(50) Peter - Divergente

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—Oh vamos, Cami, no me digas que aún son vírgenes —se rió un chico de piel morena—. Si quieres, te hago el favor. Vamos a ver qué tienes debajo de tu ropa interior antes de que se oxide —la muchacha lo fulminó con la mirada mientras algunos reían. Molly se acercó hasta el moreno y lanzó un golpe directo a la nariz de este, haciéndolo sangrar.

—¡Maldita perra! —se quejó, apunto de lanzarse hacia su atacante. La otra se puso en guardia, pero antes de esto, Camille se puso frente a ella.

—Vamos, Mol, no vale la pena —miró con desdén al moreno.

—A la otra ahórrate tus comentarios fuera de lugar, Brandon —amenazó su amiga—. Oh, la próxima vez te las verás con Peter. Ya sabes que ha llegado bastante rápido arriba del tablero —el moreno reprimió una mueca y se quedó en silencio—. Me alegra que hayas entendido —sonrió triunfante para tomar a la rubia del brazo y jalarla para irse de ahí.

—No era necesario...

—¡Por favor, Cami! En serio, debes comenzar a defenderte... —la miró con molestia—. No siempre estaré yo, Drew o Peter para defenderte.

—Lo sé —suspiró deteniéndose antes de llegar al comedor—. Es solo que no me gusta eso de pelear.

—Y justo has elegido Osadía —la miró con sorna—. Debes subir en la tabla, esforzarte en los entrenamientos.

—Juro que lo haré. Molly —la llamó suplicante—. Te pido que no le digas nada de lo que pasó a Peter...

—¿Qué no debe decirme? —Camille maldijo internamente mientras miraba a Molly, esperando que la ayudara.

—Yo sobro aquí —decidió decir para salir disparada al lado de Drew y dejar a su amiga hablar a solas con Peter.

—Nada —le dio la espalda intentando seguir su paso. Los brazos de Peter la rodearon para después cargarla—. ¿Qué crees que haces, Hayes? —manoteó y él resopló al escuchar la manera en que lo nombró. De ser otra persona, le habría clavado literalmente un cuchillo en el ojo, pero ella era especial para él.

—Nada de llamarme así.

—Te llamaré así hasta que me bajes. ¡Suéltame inmediatamente! Peter Hayes —él resopló y, por fin, la muchacha sintió sus pies sobre el piso.

—Y bien... ¿Qué ocurrió ahora?

—Pues..., lo de siempre —se cruzó de brazos desviando la mirada. Siempre terminaba teniendo que contar todo—. Brandon, ya sabes cómo es...

—¿Qué dijo esta vez? —la rubia vio cómo comenzaba a apretar los puños lo suficientemente fuerte para que sus nudillos comenzaran a ponerse rojos. Se sonrojó apenada recordando lo que el moreno le había dicho. Bajó el rostro para no mirarlo directamente a los ojos.

—Él... dijo que quería ver qué había debajo de mi ropa... eh, fue algo así —cortó sus palabras para no seguir hablando. Se sentía avergonzada.

—Le romperé la cara. En tres minutos llegaré al comedor, en dos me dejaré ir sobre él, y en uno estará suplicando piedad —gruñó y se dio media vuelta, pero la rubia horrorizada fue hasta él y lo tomó del brazo.

—No, no vale la pena —dijo tímidamente—. Es un maldito gusano que se cree mucho porque se ha acostado con la mitad de las mujeres de Osadía.

—Te molesta solo porque no puede hacerlo contigo —concluyó Peter—. Pero yo sí... —ella abrió la boca en una gran "O" —. Solo cuando tú quieras, sabes que te voy a respetar —la abrazó mientras la muchacha correspondía el abrazo.

—Tal vez esté preparada... —susurró. Él se despegó asombrado.

—¿Estás segura de lo que dices? —inquirió.

—Demasiado si es contigo —sonrió tímidamente. Inexpertamente, bajó sus manos por el cuello de su novio y unió sus labios con los de él. Peter sonrió al verla hacer eso, era algo tierno. Dándole un poco de espacio para que ella explorara primero por su cuenta, la tomó por la cintura y dejó sus manos quietas. Cuando la vio más segura de sí, fue bajando sus manos directo a su entrepierna. Camille sobresaltó al darse cuenta de que, aunque estaba algo oscuro, seguían estando en la sala de entrenamientos. Fue tarde cuando una luz iluminó el lugar y ella y Peter se separaron.

—Iniciados —llamó una voz fría bien conocida, pero esta vez tenía un tono burlesco—. Es una pena interrumpir tu primera vez iniciada —Cami se sonrojó y se ocultó tras de Peter—. Pero deben irse ya, no está permitido que estén a estas horas solos aquí. Largo —ordenó Eric. Peter lo miró de mala gana, pero tomó la mano de su novia y salieron de ahí encaminándose al comedor.

Cuando al fin llegaron al comedor para cenar algo rápido, notaron cómo ya eran pocos los osados que se encontraban ahí. Sin saber cómo pasó, miraron a Eric, quien ya se encontraba en el comedor sentado al lado de los demás líderes.

—Cami —nombró una voz con burla—. Nos hemos enterado de que ya has sido estrenada... Una lástima que sea con él y no conmigo —se burló. Camille vio la mesa donde estaban los líderes, y efectivamente, Eric miraba hacia donde estaban ellos. Frunció el ceño y dirigió su vista al moreno.

—Yo no... —intentó hablar, pero Peter fue más rápido y se puso frente a ella.

—Sí, y es magnífica, una verdadera mujer, alguien que se da a respetar por cierto, y que jamás tendrás —se acercó intimidante—. Estás resentido porque es la única mujer que no cae en tus estúpidos juegos... Lástima, es que eres una porquería —lo miró con asco mientras tomaba la mano de su novia firmemente—. Vuelve a molestarla y te juro que estás muerto —amenazó fríamente. Brandon tragó saliva; las amenazas de Peter Hayes no debían tomarse a la ligera.

Peter sonrió complacido al ver la mirada del moreno.

—Vamos, linda, cenemos algo —dijo a la muchacha y esta asintió.

—Gracias —susurró mientras se apegaba a su hombro.

—¿Qué puedo decirte? Eres el amor de mi vida. Nadie puede meterse contigo —sonrió, y la muchacha devolvió el gesto.

|𝖮𝖭𝖤 𝖲𝖧𝖮𝖳𝖲| 𝖬𝗎𝗅𝗍𝗂𝖿𝖺𝗇𝖽𝗈𝗆.Where stories live. Discover now