|𝖮𝖭𝖤 𝖲𝖧𝖮𝖳𝖲| 𝖬𝗎𝗅𝗍𝗂𝖿𝖺𝗇𝖽𝗈𝗆.

(47) Severus Snape

Always

La joven profesora escuchaba la conversación que tenían los dos hombres; a quienes supo identificar como Albus Dumbledore y Severus Snape.

—¿Qué debe saber? —escuchó preguntar a Snape.

—En la noche que Voldemort fue al valle de Godric a matar a Harry..., y Lily Potter se interpuso entre los dos, la maldición le rebotó, cuando eso pasó una parte del alma de Lord Voldemort se adhirió a lo único vivo que tuvo cerca, el mismo Harry. Por una razón, Harry habla con las serpientes, por una razón ve la mente de Lord Voldemort. Una parte de Voldemort vive dentro de él.

—Y cuando llegue el momento..., ¿el muchacho deberá morir? —inquirió el peli negro.

—Sí, sí —dijo mientras asentía—. Debe morir —aseguró. Escuchar eso hizo que lágrimas amenazaran con salir. Le había tomado cariño al joven Potter.

—Lo mantuviste vivo para que muera en el momento apropiado. Lo criaste como un cerdo para el matadero —soltó Snape.

—No me digas ahora que has llegado a tenerle afecto —se defendió Albus. A la bruja esto se le hacía una atrocidad, usar a Harry.

El peli negro le lanzó una mirada triste al mejor mago, sacó su varita de su levita y habló.

—Expecto Patronum —conjuro Snape. Salió una luz destellante para luego una cierva salir andando por la sala y luego desaparecer. Ella con facilidad conocía ese Patronum, era el de su fallecida amiga.

—Lily... —mencionó con sorpresa Albus—. ¿Después de tanto tiempo?

—Siempre —respondió el peli negro sin pensarlo.

La mujer salió de su escondite topándose con las miradas extrañadas de los dos presentes. Cuando Snape supo que no era alguien peligroso bajo su varita, mientras Dumbledore permanecía tranquilo.

—Lily —susurró la mujer al borde del llanto—. Así que siempre fue ella. La persona que extrañabas. Por la que siempre fuiste frío y distante conmigo, por la que jamás fui suficiente para ti.

—Uxia...

—Lo supe todo el tiempo. No tienes por qué explicar —pasó una mano limpiando sus lágrimas—. Debo admitir que quizás quien tuvo la culpa fui yo. Debí haberme alejado de ti desde el momento en que estuve consciente de que quien siempre daba todo por los dos era yo.

—Perdón..., siempre será ella... —Uxia bajó la mirada sintiéndose mal por todo eso—. He intentado, pero no he podido superarla.

—Y me usaste como tu almohada de despecho, ¿no? Simplemente para olvidar —dijo con evidente rabia en sus palabras.

Albus salió en silencio de ahí; era un problema que la pareja debía arreglar.

—Podemos ir y hablarlo en...

Negó antes de que él continuara hablando. Frunció su frente para luego llevar una mano tocando su sien y soltando un largo suspiro.

—Estoy cansada —dijo con debilidad y apenas audible. Echó la cabeza hacia atrás evitando que las lágrimas volvieran a salir—. Ambos sabemos que hablar ya no es una opción, terminaremos llegando a lo mismo, tratar de reanimar algo que ya lleva años muerto —dijo con sinceridad.

—No era mi intención herirte.

—Sí la era —lanzó una mirada de incredulidad—. Sabías que me estabas usando, que tarde o temprano me lastimarías. Pero algo que es peor, es que si yo misma no me hubiera enterado, tú hubieras seguido jugando conmigo.

—¿Qué estás tratando de decir? —el rostro del peli negro se veía más apagado de lo que hace unos momentos estaba—. No lo que estoy pensando, por favor...

—En pocas palabras, Snape, te quiero fuera de mi vida. Me hiciste sentir que no valía la pena en muchas ocasiones. Pero hay algo que Lily Potter jamás hizo por ti... Ella no te perdonó, yo estuve contigo a cada momento, hasta en los peores, aun sabiendo de tu pasado, no me importaba... Estaba dispuesta a todo por ti... Ella no.

Severus entreabrió los labios para hablar, pero nada salió de su boca. No emitió ni un solo sonido. Lo que ella decía era verdad, por más que doliera escucharlo.

—No odio a Lily Potter, tampoco te odio a ti —habló quedito pero logrando que él la escuchara—, me odio a mí misma por hacerme daño y haber negado la razón dejando al corazón a cargo...

—No te vayas por favor. Yo te amo a ti.

—Yo sé que sí —contestó ella dándole una leve sonrisa—. Pero no como yo lo hago por ti.

Le dio una última mirada sin decir cuál sería su paradero y rápidamente desapareció de la sala. El peli negro se desplomó, empezando sorprendentemente a llorar. Era similar y a la vez diferente al dolor que había sentido cuando Lily se fue; esta vez algo dejó más que un enorme vacío en él, sintiendo un máximo de tristeza. Pero lo que marcaba la diferencia, es que ella estaba aún con vida, y estaba seguro de sí mismo, en que no la perdería.

En un callejón libre del paso de los muggles apareció la bruja; no se iría de Hogwarts, ahora se había dado ella misma a la tarea de proteger al joven Potter, no dejaría que dañaran al chico.

Quizás cuando todo acabara, cuando la guerra mágica cesara, ella y él podrían hablar de nuevo.