5. El interrogatorio.

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CAPÍTULO 5

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CAPÍTULO 5

EL INTERROGATORIO

ALEX

Estar todo el día encerrado en una diminuta habitación pintada nada más y nada menos de gris era muy triste. Preferiría estar expulsado. Aunque nunca me hubieran expulsado, sabía que podías aprovechar el tiempo en cosas mucho más importantes que estar sentado mirando una pizarra blanca y unas paredes agrietadas durante más de seis horas largas.

Me encontraba sentado en el único pupitre que tenía esta habitación. El profesor de antes se fue a comer y estaba esperando a que llegara el siguiente profesor de guardia, que sería después de la comida. Estaba escribiendo algunas ideas que se me ocurrieron para una canción hasta que de repente se abrió la puerta y de ahí apareció la mismísima Victoria Watson, quien cerró la puerta tras ella, dejándonos a los dos solos.

«¿Qué hacía ella aquí?», me pregunté.

Tragué saliva al darme cuenta de que quizá el motivo por el que estaba aquí era para trasmitirme una amenaza de Christian. No obstante, recordé que ella era la primera que lo detuvo para que me dejara tranquilo. Por lo tanto, esa idea estaba descartada. En cambio, otro motivo invadió mi mente y tragué saliva. Posiblemente ella quisiera saber por qué estuve ayer en el bosque que había al lado del instituto y por qué tenía rasguños en las manos, aunque si realmente me vio salir de ese lugar, también tuvo que ser espectadora de mi caída patética.

«Qué vergüenza, por Dios», pensé.

Mi cara palideció cuando ella tomó la silla en la que se sentaban los profesores y la colocó enfrente de mí (de manera que la silla estaba colocada mirando hacia la pizarra pero ella mirándome a mí). Mi aspecto era como el de un gato atragantándose con una gran bola de pelo.

—Tengo que hablar contigo, Brooks —comentó con tranquilidad. No como yo, que los nervios me iban a comer.

Posó sus manos en la mesa y sus ojos depredadores fijamente en los míos, queriendo intimidarme, cosa que consiguió.

No sabía de qué quería hablar conmigo y solo esperaba que no fuera lo que me imaginaba. No estaba preparado para hablar con ella de eso y ni siquiera iba a decírselo si me interrogaba, pues no la conocía de nada, —ni aun así lo haría—.

Victoria y yo nunca habíamos compartido algo en común. Solo éramos compañeros de asiento en Francés y de eso ya hablaré atentamente con el profesor Gerard cuando lo viera. Seguía negándome a aceptar el cambio de sitios de ese profesor. Yo estaba muy bien sentado con Dexter como para que ahora me cambiase de compañero. Si me sentaba junto a Victoria, significaría que le vería la cara más de cerca casi todos los días. Estaba muy a gusto sentándome en la última fila del cine de la película de su vida para observarla; no necesitaba sentarme en primer plano. El objetivo del profesor Gerard era que los alumnos suspensos en su asignatura aprobasen con la ayuda de su compañero, y eso me daba a entender que ella será la responsable de mis notas por lo que me tendría que echar una mano durante todo el curso y su ayuda era igual a tener que articular palabras con ella.

Aguijón Verde [SUSAC#1]Where stories live. Discover now