XXVI - Amigos y amienemigos

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La mirada de Lena vagó por la recepción, las multitudes reunidas se reían y conversaban, bebían y parecían felices en general.

Ahora vestida con un atuendo más cómodo de falda negra y una camisa de lino color crema, Lena estaba parada en el bar, esperando que el asistente sirviera bebidas para ella y Kara. Su esposa estaba en algún lugar, haciendo rondas de familiares y amigos. Y ella tenía muchos de ellos. Tardaría un rato.

La novia de Matthew había resultado ser una DJ sorprendentemente experta, pensó Lena mientras contemplaba la reunión.

Imra, con aspecto contrito, de repente se precipitó.

–Violonchelo–, había susurrado, agarrando su brazo, una mirada implorante en su rostro. –Estaba destinado a ser violonchelo. Me dieron el trabajo de reservar la música, y probé este servicio de reserva de músicos en línea. Puse el código incorrecto del músico, y tenía prisa y no leí el correo electrónico que enviaron. Por favor, dile a Kara que lo siento mucho. Yo misma se lo diría, pero ahora la estoy evitando por el hecho de que definitivamente quiere asesinarme. Créeme. Soy una mujer muerta caminando.

¿Violonchelo? Eso pudo haber sido agradable. –Entiendo–, respondió Lena. –¿Pero por qué la Marcha Imperial?

–Um, eso está sobre él–. Imra parecía triste. –Dios, Hamish dijo que solo conocía tres melodías americanas, así que le dije, 'Bueno, solo toca lo que sea más apropiado'... y...– Ella levantó las manos. –Gah. No me odies.

–Hizo que la ceremonia fuera única–, señaló Lena, reprimiendo una sonrisa. Pero en verdad, la mejor amiga de Kara era imposible de odiar.

–Supongo–. Imra puso los ojos en blanco. –Por cierto, ¿cuál es el trato con tu amiga maliciosa? ¿Tiene algo en mi contra o solo es porque está en una ciudad de un estado que no le agrada mucho?

Lena sonrió de lado. –¿Por qué no hablas con ella? Asegúrate de mencionar todas las delicias regionales que se te ocurran. Especialmente cosas fritas en palos. A ella le encantará mucho. Siento que se muere por aprender más sobre tu estado.

Imra la miró de arriba abajo, pareciendo impresionada. –Eres totalmente malvada. Entonces...– se inclinó. –¿Quieres decirme qué más la irritará?– Su sonrisa era pura travesura.

Oh, a Lena le gustó mucho eso. Agregó algunos de sus mejores consejos, sabiendo que la idea de diversión de Gayle estaba siendo desafiada. Su amiga podría agradecerle más tarde.

Imra le dio las gracias, saludó y desapareció.

Lena llegó al frente de la línea de la barra cuando Lucas se acercó.

–¿Si?– preguntó sin molestarse en ocultar su irritación.

Él no dijo nada por un momento, luego respiró hondo. –Me ofreciste algo hace unos días. Debería haberlo tomado–. Extendió su mano.

Ella tomó su medida: la duda, la vergüenza y la vergüenza parecían competir por el dominio.

Con un suspiro, ella le estrechó la mano. La vida era muy corta. –¿Es esto un final para eso?

–No escucharás más basura de mí. Cuando dijiste tus votos, vi cuánto los querías decir. Fue, no sé, lo más honesto que he escuchado. Y creo que tal vez ... te entiendo ahora. Hice algunas suposiciones equivocadas. Lena ... um ... solo ... lo siento. ¿Bien?

Lena pudo ver su arrepentimiento. Y finalmente había dicho su nombre correctamente. –Gracias.

Ella no lo perdonó. Era demasiado pronto para perdonar a un hombre por intentar destruir lo más importante en su vida. Pero tal vez algún día, si demostraba que sus palabras no estaban vacías...

Uɴᴇxᴘᴇᴄᴛᴇᴅ Sᴘᴀʀᴋs?  /SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora