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Capítulo 47.💄

Sorpresas

Al amor y a ti los conocí el mismo día. -Andrés Ixtepan.

HORAS ANTES

Gianna

Suspiro, suspiro tan pesado que lo único que pienso en si hacer esto es una buena idea.

Franco está conmigo, él es el único capaz de seguirme hasta el fin del mundo para hacer la cosa más estúpida de la historia y no juzgarme. Apago mi teléfono y lo dejo en el asiento trasero cuando veo a Franco salir por detrás de la casa de Matteo, él se queda en la acera y me da una afirmativa con la cabeza.

Suelto un suspiro más antes de bajar del auto ya con un paso decidido. Ya no pienso en nada que no sea joder la vida del hombre que me mintió solo para quitarme lo único que tengo.

Cruzo la calle y cuando estoy en la entrada el guardia que pertenece a mi circulo me entrega un arma. La puerta se abre y el primer disparo es dirigido a un hombre que está de espaldas. No cae por increíble que parezca, se da la vuelta y abre los ojos tanto que pienso que se saldrán de sus cuencas. Uno segundo disparo va al pecho, cae...

Los disparos alarman a dos hombres más quien me apuntan, pero solo uno baja el arma cuando me reconoce.

Alessandro los matará si me disparan. ¿o no?

—Señora baje el arma —espeta el hombre que me apunta.

Es al que primero al que disparo, justo en la cabeza. Ya el otro hombre me apunta, pero no le doy tiempo a nada cuando también doy un tiro certero en la cabeza.

—Esto es lo que me has hecho Alessandro, una asesina —susurro para mí.

Entonces, lo veo bajando las escaleras. Matteo mira extrañado toda la situación, me mira asustado y como si pensara que lo voy a matar. Pero jamás le haría eso.

—Aún estoy muy enojada porque te acóstate con Anna, y quizá mereces morir por ser un cobarde de mierda, pero te dije que te iba a proteger y ahora mismo estoy más enojad con mi esposo que contigo.

Una sonrisa nace en su rostro y cuando menos me lo espero ya está frente a mí, besándome como si es lo único que necesitara. No puedo dejar que lo haga, el hecho de que lo proteja no signifique que me quede con él. Ya no puedo hacer, el idiota de Alessandro se ha metido tan dentro que dudo que salga tan fácil.

Lo aparto y limpio mi boca sin disimulo.

—Sabía que aun estabas de mi lado.

No Matteo, jamás estaré de tu lado. Alessandro te matará apenas sepas que has escapado.

—Escúchame con atención —dejo caer el arma y lo tomo de los brazos. Ahora mismo vas a salir de aquí en compañía de unos hombres, ellos te llevarán hasta el aeropuerto donde te espera un helicóptero.

—¿A dónde me llevarán? —ya veo bajar a Paula, con una maleta. Es una niña preparada y muy astuta.

—El helicóptero te llevará a Roma, te quedarás en un hotel hasta mañana que iré a verte...

—Ven conmigo, ahora. Huyamos.

—Hay cosas que tengo que arreglar, pero estaré contigo mañana para irnos de aquí— miento. Y tengo que hacerlo para que no se desvié del plan.