22. Nancy, ¿que te sucedió?

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No se como comenzar esto, jamás en mi vida había tenido que narrar el infierno que viví o algo en particular. Tampoco se como describir lo que soy ahora... ¿un espíritu?, ¿un fantasma?, ¿un alma condenada a estar en la tierra por el resto de su existencia?.

Soy Nancy, y espero que la historia de mi muerte les sirva de algo en su vida.

15 de Julio, 5:00 de la tarde.

Ese día salí temprano de mis clases, el maestro de la última hora no había asistido. Fui a la cafetería para buscar a mi mejor amiga, Gemma, ella no estaba ahí, la busqué en otros lugares hasta hallarla, estaba en el foro sentada con sus audífonos puestos, recargada en el respaldo de la banca de metal; su cabello castaño estaba planchado y sujeto en una cola de caballo, traía una blusa blanca con una falda amarilla mostaza con negro de cuadros, unas medias de red y sus típicos botines negros de tacón.
Caminé directo hacia ella, noté que gafitas pasó a mi lado con una caja en sus manos, bajo la cabeza con miedo, se alejó de mi, por alguna extraña razón no tenía ganas de molestarlo.

- ¡Ya llegue!- dije, Gemma retiro un audífono de su oreja- ¿Nos vamos juntas?

- De hecho... saldré con mi novio hoy... pero te veo en casa- nunca supe quién era su novio, supongo que no me tenía mucha confianza. Ahora qué lo pienso, su actitud fue extraña pero en ese momento no me importó, le dije que estaba bien, me despedí de ella con un beso en la mejilla y salí de la preparatoria.

No traía dinero para pedir un taxi, así que decidí irme caminando, me coloqué mis audífonos y comencé a escuchar música. Me había estado quedando en casa de mi amiga por culpa de mi tío, su actitud hacia mi era demasiado extraña, siempre quería estar conmigo, quería abrazarme y cosas por el estilo... nunca lo dejé, jamás había tocado mi cuerpo, me mantenía alejada lo más que podía de él. Empecé a recibir mensajes, mi teléfono no paraba de vibrar, ni siquiera me moleste en revisarlo, sabía que eran de mi tío. Las cosas perversas que me decía no hacían más que darme miedo.

Todavía faltaban unos 20 minutos para que yo llegara a la casa de mi amiga, estaba cansada y sudando, quería agua, me detuve en una esquina de la calle para sacar mi termo, en ese momento alguien llegó por detrás, sentí un pinchazo, como una aguja, intenté pelear pero fue en vano, en segundos caí inconsciente.

Desperté por unos segundos, mi vista era sumamente borrosa pero podía escuchar casi a la perfección.

- Ahí la tienes, será la última que te traiga, mi deuda está pagada contigo.

- Me debes más de lo que te imaginas- era la clara voz de mi tío. Volví a dormir.

16 de Julio.

Desperté con un mareo muy fuerte, las luces me calaban en los ojos, estaba en un cuarto que no reconocía. Se escuchaban algunos golpes que provenían del techo, probablemente pisadas o algo así.
El cuarto era acogedor a simple vista, sin embargo, había cosas que daban miedo o por lo menos a mi. A mitad del cuarto había un armario gigante, fui a abrirlo y varias cosas se cayeron a mis pies; había látigos de muchos tamaños, esposas, juguetes sexuales entre otras cosas que yo no reconocía.
En ese momento sentí pánico, sentía que mi corazón se iba a salir del pecho. Mi tío entró en la habitación, la puerta era muy pequeña no se como podía caber por ahí, se acercó a mi y me sonrió.

- Hola Nancy...-no respondí, cada vez que el daba un paso hacia enfrente, yo retrocedía. Grite y grite que me ayudaran, pero nadie respondía, solo escuchaba un simple eco- no te molestes en gritar, nadie te escuchará.

- ¿Dónde estoy?, ¿Qué es esto?...- señale las cosas en el suelo- ¿Qué me harás?

- Estas en tu casa...- en ese momento no lo entendí, creí que era parte de su juego, ahora se que pude haber salido de ahí.- esos son nuestros nuevos juguetes, nos divertiremos mucho- su sonrisa pervertida no hacía más que incomodarme-, no se que responder para tu ultima pregunta, solo se que lo odiaras.

No es un crimen si no hay un cuerpoWhere stories live. Discover now