No es un crimen si no hay un cuerpo

17. ¿Caperucita negra?

23 de julio, 7:50 de la tarde.

Ya pasó una semana desde que volví a casa, estoy en el lugar donde Erik se encontró las pulseras de mi hermano, he venido aquí desde entonces.
Mi corazón se rompe en pedazos cada día más; ellos estaban tan cerca de su hogar, a solo unos cuantos minutos, unos cuantos pasos.

Tengo una teoría:
Creo que las pulseras se le cayeron a mi hermano cuando intentaba defenderse de quien sea que fuera que los secuestró, no hay nada de Laris aquí, así que creo que la tomaron a ella primero. Hay unas marcas de llanta, que están a punto de borrarse pero estas pueden ser de cualquier vehículo, no precisamente del que se los llevo... si es de que usaron uno.

Ayer entré a la casa que en estos momentos está detrás de mi, es una casa abandonada, no tiene puertas ni ventanas, la pintura roja está algo descolorida y tiene unas manchas negras extrañas, por dentro está vacía por completo a excepción por el inodoro que está en un cuarto pequeño, lo demás está solo, las paredes interiores son blancas y algunas tienen graffitis demasiado artísticos. Busqué por horas algo que me dijera que mis hermanos habían estado ahí pero como dijo Erik, no había absolutamente nada.

Me fastidia estar sin ideas por mucho tiempo, mis hermanos no vendrán solos y por cada día qué pasa hay menos probabilidad de que estén vivos.

Es un poco tarde y ya casi va siendo hora de la cena, tengo que volver a casa. Camino sin prisa hacia ella mientras escucho música con mis audífonos puestos.

Princesses don't cry- CARYS

Una de mis canciones favoritas, me levanta mucho el animo cuando estoy decaída, la descubrí días después de que Nicolás me dejara y desde entonces no ha dejado de encantarme. La luz del sol ya no quema mi piel el atardecer va apareciendo conforme camino, apresuro mi paso hasta llegar afuera de mi casa.
Mi papá está en la sala... viendo la tele y mi mamá al lado de él, me detengo a observar esta preciosa imagen unos cuantos minutos, se puede apreciar la belleza de su matrimonio a través de la ventana. Juntos sin importar las adversidades que están enfrentando; casi siempre en las películas los matrimonios no perduran cuando un hijo desaparece, me alegra que este no sea el caso, me imagino como se verán cuando sean ancianos, solos sin sus hijos... pero juntos a pesar de todo.
Me dan unas ganas de llorar pero antes de que eso pase entro a la casa, retiro mis audífonos y cambio mis zapatos por unas sandalias para estar aquí adentro.

— ¡Ya volví!— les grito porque se que no me escucharon entrar. Voy hacia ellos, me siento en el sillón pequeño que tenemos y miro lo que ellos ven, una película de comedia.

— Interrumpimos está programación para dar un informe local— aparece en pantalla, la siguiente imagen es la foto de una chica pelirroja, sus ojos son de color miel y su tono de piel es blanco, casi como el color del papel— El día diecisiete de Julio a las cinco y media p.m una alumna de la preparatoria GNH llamada Nancy Romero fue reportada desaparecida, tras no llegar a su casa sus familiares llamaron a la policía de la ciudad. La chica fue vista por última vez saliendo de la escuela...— dejo de escuchar lo que dice el noticiero cuando me pongo a pensar... ¿y si ella está conectada con mis hermanos?, ¿será la misma persona la que los secuestró?
Ahora se porque mi padre no despega ni un ojo de la televisión, después de la chica aparece en la pantalla las imágenes de mis hermanos con toda su información y el número de la policía para que llamen a el por si los han visto.

Subo a mi habitación para ponerme en marcha con la investigación.
Nancy tiene 17 años, fue vista por última vez en su escuela que es la misma a la que asistían mis hermanos. Abro mi laptop para revisar el Facebook de la chica, su perfil es público lo cual hace más fácil esto... al parecer es una porrista, busco en sus amigos los nombres de los sospechosos que están en el caso de mis hermanos pero no hay ninguno. Escucho dos golpes en la puerta y a mi papá asomándose por ella.