18. Crónica de la Muerte de un Saiyajin

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Los personajes de Naruto y Dragon Ball no me pertenecen, son obra y creación de Kishimoto y Toriyama respectivamente.

Nota del autor taro0305:

Lo que se viene ahora, es un capítulo diferente a todo lo que he hecho, porque paso de hacer una narrativa plenamente lineal como de costumbre, a montar una cíclica, es decir, un retroceso en el tiempo de todo lo que ocurrió "fuera de cámara" para que vean cómo fue que Obito iba armando todo según las últimas noticias y aconteceres del mundo shinobi, al igual que la visión de Kirigakure antes de la pelea entre saiyajins.

Fin de nota.

Enfermizo.

Pocos calificativos cabían a la dedicación y obsesiva compulsión con que Kabuto estudió, dominó y redimensionó el oscuro legado de Orochimaru.

Una obra con miles de jutsus para escoger, de todo tipo y naturaleza, tan milagrosos como aberrantes según los ojos que los mirasen.

Algunos eran tan perfectos, que se antojaba ofensivo modificar siquiera un sello manual. Otros, cumplían con creces su cometido, pero Kabuto se vio obligado a retocarlos levemente para adaptarlos a sus necesidades.

Las situaciones extremas, requerían medidas extremas, y el plan para erradicar a los saiyajins, llevaba con creces esta etiqueta.

Esto motivó a Kabuto a contactar con Akatsuki que, para su sorpresa, recibió de buena gana su petición, o al menos más fácilmente de lo que esperaba, porque Obito vio en lo que él podía ofrecer, un inconmensurable potencial que multiplicaba las opciones para lograr su cometido.

De esta manera, llegar a un acuerdo no fue complicado. Goten y Trunks, sí o sí, debían desaparecer del mundo shinobi para que los objetivos individuales de cada quien, vieran luz; especial era el caso del plan "Ojo de la Luna".

En eso estaban de acuerdo las partes, lo que incluía a Danzo cuando aceptó la alianza transitoria una vez fue reclutado por el enmascarado. Por supuesto, entre ellos no revelaron el completo alcance de sus metas.

Cierto que Obito reconoció que los saiyajins eran, en última instancia, sus más grandes aliados... siendo esa última instancia, enfrentar a un diabólico extraterrestre que los quisiera invadir.

La Tierra tuvo tres años de relativa paz, pero bastó que pusieran un pie de nuevo en Konoha para crispar los ánimos de las potencias mundiales desprovistas de ellos.

Y es que la sola existencia de los saiyajins, generaba desconfianza y terror en los demás Kages, porque, aunque las posibilidades fueran mínimas, nunca podrían dormir tranquilos de pensar que Konoha tenía en su seno a un par de seres que, tras unos minutos de relajante vuelo, podían situarse sobre sus aldeas, apuntar con una mano, y desaparecerlo todo bajo un destello de luz.

Siempre existiría esa terrible posibilidad, por más ínfima que fuera. Bastaba que uno de los dos jóvenes, pasara por una crisis mental.

Por otro lado, la percepción de los ninjas cambió radicalmente con la llegada de Goten y Trunks en cuanto a la concepción del mundo y el universo se refiere. No estaban solos, habían verdaderos monstruos escondidos en el cosmos, terribles y poderosos, que podían reventar el mundo de un solo ataque; monstruos que parecían atraídos por el poder de los saiyajins, lo que reforzaba la idea de que, en definitiva, el mundo shinobi estaría más seguro sin ellos, idea que compartían tanto Akatsuki como el resto de aldeas aunque pertenecieran a bandos contrarios.

La ínfima probabilidad de ser visitados por alienígenas, incrementaba drásticamente con la presencia de esos dos en el planeta Tierra. Cooler y sus soldados impartieron el más fidedigno ejemplo.

El Pecado de los Shinobis Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang