3. El Peor Sensei

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Los personajes de Naruto y Dragon Ball no me pertenecen, son obra y creación de Kishimoto y Toriyama respectivamente.

Goten planeaba entrenar a Sakura en La Habitación del Tiempo, pero aún no le daba ningún tipo de detalles porque temía que se arrepintiera antes de comenzar. Pensaba que lo mejor era que ella estuviera en el interior de la infinita dimensión blanca cuando se enterara de las normas de juego, pues se le haría más difícil retractarse llegado ese punto.

Como no quería perder tiempo, optó por probar algunas de las capacidades más básicas de la kunoichi para trazarse un plan mental de entrenamiento. Al menos, la prueba de los cascabeles ya le había ahorrado un poco de trabajo.

─Muy bien, esto es lo que haremos. ─Dijo, con un pequeño montón de piedrecitas amontonadas a sus pies─. Yo te arrojaré piedras desde esta distancia, y tú tratarás de esquivarlas. Es una manera sencilla de entrenar los reflejos y la capacidad de reacción. Cuando era niño, entrenaba así con mi hermano Gohan. ¿Alguna duda al respecto?

Kakashi estaba recostado cómodamente en un banco de madera. Apartó la vista de su ICHA ICHA Tácticas y recorrió con su mirada, de izquierda a derecha, la distancia que separaba a la kunoichi del saiyajin. Estaba muy lejos el uno del otro.

Naruto pasó la mayor parte de la mañana sumido en la segunda parte de su entrenamiento para dominar el elemento viento: debía cortar, junto a una decena de clones, la gran cascada de agua creada por Yamato. Todos hacían algo útil. Todos menos Kakashi, ocupado en su fiel e inservible lectura erótica.

─¿No crees que puede ser peligroso? ─Preguntó Yamato a su colega durante el receso para almorzar. Esa mañana por fin conoció a Goten, y si bien jamás le había visto pelear, su reputación hablaba por sí sola.

─Hmmm... él sabe lo que hace... ─Concluyó el jounin encogiéndose de hombros, aunque su tono monótono arrastraba algo de duda.

Sakura separó las piernas para aumentar su estabilidad y superficie de apoyo. Alzó los brazos, adoptando una postura de pelea. Sus cejas se afilaron y mostró una expresión determinada.

─¡Cuando quieras! ¡Estoy lista!

−Excelente. –Goten se agachó y tomó la primera piedra. Llevó su brazo zurdo hacia atrás─. ¡Prepárate, aquí voy!

¡CRRAAASHH!

La kunoichi sintió una brisa efímera acariciar su mejilla, nada más. Cuando giró la cabeza a la derecha, notó que unos cuantos de sus cabellos rosas se mecían en el aire, como si hubieran sido cortados por un invisible kunai. Apenas comprendía lo que estaba pasando cuando vio a Kakashi, Yamato y Naruto con los ojos desorbitados desde el banco en que se hallaban almorzando.

Decidió darse la vuelta para ver qué era lo que tenía a los ninjas tan conmocionados, y quedó fría como un témpano cuando lo vio: la montaña que estaba a su espalda, tenía un perfecto agujero circular del tamaño de una pequeña pelota que la atravesaba de lado a lado. No lo podía creer. El inmenso peñasco hecho de roca maciza, debía tener al menos el grosor de la montaña en que estaban esculpidos los rostros de piedra de los Kages, y aun así, fue perforado como mantequilla.

Goten lanzó la piedra con tanta fuerza, que ésta siguió su recorrido hasta quebrar la ventana de la oficina del Raikage en el País del Rayo, provocando que el temperamental shinobi saltara hecho una fiera a su balcón a insultar a los mocosos responsables de la broma, hecho curioso, tomando en cuenta cómo atravesaba sus propias ventanas cada vez que ejecuta una de sus impetuosas salidas.

─¡Woow! ¡Eso fue grandioso, Sakura! ─La felicitó Goten desde su posición─. ¡Jamás imaginé que tendrías reflejos tan estupendos! Eres tan buena, que sabías perfectamente que no te iba a dar y por eso no te moviste. ─Se rascó la mejilla con el índice, algo apenado y con una gota de sudor en la frente─. Aunque... mi puntería es un asco. Tengo años sin hacer esto. Te apunté a la cabeza, pero fallé por poco. No sé cómo lo hacen ustedes los ninjas con sus shurikens. ¡Pero no importa, la próxima la arrojaré mejor! ¡Así que prepárate porque te voy a lanzar más!

El Pecado de los Shinobis Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt