3 - Hay algo sobre Cherry

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11 de mayo

La mirada de Kara se desvió por el salón de baile elaborado con los colores corporativos del azul y el amarillo en el lanzamiento californiano de SmartPay USA. Ostentoso ni siquiera era la mitad, pero eso era lo que sucedía cuando grandes bolsillos políticos se encontraron con la superficial grandiosidad de Hollywood. Casi mil estrellas de Hollywood y pesos pesados ​​en la industria se movieron como una serpiente brillante alrededor del evento VIP en el enorme salón de baile de cinco estrellas del Beverly Hills Regent.

Kara examinó la multitud política reunida cerca del escenario, estableciendo contactos sobre champagnes. Se suponía que el alcalde de Los Ángeles también debía estar aquí, pero aparentemente un escándalo de corrupción sensacional de oficiales de estacionamiento lo había humillado. Ya se hablaba de William Dey ganando un premio por esa exclusiva.

Kara frunció los labios.

Ella lo apartó de su mente y buscó en la habitación más reporteros. Caroline realmente se había superado a sí misma. Parecía que todo Hollywood se había vaciado para estar aquí.

Al otro lado de la sala, el gobernador de California se estaba preparando para subir al escenario con el gobernador de Nevada, el republicano Phil Baker, para poder estrechar las manos a través de la división política, prometer empleos a sus electores y actuar en una sesión de fotos insoportablemente amigables.

El gobernador Baker estaba prácticamente vibrando de alegría. Probablemente ya estaba escribiendo esto en su próximo discurso electoral, como si de alguna manera hubiera ideado personalmente la nueva tecnología en lugar de simplemente venderla interestatal.

–Ugh–, vino un gemido dramático a su lado. –Dime otra vez por qué acepté venir a esto.

Kara miró con cariño su cita apresurada. –¿Tragos gratis?– ella sugirió a Miguel. –¿Personal de catering lindo? El camarero con esas albóndigas de pato y lima te ha estado mirando toda la noche.

–Mmm–, dijo, ligeramente apaciguado mientras buscaba al proveedor de albóndigas. –¿Por qué necesitabas tu más uno? ¿No es un poco extraño que consigas una cita para el lanzamiento de un negocio?

–La idea fue de Carol–, dijo Kara, enganchando un bocadillo del camarero  que pasó a su lado. –Ella quería agregar 'volumen al piso'. Creo que eso se traduce en 'cuanto más mejor' en relaciones públicas. Y ella no está equivocada. Ni siquiera tendrá que falsificar los números de asistencia más tarde.

Como si fuera una señal, Caroline se levantó en un remolino de seda negra con varios acólitos nerviosos arrastrados a su paso.

–Oye, gracias por venir–. Caroline besó al aire a Kara. –Miguel, adorable como siempre. Gracias por ese adorable bolso que me enviaste la semana pasada. Lo mostraré durante toda la Semana de la Moda por ti.

Ella también lo besó al aire y luego hizo un balance de su atuendo. Él se inclinó y se movió para darle su mejor ángulo.
Miguel sonrió.

Caroline les dio a los dos una sonrisa, prometió hablarles más tarde y desapareció con su rastro de asistentes para manejar a los gobernadores y sus invitados.

–Ahora recuerdo por qué me gustas–, dijo Miguel, alcanzando una copa de champán. –Tu gusto impecable en las amistades.

Kara asintió con la cabeza mientras observaba alrededor. –Lo dices siempre.

Se quedaron en silencio y escucharon a la banda rotar a través de clásicos intemporales (código para mayores que sus padres), mientras Kara se preguntaba cuándo llegaría Luthor. Tenía curiosidad por saber si sus mejores planes darían resultados.

Uɴᴇxᴘᴇᴄᴛᴇᴅ Sᴘᴀʀᴋs?  /SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora