27. ¿Golpes y veneno?

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31 de julio, 4:30 de la tarde.

El día de ayer fui por la plancha de ropa como evidencia para el caso de Irene después de tener una discusión con Edda por eso.

- ¡La maldita plancha va a tener mil huellas dactilares!- le grité enojado, ya estaba cansado y quería dormir.

- ¡Quizás no sea así, ve por ella!- así que bueno, hice lo que me pidió y fui por ella, después de analizarla resultó que sólo tenía las huellas de Sara, nadie más que ella tocó esa plancha.
Puede que la teoría de Edda sea cierta y Sara estaba celosa, quizá si la sometemos a presión ella confiese, tendrá que ser pronto.

Llego al departamento, Miranda me informa que García me busca, no estoy de humor ni tengo el tiempo para tener sexo con ella, así que espero que sea sobre el caso de Irene.
Voy hacia su oficina, al entrar veo un montón de vasos de café sobre su mesa, alguien no durmió bien anoche.

- Al fin llegas...- me aproximo a ella para ver qué es lo que teclea en su computadora, sus ojos se ven cansados-. Descubrí donde estuvo el esposo de Irene la noche de su asesinato, el no es el asesino.

- ¿Donde estaba?

Bien mira, la vecina que vive enfrente de la casa de la víctima tiene cámaras de seguridad, se ubica al sospechoso principal saliendo de su hogar a las veintitrés horas con cero minutos y cuatro segundos de su casa, ¡pero eso no es todo, no señor!
Nuestro tercer sospechoso entra en acción a las veintitrés horas con quince minutos y treinta segundos, el entra a la casa de nuestra víctima, cuando pasan diez minutos las luces de la casa de al lado se encienden; es ahí cuando creo que se comienza a escuchar la discusión y probablemente los golpes que mencionaron nuestros testigos. A las veintitrés horas con treinta y dos minutos y cero segundos nuestro sospechoso sale de la casa corriendo, tuve que hacer un zoom muy grande para ver qué tenía manchas de sangre en su playera blanca al igual que en las manos.

Ahora pasamos a la ubicación del sospechoso principal, a las veintitrés horas con cuarenta minutos y diez segundos el entra en el lugar de la despedida de soltero, un antro corriente; pasa ahí un rato y después sale a la media noche, cosa que ya sabíamos. ¿Cual es la novedad? Bueno pues... tuve que pedir las grabaciones de ese día de absolutamente todas las cámaras, descubrí que no iba solo, iba acompañado de nuestra sospechosa numero dos, por esa razón no se quedó mucho tiempo en la fiesta.

Investigué un poco acerca de la dirección de Sara, ella vive a siete calles de la casa de nuestra víctima y ella tiene cámaras de seguridad, no debería de estar contándote esto pero... tuve que hackearlas... y ahí se encuentra nuestro sospechoso principal con ella. Creo que te gustará saber lo que encontré.
Justamente a la una con diez de la madrugada ella dijo lo siguiente:

- Te gustará saber que ya me deshice de tu hijo... ahora qué no hay ataduras podemos vivir juntos...- se ve a Sara y Eduardo en la pantalla de la laptop, ella está sobre la mesa con sus piernas enrolladas en la cintura de él.

- ¿De que hablas?- dice el. Ella deja de acariciarlo cuando el se aleja.

- De... tu bebé... ¿Irene no te lo dijo?

- ¿Decirme que?...- se queda callado por un par de segundos-. Sara ¿que diablos hiciste?

- Yo... yo solo administre unas cuantas gotas... de... de...- comienza a llorar.

- ¡¿Cuando lo hiciste?! ¿La mataste?

- ¡NO... no! Yo solo le puse unas cuantas gotas para matar al bebé... no a ella...- ahí es cuando Eduardo sale corriendo de la casa para ir a la de el y encontrar a su esposa muerta. Al parecer Sara colocó unas cuantas "gotas de mas" y no lo sabía.

- ¡García eres una genio!- la abrazo-. Te mereces otro café.

- Quizá una cena...

- Si, claro, lo que digas, te veo después.

