49. ¿Cita sin cambios de escena?

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21 de Agosto, 9:30 de la noche.

- ¡Leah, date prisa o perderán su reservación!- le grita Darmian.

El fue quien organizó todo lo que pasará esta noche ya que Leah y yo no podíamos decidir a cual restaurante ir; Darmian ha trabajado de mesero en todos los restaurantes existentes de Northell, o bueno, no en todos pero se entiende lo que quiero decir. Escogió un lugar elegante y barato, que cuando nos dijo todo yo me quedé sorprendida, no sabía que existían restaurantes de ese tipo, todo lo elegante siempre sale caro, pero bueno, nuestro amigo es como una especie de genio de lámpara.

Él también fue quien me maquilló, quien escogió mi vestido y arregló mi cabello. No se como describir lo que llevo puesto pero... es una falda pegada de color negro con un top que tiene encaje y unos tacones dorados, la mayoría mis accesorios van a juego con mis zapatos.

- Ya, ya, no me extrañen, estoy aquí.- Leah baja las escaleras tan coqueta y radiante como solo ella puede serlo.

- Cierra la boca que se te cae la baba.- Darmian me ve con una mirada asesina.

- De lo que te estás perdiendo...- me dice.

- ¿Disculpa? Seré yo quien tenga una cita con ella, con permiso.- le guiño el ojo, boom.

Ahora no se como describir a Leah, simplemente se ve fenomenal.
Lleva puesto un traje blanco con un top dorado y tacones del mismo color, lleva recogido su cabello en una coleta perfecta, no lleva tantos accesorios más que el collar que siempre trae y el arete de su hermana, incluso se pintó las uñas de color melón.

- ¿Lista? Se nos hace tarde.- me dice.

- Llegaremos muy noche, no nos esperes despierto, cualquier cosa nos llamas, ya sabes nuestros números y donde estaremos ¿si?

- Tranquila, te pareces a una mamá.- bueno, no se lo que es tener una mamá así que no se si contar eso como un cumplido o no.

Salimos de la casa, al subir al carro empezamos a hablar de que nuestro amigo es excelente organizador de citas... después de todo creo que no estoy tan vieja para esto. Ni siquiera recuerdo la última cita que tuve, fue hace como... ¿seis años?
Vaya... seis malditos años soltera.

No se como hacer esto, no después de tanto tiempo, siento un nudo enorme en mi estomago, quiero vomitar pero no quiero hacerlo... ¿que diablos me sucede?

- ¿Que día es hoy?

- Domingo.

- O sea si pero, ¿que número?

- Veintiuno... creo.- ahora si que lo comprendo todo.

Mi periodo no tarda en llegar, por eso estoy teniendo este tipo de... ataques.

Veo a mi acompañante, quien conduce tan tranquila y serena sin saber que yo por dentro me estoy muriendo de nervios, ¿ella sentirá lo mismo?, ¿Se le estará retorciendo el estómago y tendrá ganas de vomitar o soy solo yo?

Los libros no te explican mucho acerca de las citas, a menos que compres un libro para eso, claro. Usualmente los protagonistas no las tienen y si las tienen no siempre detallan todo el proceso además de que no es lo mismo que en la vida real.
En los libros y películas de romance las primeras citas o son completamente buenas o completamente malas; la primera opción es la más común, llegan, piden algo y luego cambian de escena, en donde ahora están tomados de la mano comiendo un helado de vainilla, van felices caminando sin ningún rumbo y se topan con músicos callejeros que los persiguen por toda la ciudad cantando sus bellas canciones; pero en la segunda opción llegan al restaurante o a donde sea, comienzan a hablar tranquilamente, el hombre dice algo fuera de lugar que molesta a la mujer, ella se muestra indignada y se levanta dramáticamente de su silla para salir a pasos rápidos del lugar, el tipo se da cuenta que lo estropeó, va tras ella y no tarda mucho en alcanzarla pues ella lleva unos tacones sumamente altos y delgados ya que contaba con que él la llevara a su casa, a veces arreglan sus diferencias, a veces no, fin.

No es un crimen si no hay un cuerpoWhere stories live. Discover now