|𝖮𝖭𝖤 𝖲𝖧𝖮𝖳𝖲| 𝖬𝗎𝗅𝗍𝗂𝖿𝖺𝗇𝖽𝗈𝗆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora