58. ¿A esperar de nuevo?

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3 de septiembre, 5 de la mañana.

Leah esta que echa humo por las orejas, en estos momentos es un torbellino de emociones, no puedo controlarla y ni siquiera se si debería de acercarme a ella, me da miedo que quiera volverse contra mi.

Llegamos a la casa, todas las luces están encendidas, bueno la mayoría, al entrar vemos a Darmian que está de pie en la cocina, sostiene su celular de manera que se vea su cara y en la otra mano lleva un vaso de agua. Leah sube las escaleras con furia mientras yo me acerco para tomar agua también.

- ¿Qué le sucede?

- Tenemos a un nuevo sospechoso en el caso de sus hermanos...

- ¿Cómo se llama? ¿Comenzamos a investigarlo?

- Ernesto San Martín y...

- ¡¿Qué?!- se escucha desde el celular de Darmian, el apunta la cámara hacia mi, Madd aparece en la pantalla, su rostro refleja sorpresa pura.

- Tal vez no hablan del que tú crees, Madd. Edda ¿podrías describirlo?

- Hmm, es un chico tal vez de la estatura de Madd, de su edad, su tono de piel un tanto blanco pero no mucho, cabello castaño...

- ¿Con demasiado acné en su rostro?- pregunta Madd, asiento-. Es el, Darmian, están hablando de él... es que o sea no puedo creerlo...

- Tranquila, Madd.

- No Darmian, no. Están hablando de Ernesto, el Ernesto que conocemos que jamás le haría daño ni a una mosca, el chico que escribe poemas por diversión, el chico raro que ama la música clásica en vez del punk y que se divierte viendo animes y yendo al arcade.

- Esto debe de tener una explicación lógica, ¿no?- asiento.

- Se me hace extraño que después de dos meses decida declararse...

- No digas eso, el no hizo nada, ¡Lucas era su mejor amigo!

- No importa, hablamos en la tarde con más claridad.

Voy hacia mi habitación, Leah está tendida en la cama de lado, no me ve cuando entro, estoy tan cansada que ni siquiera puedo pensar en otra cosa que no sea dormir. Ella voltea y me extiende su mano, la tomo, trepo por su lado hasta el mío a manera que quedamos frente a frente.

- No fue el... ¿o si?

- Esperemos que no...

- Perdón por gritarte hace rato.

- No te preocupes.

Me acerco más a ella, antes de quedarme completamente dormida me coloco la pijama y vuelvo con ella, entrelazamos nuestras piernas, dormimos abrazadas, como nunca antes lo habíamos hecho.

Quiero decir, amanecíamos de esta manera pero nunca nos habíamos dormido así, es la primera vez y me encanta.

Hace mucho que no sentía este tipo de comodidad, creo que ya lo había mencionado antes, pasé mucho tiempo sola, volver a esto es extraño para mi pero no me asusta. Me gustaría saber que es lo que piensa ella en estos momentos acerca de nosotras, ¿creerá que somos novias? Porque yo si, podría decirle a todo el mundo acerca de mi nuevo noviazgo pero no se si ella piense lo mismo.

Que egoísta eres.

Tengo razón, de seguro Leah no tiene tiempo de pensar en todo esto, no tiene tiempo para un "nosotras". Ella está más ocupada pensando en cómo recuperar a sus hermanos y creo que yo debería de estar haciendo lo mismo.

La confesión de Ernesto no cambia nada por completo, de seguro hay algo detrás de ello, es decir, a veces suele suceder que las personas confiesan después de mucho tiempo pero... no creo que sea el caso.

No es un crimen si no hay un cuerpoWhere stories live. Discover now