Capítulo 45.💄

257 14 0
                                    

Siempre fue así

Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza. -Mario Benedetti.



Gianna

La ducha que se supone debía ser relajante, no sirvió de nada, aún sigo nerviosa, y paranoica. Más por el hecho de que mi padre no ha aparecido en casa durante todo el día. En la mañana antes de salir rumbo al centro de Palermo, Franco me había dicho que salió temprano y sin seguridad.

¿Cómo confío en él?

Cada cosa que hace ahora me hace dudar, me hace cuestionarme de absolutamente todo, me hace pensar que mi padre tiene mucho que ver con todo lo que me ha pasado desde la muerte de mi abuela, incluso antes.

Juro que trato de sacar los malos pensamientos, pero es inevitable.

Después de que Bianca pusiera la estúpida excusa de que su hermana estaba enferma y tenía que ir a verla, desde ese momento mi padre ha estado muy apartado de todo lo que Alessandro y yo hemos hecho en estos cuatro meses. A pesar de que no le iba a hacer caso en nada de lo que me diga, esperaba que dijera algo en contra de todo lo que hice, nunca me dijo nada. No le importó absolutamente nada de que se abrieron tres nuevas sucursales de Tesori o que en esos lugares matábamos gente o vendíamos mujeres junto con la Sacra.

A pesar de que mi padre fue criado en este mundo, siempre ha sido un hombre piadoso y generoso, él siempre estuvo en desacuerdo con matar a deudores, pero mi tío Dante era el que terminaba por convencerle que era lo correcto para mantener a flote la organización.

Yo sé que odia la idea de las sucursales de Tesori y de los locales de Gufo.

Incluso yo odio hablar de ese tema, odio si quiera estar involucrada, pero no me queda de otra que aceptarla. Obviamente no por que quiera, ya firmé los contratos el mismo día que mi cabeza estaba más allá que acá, el día que pensé que era una buena idea aceptar la estúpida propuesta de Matteo. Mientras mi mente estaba en otro mundo hablaron todo esto. Fue ese día donde al parecer acepté el vender a mujeres a hombres pervertidos, a matar a hombres y vender sus órganos en el mercado negro.

Lo discutí con Alessandro, le dije que no quería ser parte de eso, no insistió, me dijo que él lo haría de todas maneras y que las nuevas sucursales tendrían otro nombre y que incluso le cambiaría el nombre al principal, acepté para que los bares tengan el mismo nombre y solo agregamos una palabra a los tres bares nuevos para distinguirlos entre las diferentes actividades que se realiza en cada una. Mi tío Dante también estuvo de acuerdo con eso y confío en él, siempre lo he hecho, siempre me a dado buenos caminos a seguir cunado mi padre se ponía en contra de todo.

Ahora confío más en él gracias a toda esa información sobre Bianca y su teatro de la hermana enferma.

Incluso he dejado de lado ese tema, he estado ocupada durante los últimos cuatro meses encargándome de las sucursales, acostumbrándome al estilo de vida que suele llevar Alessandro y del que se supone yo debí seguir desde hace años. Claro, mi vida antes era llevar la contabilidad de mis negocios y administrar mercadería, yo no tenía que salir a arreglar asuntos a menos que fueran extremadamente graves con respecto a mis chicas, pero mi esposo me ha enseñado como es todo esto en realidad, de que no solo tengo que estar sentada detrás de un escritorio, tengo que conocer todo.

Y eso es lo que he hecho durante cuatro meses, estoy de aquí para allá, encargándome de idiotas que intentan pasarse de listos en el casino o que intentan dañar a mis chicas en Tesori. Ahora ya soy una asesina más dentro de la mafia.

Nella Mafia © | ITALIA 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora