64. ¿La marcha de la justicia?

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9 de septiembre, 1:30 de la tarde.

Me ato las agujetas de los tenis cuando veo que Edda entra en la habitación.

- ¿A donde vas?- es una pregunta brusca pero su tono de voz no lo hace ver así.

- Hay una marcha por la justicia en el centro hasta la Plaza Principal de la ciudad, ¿vienes?- ella se lleva una mano al pecho como si mi pregunta le ofendiera.

- Sabes lo que eso significa para mi.

- No... solo se que estaremos marchando para que las personas como Pérez y Duarte hagan bien su trabajo.

Ella se coloca sus tenis, ya estaba arreglada desde hace rato aunque no tenía planeado venir, vemos que Darmian sale de su cuarto también, todos estamos listos para la dichosa marcha.

Ahora qué menciono a Pérez no se me revuelve el estomago de furia, estoy feliz, por fin logramos reunir todas las pruebas necesarias para meterlo en la cárcel aunque quizás se quede por pocos años.
De igual manera me siento feliz por el trabajo que hicimos. Tuvimos que dejarle el caso a los oficiales de Luxforn pues Linda y Arian eran de allá pero nosotros localizamos a la familia de la chica para darles la terrible noticia, casi podía escuchar como la mamá nos insultaba en coreano.

Nos subimos a mi auto para llegar al centro de Northell ya que esta demasiado lejos.
Edda, como siempre, coloca música para que vayamos disfrutando mientras llegamos allá.

Me perturba un poco el ponerla en esta situación, se supone que es una marcha por la justicia para que las autoridades, como Edda, hagan bien su trabajo y nos escuchen, que no dejen escapar a los maleantes. Si la situación llega a ponerse fea creo que Edda estará entre la espada y la pared, no se que llegaría a pasar si algún oficial intenta detenernos.

Si no hacen tanto escándalo no tienen por qué, tienen derecho a alzar su voz.

Cuando llegamos hay un montón de gente unas cuatrocientas personas como mínimo. Estaciono mi carro a lo lejos para que no se vea afectado por las personas que llevan aerosoles en sus manos.

- ¡Hey, tomen un cartel!- nos dice un señor. El pedazo de cartulina dice "¡Queremos que nos escuchen, queremos justicia!"

Edda y Darmian no agarran ninguno, con el mío es más que suficiente. Las multitud canta a coro algo que no logro distinguir, hay personas de todas las edades menos niños, aquí en el centro hay demasiados locales comerciales, algunos cierran sus negocios para unirse a nuestra marcha.

- ¿Como están gente de Northell?- grita una señora a través de un micrófono, su voz se escucha por todo el lugar- Estamos aqui reunidos para que las personas a nuestro alrededor nos escuchen, estamos cansados de ver a tanta gente morir, de tantos secuestros, robos, etcétera. ¡Queremos que la policía haga su trabajo! ¡Que no dejen libres a los asesinos! ¡Que nos traigan de vuelta a la gente que se llevaron! ¡Que no dejen impunes a los maleantes!

La gente arma un escándalo ante el discurso, muy apenas puedo distinguir lo que está diciendo ya que el aire distorsiona su voz.

- ¡Hay que ser escuchados!- grita un señor entre la multitud y las demás personas repiten lo mismo.

Ahora qué estoy aquí me arrepiento de mi decisión pero ya no hay vuelta atrás.

Esto me recuerda al funeral de Andrés en donde me arme de valor para enfrentar a las personas que querían quemar el cuerpo del chico.
Les dije que se pusieran a hacer algo en vez de formar un escándalo, vaya ironía.

La marcha comienza justo a las 2:30 de la tarde según el gran reloj de la ciudad en el centro del centro, jaja. Elevo mis brazos para que todos vean mi cartel, no hay una fila a la cual seguir, Edda y Darmian van a mis costados como unos guardianes.

No es un crimen si no hay un cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora