CLAN ALDER: "Capítulo XI"

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**CANCIÓN SUGERIDA: "Be Still-The Fray"

LONDRES, INGLATERRA

30 DE JULIO 1714

Michelle respiró hondo mientras los labios de Camila dejaban una cadena de besos en su cuello. Estaba en sentada en su regazo de una manera tan erótica que apenas podía resistirlo. Las manos enguantadas de Michelle acariciaron la espalda de Camila que parecía incapaz de dejar de tocarla, besarla y hacerla sentir su calor.

Su cabello estaba suelto cayendo sobre su espalda como jamás usaba fuera de los confines de su casa. El carruaje las llevaba a través de un largo camino lejos de su hogar. Olía a bosque, a tierra y naturaleza. El lugar dónde ella y su loba tendrían su pequeño hogar. Casi un día de camino alejado de toda realidad.

—Estoy hechizada—murmuró Camila a su oído jadeando mientras movía su vestido para tener espacio para acariciar a Michelle—. Necesito estar cerca de ti—Camila besó los labios de Michelle como una mujer sedienta a la que se le ha negado el líquido vital durante meses. Michelle dejó que su loba respondiera al llamado primitivo de su mate—. No puedo controlarlo, amor mío.

—No debes controlar tu pasión conmigo—le dijo Michelle tomando el rostro de su loba y viendo la mirada dorada y salvaje de Camila. Sus ojos brillaban con tal deseo y pasión que Michelle apenas pudo contener la emoción. Para cualquier mujer, sin importar le época saberse amada de esa manera era el mayor tesoro de la vida. Aquello era más que algo carnal y ambas lo sabían.

Camila la besaba, la acariciaba y la cuidaba. No había lujuria en sus ojos solo una dolorosa pasión que la dejaba sin aliento. Michelle vio los ojos de su loba una vez más y estaban llenos de lágrimas. Sus pulgares limpiaron las mejillas de Camila con dulzura.

—¿Qué pasa mi amor? Por favor dime que obra de este cruel mundo ha hecho que tus hermosos ojos derramen lágrimas—Camila tomó las manos de Michelle y las besó con cuidado.

—Michelle hay tanto amor y siento que no puedo controlar la ola de sentimientos que tengo dentro de mi pecho. Te veo y mis manos tiemblan por tenerte, por tocarte. Mis labios arden por besarte—dijo con la voz entrecortada y Michelle suspiró recordando su primera conversión parcial cuando estaba entendiendo su cuerpo, su alma y cómo en dos días culminaría esa transformación al lado de su mate. Esa noche había sido la primera que había pasado horas apoyada en un árbol observando la ventana de Camila anhelando su amor.

—Tu loba está empezando a dominar tu cuerpo—murmuró Michelle besando el cuello de su amada con cariño—. Es nuestra semana destinada a concebir—Camila la abrazó mientras sus labios buscaban el cuello de Michelle que cerró sus ojos abrazándola más fuerte—Es una semana intensa para tu loba, pero eres fuerte y valiente. Ha sido un largo viaje, amor mío. Un viaje que en dos días llegará a su fin.

—Necesito marcarte—le dijo al oído y sus caninos acariciaron el cuello de Michelle su suave. Michelle negó acariciando su espalda suavemente tratando de calmarla.

—Todas las marcas han sido hechas amor mío—le dijo al oído—. Calma a tu loba, mi hermosa Isabella. Debes controlar sus instintos.

—Entonces no deberías estar tan cerca—le dijo con voz ronca y Michelle sonrió besando su hombro con sus ojos cerrados y abrazándola más fuerte—. ¿Tu loba me siente?

Michelle sintió su cuerpo temblar ante la voz erótica de Camila a su oído y solo pudo asentir en silencio. Camila suspiró levantando su vestido y mostrando sus piernas que Michelle acarició mientras sus labios besaban el cuello de Camila haciéndola sonreír.

The Midnight Chronicles TrilogyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora