XXI - Tratar con el diablo

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Lena regresó a la casa para encontrar a Kara inclinada sobre un teléfono celular en la sala de estar, escribiendo furiosamente, con las piernas estiradas a lo largo del sofá. –¿Qué está pasando?– le preguntó.

Kara levantó la vista. –Oh, hola, ¿cómo te fue?– dijo y dejó caer los pies al suelo para hacer espacio a su lado.

–Como lo esperarías–. Lena se bajó al sofá. –Mis padres confirmaron que pagaron por la destrucción de mi carrera.

–Ah, demonios–. Los ojos de Kara se llenaron de simpatía. –Maldición.

–Con un pequeño giro: mi madre era inflexible, se suponía que Andrea debía hacerse amiga de mí, no seducirme.

–¿Entonces Andrea sobrepasó?

–Yo diría que ese es el eufemismo.

Kara se mordió el labio. –Jesús–. Ella sacudió su cabeza. –Lo siento mucho. Y oye, tus padres ... quiero decir ... ¿dónde está eso?

–Nuestra relación se acabó–. Ella sacó su grabadora de su bolsillo. –Aquí hay algunas partes que podemos usar para nuestra historia. Cosas acerca de que Lord es la clave y que él y Hickory se postulan como chivos expiatorios si el chip de datos de Ancllah explota en sus caras. Pero el resto es solo... Es humillante. No se arrepienten de lo que me hicieron.

Kara se inclinó hacia ella. –Lo siento mucho; Realmente lo hago.

–No creo que realmente esperara lo contrario. Pero hubiera sido agradable, solo una vez, haber estado gratamente sorprendida.

–Sí. Seguro que sí.

Lena decidió que un cambio de tema le haría bien a su depresión. –¿Entonces que está pasando? Parecías bastante concentrada cuando entré.

Kara se enderezó. –Bueno, hemos ajustado toda la preparación de la boda ... principalmente. Las cosas que no pudimos resolver, la señora Heywood las está arreglando. Definitivamente estamos en sus malos libros. Aparentemente, las bodas organizadas en un día son una 'locura'. Aún así, ella está haciendo un gran trabajo. Eso está todo bien. Pero lo que es mejor es esto ...

Kara movió un teléfono desconocido hacia ella. –Es el de Alex, por supuesto que no arriesgaré el mío para hacer nada más. Así que le dije a mi familia esta mañana que podría haber algo extraño con My Evil Twin pero que simplemente no podemos verlo. Mis hermanos trataron de resolverlo. No pudieron, por lo que sugirieron que lo hiciera con nuestros amigos. Le ofrecimos un sándwich de cerdo Meemaw a la primera persona que lo viera.

–¿Y?

–Le debemos a Zachary un sándwich. Lo vio en diez segundos, bam. Supongo que eso tiene sentido. Un diseñador tendría ojo para los detalles–. Kara abrió la aplicación. –En este teléfono hay cuarenta caras de personas aleatorias de todas las formas, tamaños y antecedentes. Los hemos puesto a todos en My Evil Twin. Ahora mira.

Uno por uno, cada cara se correspondía con un supuesto criminal.

–¿Ves algo inusual?– Kara preguntó mientras los revisaba.

Lena miró y frunció el ceño. Eran pares cercanos, por color, cara y cabello. Las personas con tatuajes faciales incluso se emparejaron con otras con ellos también. Entonces, ¿qué se suponía que debía notar?

–Hazlo de nuevo, Lena–, le ordenó Kara. –Y esta vez centrate en los crímenes.

La cara regordeta del hombre blanco. Emparejado con un rechoncho ladrón de bicicleta blanco. Un afroamericano alto emparejado con un violador afroamericano alto. Una mujer blanca adolescente emparejada con un ladrón blanco adolescente. Un anciano asiático emparejado con un anciano traficante de drogas asiático. Una mujer morena con tatuajes, emparejada con una mujer morena asesina con tatuajes.

Uɴᴇxᴘᴇᴄᴛᴇᴅ Sᴘᴀʀᴋs?  /SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora