41. ¿Es una injusticia?

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14 de Julio, 4 de la tarde

¡Este día no podría salir mejor! Ahora tenemos a dos sospechosas en el caso de Gael, Susana y la otra tipa de nombre complicado, sabemos que la chica esa fue la última en ver a Gael con vida, sin embargo, no tenemos pruebas que demuestren que ella fue la asesina y tampoco creo que nos lo diga, pienso que ella preferiría proteger su estatus social a decirnos por qué fue a ver a Gael.

En la mañana traje a Edda hasta su casa en la patrulla, ahora pasaré por ella de nuevo para ir a la universidad, le dije a Miranda que le escribiera al director de la universidad para que nos diera permiso de revisar algunas cosas en ella al igual que respondiera algunas preguntas de nosotros. Aun no se cual ha sido su respuesta pues al llegar a casa caí rendido ante el sueño pero estoy seguro de que tendré algún mensaje de Miranda en un par de minutos sino es de que ya lo tengo.

Salgo de mi auto para tocar el timbre de Edda, Leah es la que abre la puerta, no dice nada y me deja pasar, ¿que hace ella aquí?
Al entrar veo que aquel chico de la otra vez está aquí también, sentado en la sala con su computadora en las piernas.

- ¿Ahora vives aquí?- le pregunto a Leah.

- Si... ¿Edda no te lo dijo?- niego- es para trabajar más rápido en el caso.

- ¿Y como van con ello?

- Bien, creo... ¡Darmian!- el chico voltea- ¿como vas?

- Sin respuesta, no logró identificar los lugares donde se tomaron las fotos de caperucita- ¿así que el está investigando también? ¿Están haciendo un nuevo equipo del cual no soy parte?

Segundos más tarde Edda baja las escaleras, escondo mi enojo para que ella no sepa que es lo que me molesta, me considero un experto haciéndolo.
¿Por qué no me lo habrá dicho? Se supone que somos amigos además de compañeros en el trabajo, jamás creí que me dejaría fuera de esto.

- ¿Nos vamos?- asiento, me despido de Leah e ignoro al chico de bonito cabello rojo quien al parecer tampoco me hace caso.

Nos subimos a mi camioneta, ambos traemos el uniforme del trabajo aunque aun no comienza nuestro turno pero al finalizar tenemos que ir a trabajar, comenzar un poco antes no le afecta a nadie.

Conduzco hasta la universidad, Edda coloca música en su teléfono, parece que no puede vivir sin ella. Al llegar hay algunos alumnos afuera así como la vez pasada.

- Conduces terrible- Edda lleva ambas manos colocadas en el tablero, que exagerada. Se desabrocha el cinturón y bajamos de aquí.

Al pasar por la universidad nos robamos todas las miradas, los alumnos se nos quedan viendo expectantes, me siento famoso.
Llegamos a la oficina del director con ayuda de un chico que pasaba por ahí, el cual no nos dijo su nombre y que bueno porque no lo recordaría; tocamos un par de veces hasta que escuchamos la voz de un señor diciendo que entremos y eso hacemos.

- ¡Oficiales, que gusto verlos! Tomen asiento, por favor... ¿a que debo su visita?

- Buenas tardes señor, hace unas cuantas horas enviamos una solicitud a su correo para que nos permitiera revisar unas cuantas cosas de este instituto ya que estamos investigando un asesinato- soy el primero en hablar, el señor abre los ojos de par en par, al parecer no vió el mensaje.

- Si claro, por supuesto... ¿que desean ver en particular?

- Nos gustaría revisar el casillero de la víctima y si es posible el de Susana Pérez y Alexandra Cambridge también- dice a Edda, si que es buena, no le da ningún indicio de que ellas sean sospechosas en el caso y el tampoco pregunta al respecto, simplemente asiente, saca un llavero de un cajón en el escritorio.

No es un crimen si no hay un cuerpoWhere stories live. Discover now