24. Susurros escalofriantes.

95 21 32
                                    

CAPÍTULO 24

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CAPÍTULO 24

SUSURROS ESCALOFRIANTES.

TORI

Todo estaba demasiado oscuro. Era como si estuviera en una habitación totalmente negra sin paredes ni suelo, es decir, había un fondo lóbrego y yo estaba situada en el medio, sola. O suponía que eso era el medio, ya que al no ver apenas nada, no tenía ni idea. Tampoco se escuchaba nada. Solo había silencio por todos los rincones del lugar en el que me encontraba. ¿Lugar? No sabía si se le podría llamar así a este sitio.

Tenía miedo y eso se podía notar a cada paso que daba con mis piernas de gelatina. Al parecer sí había un suelo negro, porque si no, ahora mismo no podría estar caminando sobre él.

Pegué un grito para saber si había alguien, pero solo obtuve la respuesta del silencio. Ese sigilo provocó que más miedo se inculcara en mí. Miré desesperada a todos lados en busca de algo o alguien. Frustrada por todo, caí sobre mis rodillas.

¿Dónde me encontraba? ¿Estaba muriendo? Si era así, por favor que alguien llamara a una ambulancia urgentemente. No quería morir. Quería salir de este sitio tan agobiante, cerrar los ojos y despertar en mi casa, con luz.

Seguía gritando en la búsqueda de alguien que me pudiera ayudar, pero no servía de nada gastar más energía. Mis parpados comenzaron a cerrarse, cansados. Sentía como todo mi cuerpo caía lentamente sobre el frío suelo negro.

Varias lágrimas viajaron por mi mejilla hasta caer al suelo, creando un charco. Mis ojos seguían cerrados fuertemente, deseando que cuando volviese a abrirlos estuviera en la cama de mi habitación.

—Tori... —alguien susurró mi nombre a centímetros de mí, provocando un escalofrío en mi cuerpo que erizó todos mis bellos.

Abrí los ojos asustada ante ese murmullo y cuando lo hice, la oscuridad se había atenuado, aunque aún había lobreguez.

Me levanté un poco con la ayuda de los brazos, aunque seguía tumbada en el suelo. Miré hacia todos los lados buscando a la persona que me había llamado, pero seguía sin haber nadie.

Escuché otro susurro llamándome. Esa persona no paraba de susurrar mi nombre una y otra vez.

Ahora sentía como si me estuvieran observando, pero no sabía desde dónde. No había nadie en el lugar donde me encontraba. Solo había susurros escalofriantes.

Mis ojos viajaron hacia el suelo, captando la atención del charco que creé, misteriosamente, con mis propias lágrimas. Era lo único que veía en la sala. Parecía que solo existíamos el charco y yo en este mundo negro. El cuerpo se me descompuso al verme reflejada en él, ya que no era yo exactamente. El charco reflejaba a una Victoria feliz con una sonrisa muy siniestra mientras que yo estaba al borde de la desesperación con lágrimas recorriendo mi rostro. Todo era muy extraño. Esa chica que se parecía a mí me miraba y a la vez susurraba mi nombre.

Aguijón Verde [SUSAC#1]Where stories live. Discover now