¿Epílogo?

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9 meses después.

Por fin habían arrestado a Cristine Neman por todo lo que había hecho, ella había declarado su inocencia en todo momento pero la evidencia fue lo que llevó al juez a tomar una decisión que parecía más que justa.

Leah, Edda y Scott jamás dejaron de buscar a los hermanos Cole, no tenían idea alguna de lo que les había sucedido pues nadie quería decirles nada, Vera se mantenía callada en todo momento además de que ella en realidad no sabía a donde se los habían llevado, la única opción era a Cristine pero ninguno de los oficiales tenían permitido acercársele. Era todo un caos.

Leah se mudó con Edda hace varios meses, su relación va bastante bien, ambas están felices con todo lo que ha pasado, sin embargo, Leah no se permite ser feliz, no hasta que traiga a sus hermanos de vuelta a casa.

Se encontraba haciendo algo de comer para después sentarse a ver la televisión, estaban pasando el gran desfile de moda y belleza por la tv aquel día, era una especie de tortura ligera que le gustaba darse.

— Podemos cambiarle de canal, si quieres— dijo Darmian.

El pelirrojo ya no vivía con ellas pues sentía que ya no había más que investigar, su trabajo estaba hecho a medias, de igual manera se sentía incómodo al estar de mal tercio en la casa.
Aunque Edda le insistió en que no había problema, el terminó yéndose a casa de sus padres de nuevo.

— No quiero.

Eran solo ellos dos sentados en el sofá con los pies sobre la mesa de centro, comiendo una especialidad de Leah mientras veían a las bellas concursantes sonreírle a la cámara.

A Leah le resultaba triste todo ese espectáculo, en otras circunstancias su hermana pequeña estaría ahí, modelando por la pasarela los vestidos que su compañía había diseñado.
Eso solo si sus padres le hubieran dado permiso a la menor.

Después de que el jefe de Leah se enterara de lo que había sucedido con Cristine decidió cancelar todos los contratos, aún así, los vestidos ya habían sido entregados y enviados.

— Yo te ayudaré cuando me necesites— le había dicho el señor.

Leah no necesitaba su ayuda para nada, no había algo que pudiera hacer en esos momentos.

Una pequeña sonrisa se le escapó de los labios cuando una joven casi se cae en el escenario, se había resbalado con los taconazos que traía puestos.

Darmian estaba más atento que ella a todo lo que estaba sucediendo. Ambos desconocían el lugar en donde sucedía el evento; resultaba ser una especie de castillo de fondo, se veía demasiado irreal, ambos pensaban que se trataba de una pantalla verde.

— Pásame la salsa— dijo ella.

El chico hizo una mueca de asco pero le terminó pasando el recipiente, ella se sirvió demasiado, como si de agua se tratase.

— Ese era mi favorito, yo le ayude a la diseñadora con las piedrecitas.

— No le queda al tono de piel.

Ella asintió con la cabeza. La gente en la pantalla aplaudía cada vez que una nueva modelo salía a caminar en la pasarela.

No es un crimen si no hay un cuerpoWhere stories live. Discover now