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Anoche tras una larga charla y pregunta de mi padre, los chicos se quedaron en casa, no le agrado  a papá que Theo durmiera conmigo,  ¿pero creyó que lo dejaría dormir en la sala en el suelo?, por supuesto que no. Scott durmió en el sofá, al menos es cómodo.
Estuve nerviosa por el mismo hecho que la última vez que compartimos la misma cama Theo y yo, fue cuando tuvimos sexo y Klaus nos vio. Al parecer él durmió de lo más bien, incluso me abrazaba dormido, cuando quise dormir ya era hora de levantar. Lo primero lo que hice fue darme una ducha, después preparé el desayuno para todos. Daniel, mi padre, despertó antes que los chicos, desayuno incluso primero y se fue con que debería seguir buscando a quién anda tras de mí. No dije nada, me conviene que me ayude, no quiero tener otro enfrentamiento, estoy cansada de lo mismo y por primera vez anhelo dormir despertar siendo humana.


— ¡Naomi!— salto en mi silla al oír el grito de Theo.


—¿Si?


— ¿No haz escuchado?— pregunto con el ceño fruncido.


— No, perdón. — admiti


— No se para que mierda gasto saliva, sino me prestas atención.— se levanta  y se va sin terminar su desayuno.


—¿Y ahora que le pico? — hable con la boca llena.


— No lo sé. — dijo Scott.

Trago la comida que tengo en boca antes de ir hacia el castaño. Theo esta de brazos cruzados mirando hacia el cielo, me quedo a un lado suyo, él nota mi presencia, suelta un suspiro. Parece molesto y por alguna extraña razón odio que se enoje conmigo por qué una especie de dolor se instala en mi garganta que al tragar duele aún mas.


— Salgamos.— suelto


—¿Salir?, ¿otra cita?— suena asombrado y es entendible su reacción, ni yo imaginé decir aquello.



— ¿Quieres tener otra cita conmigo? — adorno en mis labios una sonrisa burlona.



— ¿Por qué no? Eres ardiente, tanto por dentro y por fuera. — comenta, sonrío avergonzada.



—¿Entonces? — me paro delante suyo, mirándolo fijamente.



— Bueno es raro que una mujer sexy me invité a una cita, también que no puedo negarme a nada que venga de ti.— da un paso para quedar cerca de mi.– Por qué, me encantas.


"Ay, ay, ayuda"


— Chicos, tienen que ver esto.— apareció Scott.


"Scott te debo una."

Soy la primera en entrar, seguidamente Theo igual. Una enorme caja está sobre la mesa, cubro mi nariz al oler un fuerte olor a algo pudriéndose.


— ¿Que mierda es ese olor?— siento ganas de vomitar.


— A veces odio tener olfato de lobo, mis narices queman por eso horrible olor.— hizo una mueca.


— Es la caja.— dijo el alfa , destapando la caja.



— Creo que voy a.....— Theo vómito, dejando salpicaduras  en mi pijama.



—Scott llévalo afuera, se supone que lo que tiene dentro es para mí. — dije agarrando un trapo para cubrir mi nariz y boca.


— Vamos.— ayudo a sacarlo.


Camino hacia la mesa, me inclino para ver el contenido y desearía no haberlo visto, mis ojos se llenan lágrimas por las repentinas arcadas que me dan. Dentro de la rosada caja está cuatro cabezas de anacondas y entre medio una de un pitbull unido por un hilo rojo y un signo de brujería negra mas un mensaje.

Chica En Llamas ( The Originals) KMOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz