13. La casa en ruinas.

154 29 61
                                    

CAPÍTULO 13

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

CAPÍTULO 13

LA CASA EN RUINAS

ALEX

Pasaron unos días de lo sucedido con Victoria, exactamente tres. Hoy era sábado y eso significaba fiesta en su casa. Sin embargo, mientras tanto yo estaba en mi cama con los cascos puestos, escuchando una canción: "Love is gone". Empecé a cantarla, mediante susurros, de principio a fin. Cuando terminó, me quité los cascos y me pasé las manos por el pelo inquieto y confuso por lo que pasó.

Aún no podía olvidar ese encuentro tan inesperado que tuve con ella. En aquel momento estaba demasiado borracho y no podía recordar con detalle lo que pasó, pero sí me acordaba de esos labios cada vez más cerca de los míos; de sus ojos sin parar de observarme como si me deseara; de sus jadeos continuos que me producían unas cosquillas extrañas en mi organismo; de sus manos acariciándome los pelos de la nuca, causándome un fuerte escalofrío que me recorrió desde arriba hasta abajo; de su mano tocando sensualmente mis labios; de su intento de besarme si no hubiera sido por el inoportuno gato...

No quería ser para nada una de sus innumerables presas, pero tenía que admitir que me había envuelto en su belleza, como si me hubiera hipnotizado. Si en esos mismos instantes me hubiera pedido que me arrodillara ante ella, yo lo hubiera hecho involuntariamente. Le daba gracias al repelente gato que impidió poder fundir sus labios sobre los míos. Era ese deseo que tenía desde que la vi por primera vez, pero también era una cosa que entre nosotros dos era mejor que no pasara.

Podía haberme quedado y saber cómo hubiera continuado aquella situación, pero no, hui como un cobarde, o como un chico con cabeza. Lee tenía razón. Victoria no era de un solo chico. En cambio, yo no era de más de una chica. Ella era todo lo contrario a mí. Éramos dos polos opuestos. A ella le gustaba tener a más de un chico detrás de ella y yo prefería mantenerme en las sombras para que no se me acercaran. Ya me había demostrado cómo era cuando estábamos hablando en la cocina de la casa de Lee.

«No te recuerdo...», las palabras de Victoria rebotaban en mi cabeza sin parar y la manera en cómo se marchó, como si yo no existiera para ella, me hizo rabiar.

«No eres de su entorno como Bruno», me recordé.

No quería ser como Bruno, ni mucho menos como Christian, pero ¿qué tenían ellos que yo no tuviera? La respuesta era muy simple: popularidad. No era popular como ellos y ni siquiera ella me conocía en absoluto, pero por un momento, al verla hablando conmigo, pensé que sí podría tener algún interés en mí, aunque fuera sólo de conocidos.

Después de lo que casi ocurrió entre nosotros, ella estuvo toda la semana sin hablarme. Ni si quiera fue capaz de mirarme. No me lo explicaba. Victoria no era la típica chica que al besarse con una persona luego hacía como si no la conociera. Ella cuando se besaba con alguien, después siempre hablaba con esa persona y se llevaban bien. Aunque no lo hubiera conseguido conmigo no significaba que fuera una excepción.

Aguijón Verde [SUSAC#1]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum