Capítulo 48.💄

281 14 1
                                    

Lo siento

El final siempre sorprende, aunque esté escrito desde el principio. -Anónimo.



Gianna

Recuerdo esos días donde solo era una niña sin nada de conocimiento sobre la vida, donde jugaba con muñecas y fingía que yo era una de ellas. Quería conocer a un príncipe que se casara conmigo, quería vivir un castillo, tener hijos y muchos perros.

En la adolescencia me tocó enfrentar la realidad, me di cuenta que jamás tendría un príncipe azul que me amara. Me encontré con la realidad de que tenía que dirigir una organización y tenía que casarme con alguien solo para tener hijos, herederos.

Ya aborrecía la idea de tener una familia.

Lo conocí a él, a ese lado amable y lindo. A ese príncipe que he querido, que prometió ser.

No escucho nada más que el sonido de mi corazón latir, y los pensamientos de cómo seré capaz de cuidar a un niño cuando no soy capaz ni de cuidarme a mí, incluso a mi perro. Quien se encargan de él son las empleadas.

Las empleadas no pueden cuidar de mi hijo.

La doctora sigue hablando, sigue diciéndome cosas que no entiendo, no porque no sé, solo no quiero creer que lo que ella me dice.

Embarazada. Quiero reírme de la ironía de esta situación. Alessandro quería un bebé y ahora va a tener uno. Joder, hasta pienso que eso tiene controlado.

Pero no puedo culparlo de eso, tomaba mis pastillas, pero nunca fui regular con eso, soy consciente, pero jamás se me paso por la mente que podía quedar embarazada.

Joder...

Lo había notado, había notado la pequeña inflamación en mi vientre. Lo que pensé fue que estaba engordando por comer como un cerdo por las noches. Ya pensaba hacer ejercicio.

—¿Gianna? —la doctora me mira preocupada. Ya debió notar mi cara perdida y desentendida.

—¿É-el bebé está bien? —mi voz tiembla.

Ya no importa lo irresponsable que fue esto de mi parte, ahora solo quiero saber que mi hijo está bien y que nada ha pasado con él, o ella, después de toda la mierda que me rodea.

—Eso te decía. El bebé está bien, mientras estabas dormida hicimos unas ecografías y una revisión más profunda para saber que todo está en orden. Pude calcular que tienes aproximadamente trece semanas de embarazo. Está saludable y parece todo en orden. Con un corazón fuerte y muy inquieto.

—¿Puedo ver su sexo? Tengo...

—Por supuesto. Ya podemos ver su sexo si deseas. Voy a preparar todo y traeré lo necesario para que puedas verlo —asiento despacio antes de que ella salga del lugar.

Es ahí donde me permito llorar una vez más. Papá se levanta y me abraza lo que me hace llorar aún más. Me dice en el oído que todo estará bien y que está feliz por la noticia. Yo ni siquiera sé cómo tomarlo, no sé si estoy feliz o triste. Es una noticia que jamás me preparé para escucharla.

—Todo esto es frustrante, yo...

—No pienses en lo peor. Todo saldrá bien. Trata de tranquilizarte, no le hará bien al bebé que te estreses.

—Lo sé ¿Quiero hablar con Regina? —digo bajito cuando mi padre se aparta.

—Debe estar fuera, le diré que entre —este sin duda será un día que jamás olvidaré.

Nella Mafia © | ITALIA 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora