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Capítulo 44.💄

Plan Roma

La puta costumbre de buscar ángeles en el infierno. -David Sant.

CUARENTA DÍAS DESPUÉS

Milán. Lombardia

Los esfuerzos por ocultarse de su hijo han sido una total victoria. Cada vez sentía como todo volvía a sus manos. Sabía que faltaba mucho para poder tener de vuelta lo que siempre ha sido suyo, pero cada día que pasaba y que Alessandro no lo encontraba eran cada vez más satisfactorio.

Durante tres meses había logrado desaparecer de sus ojos, claro que no solo, de no ser por Maximilian, él jamás habría durado tanto tiempo oculto, la seguridad de su hijo era enorme, pero no más que la que tiene el ejército.

Han sido tres meses lo que han logrado mantenerse fuera del radar de Alessandro Russo.

Y durante esos meses él tuvo miedo, como no, si después de hablar con Antonella Ricci sabía que iba actuar por impulso, sabía que no trataría en decirle a su hijo donde estaban y que tramaban.

Y no se equivocó, al día siguiente sus hombres le habían informado que hombres de Alessandro había llegado a la casa donde se encuentra ahora. Y permanecieron ahí durante casi un mes. Solo ahí fue cuando decidieron dejar su pequeña cabaña para quedarse en la casa de Adriano en Milán. Hace dos meses que se han instalado y no hay señales de que su hijo lo busque en Lombardia.

Estaba casi seguro que ya no buscarían ahí. Ya lo hicieron y no encontraron nada. No volvería.

Durante dos meses se han mantenido en silencio, planeando como sería la caída de Alessandro. Y porque no, de Gianna también. Dos meses en los que su hijo, junto con su esposa ya ha dado la cara al ojo público y ahora toda Italia sabe de su relación. Lo que son ahora, una de las parejas más famosas en Italia. Y a las que todo el mundo habla.

Bueno desde hace mucho ya había pasado, pero ahora es donde más parece importarle que los vean juntos. Algo dentro de la cabeza de Fabrizio le decía que incluso ellos tenías un plan y es por eso que actuaban de esa manera.

Ya no solo ellos eran el centro de atención. También lo era Fabrizio, quien hace poco más de un mes llego en periódicos que traía un guardia que su hijo ya puso una recompensa por su cabeza, donde decidió sacar a la luz todo lo que había hecho en la Camorra, claro con el nombre de Fabrizio Russo. Todo lo que él había dicho en secreto a un ministro, Alessandro se lo dijo a yoda Italia.

¿Quién podría culpar a un joven empresario de las atrocidades de su padre? Todo el mundo creyó el teatro de que él era un pobre hombre víctima de su padre y su pobre esposa no tenía la menor idea de lo que pasaba.

Todo el mundo le ha creído que es un ser inocente.

Ahora Fabrizio tenía que tener mucho cuidado. Él está en peligro si llegan a verlo como si nada pasara.

—Ángelo no ha dado noticias —escuchaba la voz de Bianca—. Ni una llamada.

Fabrizio sonrió, claro que no llamaría. Su hija seguramente ya sabe que su padre indirectamente está involucrado en todo esto. Y ahora hasta es posible que lo tengan cautivo. O él ya no quiere ayudar a la mujer.

Había muchas opciones, sabía que Ángelo no estaba de acuerdo con esto, ya que involucra a su hija. Aun así, prometió mantenernos informados de todo lo que pasara. No lo hará, no cuando él se irá a la mierda si todo llega salir a la luz. Ángelo es como Beatriz. Solo hace lo que le conviene.

—¿De qué te preocupas? —Adriano trata de calmarla. Incluso vio como ponía su mano en el hombro de la mujer— ya habrá noticias. Si no viene de su parte vendrán de los periódicos.