52. ¿Interrogamos a un vendedor?

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25 de Agosto, 11 de la noche.

Traumada, así es como me siento.
Jamás en mi vida me había tocado investigar la muerte de alguien tan joven.

Leah se siente culpable por lo que le pasó a Zulia aunque no haya tenido nada que ver, ayer que estuve con ella en la noche se puso a sollozar a mares repitiendo una y otra vez que fue su culpa.

- Yo le compré demasiado, usó ese dinero para drogarse...- dijo mientras la abrazaba y me empapaba el pecho de lágrimas.

Me dolió mucho verla así, ya me había pasado antes, la he visto llorar muchas veces pero esta vez fue diferente. Una niña logró darle una gran paliza, no puedo ni imaginar desde cuánto tiempo ella se había estado drogando.

En estos momentos solo tengo que esperar hasta que la autopsia esté lista, mientras tanto me puse a investigar acerca de ella y esto fue lo que encontré:

Nombre: Zulia Yebbet Jiménez.
Edad: 9 (a sólo tres días de cumplir los diez)
Dirección: Calle Cuarta, número 57.

Zulia es la menor de todos sus hermanos, en total son ocho, dos de los más grandes viven a las afueras del estado, tiene tres hermanas mayores las cuales según mis informes también vendían cosas en la calle para ayudar a su hermano, luego está el otro hermano que tiene problemas de visión, el que sigue tiene leucemia y por ultimo es ella. Su mamá dejó a su padre a cargo de todos los niños cuando se fue a otro país a trabajar, ella les manda dinero cada semana para las necesidades que tengan pero no para el tratamiento del niño por lo que toda la familia se ve en la necesidad de vender galletas entre otras cosas.

Veo a Scott quien está a mi lado leyendo el caso conmigo.
Encontramos dos jeringas en la escena por lo que podemos suponer que alguien más estuvo con ella, también había un condón a unos cuantos centímetros del cuerpo, ambas cosas están siendo analizadas en este momento.

Como Duarte sigue enojada con Scott le pidió a otro oficial que interrogara a la familia aunque para ser sincera no se por qué lo hizo, soy muy amiga de todos y se que cada uno de ellos tiene la capacidad para ser un buen policía pero para ser sincera el oficial que Duarte escogió no sirve para hacer interrogatorios, se supone que ella es quien debe de hacer las preguntas y nosotros solo tenemos que observar a menos de que ella nos diga que hablemos pero Duarte se mantiene detrás del cristal, siempre.

En fin, lo que descubrimos fue... interesante.

Resulta que una de las hermanas tenía la sospecha de que Zulia consumía pero nunca la creyó capaz, pensaba que era solo su imaginación ya que se trataba de una niña de tan solo nueve años. Al parecer nadie sabía que ella se escapaba por las noches a drogarse ni con quien, Zulia solo tenía a los amigos de su calle los cuales son de su edad, salía a jugar con ellos la mayoría de las tardes cuando no tenía que estar vendiendo galletas, intentamos interrogarlos pero algunos solo decían cosas como:

- Zulia es rara...

- A nadie le cae bien Zulia.

- Siempre esta corriendo por todas partes, esta loca.

- Una vez la vi comerse un pájaro.- ese fue el único comentario inusual y espero que no sea verdad.

Algunos otros niños corrían adentro de sus casas a llamar a sus padres, los señores nos cerraban la puerta en la cara, ni siquiera querían llamar a un abogado para realizar un interrogatorio. Hubo un niño que estaba sentado afuera de su casa, en la banqueta, estaba abrazando sus piernas y meciéndose de adelante hacia atrás, cuando nos vio corrió hacia nosotros y dijo:

- No esta muerta, ¿verdad?- estuvimos tan cerca de poder hacerle preguntas cuando su mamá salió de la casa y lo llamó a gritos, después nos dijo que no nos acercáramos a su hijo porque tenía unas alucinaciones bien raras.
Así que como no podemos interrogarlo decidimos ignorar lo que decía.

No es un crimen si no hay un cuerpoWhere stories live. Discover now