Capítulo 20.💄

414 17 0
                                    

Soberbia

¿Quieres una revolución? Comienza por amarte a ti misma. -Ron Israel.



Gianna

Ayer no lo vi en todo el día, estuve sola la mayor parte del sábado, pero Enzo fue una agradable compañía. A pesar de que intentaba coquetear conmigo todo el tiempo, terminé por enterarme de muchas cosas con respecto a la familia Russo. Como lo que le afecto a Alessandro la muerte de Carlo Russo, su abuelo. Y el hombre que le dejó todo solo porque no confiaba en Fabrizio.

Ahí pude identificarme con Alessandro, ambos sufrimos mucho por la muerte de nuestros abuelos.

En esa misma conversación, supe que en realidad el primer nombre de Alessandro es Carlo, igual que su abuelo, y que incluso Fabrizio también tiene ese nombre. Por palabras de Enzo, mi futuro esposo odia que le digan Carlo, él no puede saber muy bien el por qué.

Después de comer y cenar con Enzo, fui a la misma habitación donde tenía mis cosas. Fue, mientras tomaba una ducha que Alessandro entró y se metió conmigo en la bañera. Terminamos follando.

Durante la noche, sé que no durmió, se daba las vueltas y de vez en cuando me abrazaba y repartía pequeños besos en mi espalda. No me atreví a preguntar, supe que tenía algo que ver con lo de Matteo y con lo que me dijo ayer.

Desde que era pequeña mi madre me repetía constantemente que una promesa no se rompe dentro de la mafia y desde que tengo uso de razón, jamás he roto una promesa. Lo que le prometí a Alessandro será la primera que rompa. O eso es lo que yo cree, porque no sé qué tan feas se pongas las cosas, no sé qué es lo que Alessandro sabe y yo no. No voy a mentir que me causa terror, ya me imagino cosas que espero no sean ciertas.

Terminamos el desayuno una hora después desde que despertamos, o al menos desde que yo desperté. Alessandro me aclaro que no pudo dormir, no me dio motivos de su desvelo. De nuevo, no pregunte nada al respecto.

Una vez recogen nuestros platos, él ya me toma de la mano y casi me obliga a ir fuera de la casa, a la piscina para ser exactos. Después de dejarme en la incertidumbre todo el día de ayer, creo que hoy por fin se decide decirme que es lo que pasa y que es lo que sabe de Matteo. En el poco tiempo que he estado con él jamás lo había visto tan preocupado. Y eso me pone un poco nerviosa y algo tensa.

Ahora me quedaré unos días más en Nápoles. En un principio por obligación. Ahora solo quiero quedarme y que él me diga todo lo que sabe.

La brisa cercana del mar ya me golpea, puedo sentir el sabor salado den mis labios, pero nada que no me tome por sorpresa, estoy acostumbrada.

Él es quien toma su lugar en unas lindas sillas de jardín juntos a la piscina, yo me quedo a su lado, casi obligada hacerlo.

—Haz estado misterios durante todo este tiempo, no te voy a negar que me preocupa.

—Es mucho de lo que sé, Gianna. Desconfíe de él desde que lo vi en Tesori —toma mi mano.

—¿Él sabe de mí? —quizá eso es lo único que me importa saber, al menos por ahora. Tengo claro que Matteo sabe de Russo, pero para que se ponga tan paranoico es por qué algo malo pasa y quizá Matteo no es el único que sabe de todo lo que Alessandro hace o tiene.

—Vamos por partes. Hace un mes mis hombres atraparon a una mujer llamada Julia Vitale. La mujer quiso hacer un trato conmigo diciendo que quería trabajar en mi equipo de seguridad y ella me da información de lo que mis enemigos saben. Todo lo que tenía era cierto o al menos en su mayoría. Tenía información con Rusia y claramente ella no sabía que tú y yo estamos comprometidos o que Rusia no es mi enemigo. Ella y su esposo estaban buscando aliados para destrozar a la Camorra.

Nella Mafia © | ITALIA 1|Where stories live. Discover now