Corro por los pasillos para ir a la oficina de Duarte, ella está leyendo un libro mientras come.

- Detective... tenemos a nuestros asesinos.- ella casi escupe el café o lo que sea que esté tomando cuando le revelo toda la información. Toma las llaves de la patrulla, juntos vamos hacia la casa de Sara para arrestarla, antes de salir manda a un compañero para arrestar al amante de Irene.

Vamos en camino y a toda prisa, en esta ocasión le tocó conducir a la detective.
Me siento mal por Eduardo... ¿el hubiera querido al bebé? Quiero creer que Irene jamás le confesaría que era de otro hombre, quizá hubieran dejado a sus amantes para ellos ser una familia feliz.

¿Que habrá pasado por la cabeza del amante? Golpear a Irene hasta matarla es algo... extremo. ¿Era tan necesario? ¿Por qué no simplemente se alejó?

A veces odio mi trabajo por esta razón, me gustaría comprender todo de una manera sencilla, me gustaría saber que es lo que piensan los asesinos, mi trabajo no me permite hacerme ideas, tengo que aferrarme a las pistas qué hay, no puedo hacerme ideas de las posibles alternativas que pudieron haber sucedido. En parte lo entiendo porque podrían ser muchas, pero me gustaría saberlo.

No logro entender como Edda puede hacer que todo parezca tan sencillo, ella se aferra a los hechos, a las pistas qué hay, a los testimonios que dan los sospechosos y también se crea unas teorías tan locas que resultan ser ciertas... a veces.
Me gustaría ser más como ella y no el "oficial inútil" que todos creen que soy.
A veces si me siento así, inútil e inservible.

Llegamos a la casa de Sara, tocó la puerta y no me sorprendo cuando Eduardo la abre.

- Hola, buenas tardes, ¿se encuentra Sara en casa?- el asiente. Por más amor que le tenga a su novia, su esposa siempre será la primera en todo, sabe a lo que vine, sabe que la arrestaré, le daremos a Irene la justicia que se merece.

Entro a la casa, el me indica que ella está en la cocina y así es, está debajo de la mesa con sus rodillas al pecho, llora a mares... le tiendo mi mano, después de unos cuantos segundos ella la toma.

- Sara Montéz, queda arrestada por el homicidio de Irene Martínez, tiene derecho a permanecer en silencio, todo lo que diga puede y será usado en su contra ante un tribunal de justicia.- coloco las esposas en sus manos.

- Te amo, Eduardo... espero que algún día puedas perdonarme...- dice. Intenta darle un beso de despedida pero el se aleja y ella continúa llorando.

Al llegar a la patrulla coloco a Sara en la parte trasera, subo en la parte del copiloto, se escucha en la radio que ya arrestaron al amante.

- ¿A quien más arrestaron? ¿Soy inocente?

- ¡Oh no, querida! No lo eres, hubo dos asesinos.- digo. Sara ya no pregunta nada más al respecto.

Me sorprende la efectividad que tuvimos en este caso, ¡lo resolvimos en dos días!, debo admitir que trabajo con un gran equipo.

Ahora solo queda continuar con mi trabajo, eso significa... el caso de los Cole.
Me pregunto si Leah ha encontrado algo nuevo al respecto, creo que ella no confía en la capacidad que tenemos los oficiales para resolver crímenes... si ella no estuviera estudiando diseño de modas le iría muy bien como detective.

Llegamos al departamento de nuevo, me cansa mucho este tipo de rutina, voy a un lugar y luego vuelvo aquí. Bajamos a Sara, quien será procesada, yo ya no puedo continuar más en este caso, hice mi trabajo.

- Buen trabajo Scott... agradécele a tu amiga de mi parte.

- Si, gracias, eso haré.

Se escuchará extraño pero... me hubiera gustado que este caso hubiera sido más... sangriento o algo por el estilo. Me divertí investigando la muerte de Irene pero no creí que fuera tan... simple.

¿El caso de los Cole será extremo... o simple?

No es un crimen si no hay un cuerpoWhere stories live. Discover now